Los vecinos de Torrecaballeros (Segovia) se concentraron hoy al mediodía en la plaza Mayor para recordar a la pequeña Olivia, la niña hallada muerta en Gijón en la vivienda de su madre, que está detenida. "Esto no se puede volver a repetir. Esto no puede volver a pasar", exclamó el alcalde de la localidad, Rubén García de Andrés.

La localidad, donde la niña tenía a su familia paterna y donde pasaba algunas temporadas, enmudeció durante cinco minutos de silencio "atronador" para que su mensaje llegara lo "lejos" que fuera necesario. El alcalde aprovechó para destacar que es un "arma mucho más poderosa" que la "palabra" ante unos hechos así, informa Ical.

Además, quiso expresar que en Torrecaballeros quisieron a Olivia, la siguen queriendo y no la van a olvidar. También trasladó a la familia, y en concreto, al padre de la menor, Eugenio, presente en la concentración, estarán a su lado en estos momentos. "Vamos a estar a la distancia que queráis, en el camino que queráis, para lo que queráis y cómo queráis", dijo.

Los cinco minutos de silencio se rompieron con unos fuertes aplausos de los asistentes a la concentración frente al Ayuntamiento, donde sus banderas ondean a media asta. La familia de Olivia informó de que el funeral se celebrará hoy, a las 16.30 horas, en la iglesia de San Nicolás de Bari de la localidad. Posteriormente, el entierro tendrá lugar en el cementerio del municipio.

Además, la Asociación Custodia Compartida de Segovia convoca una concentración este 1 de noviembre en la plaza Mayor de la capital a partir de las 19.30 horas. El acto finalizará con un minuto de silencio y el encendido de unas velas en recuerdo de la pequeña Olivia.

Eugenio García Martínez, padre de la niña, que gestiona en Segovia unas pistas de pádel, ha explicado que era el momento de "rendir homenaje a 'La Pirata', que llamabomos todos, que enredaba en el padel, por todos los lados, era una disfrutona nata, pobrecita, no supimos ver, espero haberla ayudado todo lo que he podido el poco tiempo que he podido pasar con ella, esto va por ella, ya habrá tiempo para más cosas".

El padre de la criatura ha afirmado que hoy era el momento de Olivia y ha añadido que, "ayer me la comí a besos en el tanatorio de Oviedo, la pusimos su unicornio, su alhomadita en las piernas, como la gustaba viajar, la prometí que volvería a casa, se lo dije el viernes cuando volvíamos del colegio, la promesa la hemos cumplido a medias, está quí de otra manera y quedará siempre con nosotros, muchas gracias a todos".

En declaraciones a los periodistas ha señalado que no se podía explicar esta muerte, después de haberla dejado con su madre, el fin de semana, una vez que le habían concedido judicialmente la custodia, después de cinco años de litigios, y ha subrayado que "esto no entra en la cabeza de una persona razonable, esto es una salvajada, esta gente tiene que estar apartada de la sociedad y totalmente restringida, no se puede juntar con la gente de bien, es imposible".