Un testamento de más de 200 años sin abrir

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Se trata en concreto de un codicilio, una disposición añadida a un testamento con posterioridad a ser otorgado, fechado en 1818 y de una mujer de la aldea de Cobos que estuvo casada con el entonces médico de Sangarcía

Un testamento de más de 200 años sin abrir

El Archivo Histórico Provincial de Segovia, centro dependiente de la Junta de Castilla y León, ha seleccionado para su exposición hasta el 11 de febrero, en el marco del programa divulgativo ‘Tesoro oculto’, un codicilio cerrado de 1818 añadido al testamento de Eusebia Revilla, casada con el médico de Sangarcía. El documento seleccionado tiene la singularidad de permanecer sellado después de 202 años y sirve para ilustrar el curioso ‘embrollo’ testamentario de esta mujer, natural de la aldea de Cobos de Segovia, que vivió desde fines del siglo XVIII hasta la década de 1820.

Entre el 9 y el 19 de octubre de 1818, Doña Eusebia hace 4 testamentos encadenados y no son los primeros, ya que en cada uno de ellos expresa el deseo de anular todos los anteriores. En esas mismas fechas debía de estar enferma y preocupada por lo que podía pasarle, ya que manda llamar a un escribano para que recoja sus últimas voluntades y levante acta de su deseo en un primer codicilio. En esta ocasión en el acta de entrega del codicilo explica las instrucciones necesarias para su sepelio, misas por su alma y nombra albacea, señalando quiénes iban a ser sus herederos.

Cinco días después, vuelve a dictar un codicilio, pero doña Eusebia parecía dudar de la discreción del escribano, ya que establece que se haga el documento en la forma de codicilo cerrado. Días después volverá de nuevo a reunirse con el escribano de Sangarcía para testar de nuevo por cuarta vez en diez días y determinar sus últimas voluntades.

Un testamento de más de 200 años sin abrirUn testamento de más de 200 años sin abrir

El contenido exacto del codicilio se desconoce, dado que sigue cerrado 202 años después, pero se puede intuir por el acta de entrega al notario Gregorio del Pozo y por el testamento que este mismo redacta por encargo de ella el día 19.

El médico de Sangarcía, su marido y primer beneficiario en un testamento anterior, queda prácticamente desheredado, dejándole 500 reales de vellón en una única entrega que además debe invertir en encomiendas de su alma durante el funeral y las misas de difuntos en los siguientes dos años. La cantidad sorprende porque es mucho menor de la que va a dejar a sus hermanos, un sobrino, su cuñada y a una vecina. Además, encarga misas por el alma de sus padres y, algo que resulta curioso, es que determina que nada de lo escrito ni antes ni después del último testamento sea tenido en cuenta, indicando que estas notas que pueden conservarse “entre mis papeles o los que se hayan en poder de mi confesor” carecerán de valor de ahora en adelante refiriendo la anulación de los testamentos redactados días antes, el 9, el 14 y el 17 de octubre.

Divulgar los fondos del Archivo Histórico. La actividad ‘Tesoros ocultos del Archivo’ es una propuesta divulgativa del centro cultural de la Junta de Castilla y León en Segovia destinada a dar a conocer los fondos documentales que custodia. Todos los meses, se exponen en el patio del Palacio de los Ortega Lara, sede del Archivo, documentos escogidos, con la intención de poner a disposición del público un patrimonio escondido y, por tanto, poco conocido, que contiene la historia de la provincia de Segovia.

Los visitantes pueden acercarse a conocer el documento seleccionado como ‘Tesoro oculto’ en el Archivo Histórico Provincial, en el horario habitual de apertura al público del centro, de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 horas, y los lunes y martes, de 16.30 a 19.00 horas.