España quiere dar el golpe

R. Morales (EFE)
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El proyecto de Luis Enrique encara su prueba más decisiva ante Marruecos, en busca de acceder a cuartos del Mundial 12 años después

España quiere dar el golpe - Foto: EFE

Con la incertidumbre de lo que ocurrirá en caso de derrota, la decisión de Luis Enrique Martínez sobre su continuidad en el cargo de seleccionador, pero con la seguridad que siente España en un estilo definido de juego, un sello innegociable, llega hoy a la hora de la verdad. En un Mundial, midiendo el gen competitivo ante una Marruecos convertida en la revelación de Qatar 2022, que sueña despierta con hacer historia.

Es la hora de la Roja, la de enterrar experiencias negativas encadenadas en Copas del Mundo desde que tocó el cielo de Johannesburgo. Han pasado 12 años y medio ya de su mayor éxito. Sin superar la barrera de octavos que traspasó en cinco de los ocho precedentes. Pocos, en comparación con el resto de aspirantes en el torneo, pero no para asumir la responsabilidad de la condición de favorito ante el cuadro africano.

Por mucho que sufriese un accidente ante Japón. Un 'colapso' de 10 minutos que cambió el rumbo del camino, evitando a Brasil en unos hipotéticos cuartos, pero también desplomó ilusiones relanzadas tras el estreno histórico contra Costa Rica (7-0) y la imagen de fortaleza frente a Alemania (1-1). Por mucho que los 'leones del Atlas' se hayan convertido en una de las grandes sensaciones del campeonato, únicos representantes del continente africano tras salir líder de un grupo con selecciones europeas del nivel de Croacia y Bélgica. Ninguna fue capaz de hacerle un solo tanto.

Solamente encajó ante Canadá (2-1), en un triunfo que le dio el liderato y la segunda presencia de su historia a Marruecos en los octavos de final de una Copa del Mundo. La primera en 1986, derrotada por Alemania. Es su cita con la historia. Apelando al componente emocional por encima incluso del futbolístico, con el apoyo mayoritario de una grada abarrotada de aficionados magrebíes por los apenas 5.000 que se esperan de España.

Pero nada jugará en contra de un grupo de jugadores que elevan el colectivo por encima de la individualidad. En un Mundial en el que estrellas como Kylian Mbappé o Leo Messi ya clasifican a sus selecciones, España espera la aparición de un referente. Hasta la fecha lo ha sido Álvaro Morata, suplente en los dos primeros encuentros. Sus tres goles en tres choques le hacen acaparar los focos, pero Luis Enrique necesita más de futbolistas como Pedri, el encargado de proteger un estilo, o Marco Asensio, la variante ofensiva que llegó a la cita en su mejor momento.

Las pruebas realizadas ante Japón tuvieron un bajo rendimiento, por lo que el seleccionador retornará a su plan inicial, con el regreso de Aymeric Laporte como jefe de la defensa y de Jordi Alba a una banda izquierda en la que fue un puñal dando dos pases de gol. Las dudas por despejar están en el costado derecho, con Dani Carvajal ganando opciones por el estado renqueante de César Azpilicueta, por un problema en el gemelo izquierdo, aunque ayer se entrenó con el grupo.

Y Asensio desafiando la titularidad del máximo goleador de la 'era Luis Enrique', un Ferrán Torres que fue de más a menos, como el combinado nacional, comenzando con un doblete y apagándose desde entonces. Decidirá el asturiano desde el perfil del rival, con laterales ofensivos (Hakimi y Mazraoui), a los que se les puede dañar a sus espaldas. En un partido con un marco táctico similar a los pasados en los que España abusó del balón con un pico de hasta el 82 por ciento de posesión. Solo Alemania salió a morder muy arriba desde el incio del partido de la segunda jornada.

Físico y velocidad

Marruecos es lo opuesto. Una selección que desborda desde el físico y la velocidad. Renovada desde el banquillo con la llegada de Walid Regragui, seleccionador de los 'leones del Atlas' desde hace tres meses para poner paz en un equipo en el que existía la incompatibilidad de uno de sus grandes referentes, Hakim Ziyech, con el que era técnico, el bosnio Vahid Halilhodzic.

Cuenta con jugadores tan reconocidos en España como Bono o En-Nesyri, ambos futbolistas del Sevilla. Además, el delantero llega enchufado, acariciando la historia tras ser el primer marroquí que marca en dos Mundiales. También referentes como Achraf Hakimi, una bala en banda derecha, que asume con naturalidad el liderazgo. Con Abde Ezzalzouli, cedido por el Barcelona en Osasuna, y Jawad El Yamiq, del Valladolid, como jugadores que conocen a la perfección La Liga.

Pero es la hora de que la Roja haga florecer en el Mundial de Qatar una semilla futbolística que sembró en la pasada Eurocopa 2020.