El retrato de Segovia

Sergio Arribas
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Leonard Cohen, Samuel L. Jackson o Woody Allen han sido algunos de sus modelos. Ahora más de 200 segovianos han posado para el fotógrafo Jorge Represa, inmerso en el proyecto 'Mola Segovia', auspiciado por el Museo Esteban Vicente

Algunos de los retratos de segovianos del proyecto 'Mola Segovia'. - Foto: Fotos de Jorge Represa

La primera ‘fotografía del fotógrafo’ se trasluce desde la calle, tras la fachada acristalada del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente. Jorge Represa (Valladolid, 1968) apoya los brazos en el mostrador, mientras mira la pantalla de su teléfono móvil. Con la única compañía de la recepcionista de la pinacoteca, el fotógrafo espera la llegada del periodista de El Día de Segovia. Toca otra entrevista, una más de las que ha concedido esta semana de frenético trabajo en la capilla del Museo, reconvertido en estudio de fotografía y por donde, este martes, ya habían desfilado más de 160 segovianos para ser retratados por Represa.

Acudo con curiosidad al encuentro con el artista, con tan asombrosa trayectoria profesional como lo fueron también sus comienzos, en el pequeño laboratorio de su casa donde su padre, médico, revelaba radiografías y fotos en blanco y negro; un espacio que él rescató a los 14 años, al fallecimiento de su progenitor, positivando negativos, los primeros de sus hermanos mayores cuando eran pequeños.

A la entrevista con Represa —que tiene en Santander su propia escuela de fotografía, La Recámara— me acompaña mi hermano gemelo, Roberto, que, casualmente, este día también se había enfundado un vaquero y un jersey negro. Tras las presentaciones, al instante, con pícara sonrisa, el artista, que ya tiene una imagen en su cabeza, expresa su deseo. «Hacemos la entrevista —nos dice— pero después os hago la foto a los dos». 

Represa fotografía a una de las participantes del proyecto, Lola Peñas.Represa fotografía a una de las participantes del proyecto, Lola Peñas. - Foto: Roberto Arribas

Represa, que en El Periódico de Cataluña llegó a realizar más de 150 portadas de su suplemento dominical, ha retratado a Michael Douglas, Leonard Cohen, Luciano Pavarotti, Woody Allen, Mónica Belucci, Samuel L.Jackson, Miguel Delibes, Willem Dafoe, Quentin Tarantino, Almodovar, Penélope Cruz, Joaquín Sabina, Miguel Bosé… En una sola semana más de 200 segovianos habrán pasado ‘por capilla’, la del Museo que gestiona la Diputación de Segovia, para ser retratados por Represa, dentro del proyecto ‘Mola Segovia’. 

Se trata, como explica la directora-conservadora de la pinacoteca, Ana Doldán, de realizar una «cartografía de la sociedad segoviana» a través de retratos individuales; en una actividad complementaria a la exposición ‘Mi lugar en cualquier lugar’, que reúne en las salas del museo 76 instantáneas firmadas por el artista vallisoletano.

Desbordados. «No sabíamos que acogida iba a tener Mola Segovia y, en verdad, estamos desbordados», comenta Doldán, que se acaba de unir a la conversación, mientras dos mujeres entran a la pinacoteca, las primeras que tienen cita con Represa para ser retratadas. «He venido porque me convenció mi amiga. Es una gran oportunidad de conocer a un artista excelente», afirma Lola Peñas, mientras su amiga, también de nombre Lola, y apellido Lendinez, asiente con la cabeza y esboza una sonrisa de complicidad. «Uno piensa —enfatiza— que son fotografías que tendrán un gran valor dentro de muchos años ¡Ahí estuvo mi abuela!, dirán mis nietos». «¡Vamos a formar parte de la historia!», suelta entre carcajadas su amiga, que avisa que ambas cumplirán con obediencia ciega las instrucciones del artista cuando se pongan delante de la cámara.

El fotógrafo, en plena acciónEl fotógrafo, en plena acción - Foto: Roberto Arribas

Antes de comenzar la sesión fotográfica, llega la charla con Represa, en el exterior del Museo, donde el frío matutino queda amortiguado por unos tímidos rayos de sol. El fotógrafo, que ha trabajado pora Vogue, Elle, la edición española de la revista Rolling Stone, El País, El Mundo o ABC, comenta que está «muy agradecido» con el Museo y su directora, por darle la oportunidad de repasar su trayectoria en una exposición «maravillosa».

Durante la conversación recuerda que tiene una casa familiar en  Valsaín y que este entorno también es protagonista de la exposición. Represa precisa que  ¡Mola Segovia! surgió una vez abierta la muestra en el Esteban Vicente «para devolver algo del agradecimiento y cariño» que le ha demostrado la pinacoteca segoviana. La iniciativa está en la línea de ¡Hola Barcelona!, una campaña que realizó el artista en 2014 al abrir su estudio en la ciudad condal. «Hice casi mil retratos y fue un éxito brutal. Allí estuve varios meses. Aquí en Segovia lo hemos reducido a apenas una semana ¡Y superaremos los doscientos! Estoy muy contento».

Antes de enfrentarse a este álbum visual de la sociedad segoviana, Represa tenía un estereotipo de Segovia, el de una ciudad de provincias, casi como su Valladolid natal, aclara. «El estereotipo siempre se rompe. Estoy encontrando gente muy atractiva, con mucho rollo. Es lo bonito de estos trabajos, hacer una tipología de cómo son ahora los segovianos, de su vestimenta, de su carácter… son trabajos que tendrán más valor a largo plazo».

Jorge Represa, este martes, en la capilla del Museo Esteban Vicente.Jorge Represa, este martes, en la capilla del Museo Esteban Vicente. - Foto: Roberto Arribas

El artista aclara que huye el retrato «tipologico». «No sé si llamarlo psicológico —puntualiza— pero cada persona tiene su retrato. Llevo acumulado una gran paliza estos días porque cambio mucho la iluminación. Cada persona tiene su luz». Represa «trabaja» cada modelo que se sitúa frente a su cámara. «Entran en juego muchos elementos, desde la pura fisonomía a la psicología. Cada persona es distinta y un retrato no tiene que ver con otro. Hay una misma escenografía y un solo fotógrafo, pero cada modelo es un mundo», reitera.

Personalidad. Represa se especializó en el retrato, desde los 80 hasta principios del nuevo siglo, especialmente de rostros ‘famosos’. ¿Alguna diferencia con la gente anónima que posó después para el artista? «No hay diferencia», responde. «No había retratado más que a famosos y en 2004 acabé harto, me sature y aparqué el retrato. Diez años después, con ¡Hola Barcelona! —confiesa— descubrí que la fama no entra en la ecuación del retrato. La satisfacción que tiene el espectador de una imagen no depende de si el personaje es famoso o no, sino de que obtenga una información del carácter y espíritu de esa persona. El retrato tiene que traslucir la personalidad del retratado».

La charla continúa mientras esperan en el vestíbulo las dos mujeres que van a ser objetivo del fotógrafo. ¿En qué se fija primero Represa de las personas que serán sus modelos? «Un retrato no es un primer plano, puede ser de cuerpo entero y la ropa mancha mucho en el lienzo. Parece una estupidez y no lo es», afirma. 

Al estilo de ropa del ‘modelo’, el artista añade los rasgos físicos «casi antropológicos. La raza, la experiencia que se ve en la cara, la fealdad o la belleza del rostro, cada persona tiene un rasgo que me inspira», dice.
Es aquí cuando el fotógrafo añade una dificultad que encuentra en España, con independencia de la ciudad de la que procedan los individuos. «Aquí todos somos blancos y vestimos en Zara, hay una homogeneidad que para un retratista es lamentable», afirma Represa, que recuerda cómo «tardé mucho en retratar un famoso de otra raza». Era el actor norteamericano Samuel L.Jackson. «Flipé. Fue mi primer hombre de raza negra que retraté. Luego viví en Nueva York y pensaba ¡Ser retratista en España es una miseria porque todos somos iguales¡».

Ni Represa ni la directora del Museo saben aún el destino de los más de 200 retratos de segovianos fruto de ¡Mola Segovia! «Ahora llegan miles de horas para procesar todo esto. Ya veremos qué hacemos, aunque estoy convencido de que el Museo hará una cosa brillante y dimensionada al proyecto, que al final ha sido de envergadura».

Acaba la charla y, en apenas diez minutos, el fotógrafo prepara el estudio en la capilla del Museo. Con fondo y suelo negros, dos grandes focos iluminan la zona reservada a los modelos. Primero posa una de las mujeres, Lola Lendinez, sobre una silla, en varias posturas. «Baja la barbilla, no pongas cara de pánico», le dice el artista, que porta una cámara marca Nikon. Toma las instantáneas desde varios ángulos y alturas. A continuación pasa su amiga, que también saldrá retratada sentada. Tras las dos mujeres, los gemelos. Represa nos sitúa uno enfrente del otro, nariz con nariz, con la referencia de una línea marcada en el suelo, casi inapreciable desde la distancia, en lo que parece simular la imagen de un solo hombre ante un espejo. 

«Pon la mano sobre la cabeza a tu hermano. Pellízcale la cara. Ahora Roberto, mírame...», ordena el fotógrafo sin despegar el ojo del visor de la cámara.  «Brutal, está fantástico», sentencia Represa, mientras su ayudante, Almalfy, ya prepara al siguiente ‘modelo’ de la Segovia actual que será inmortalizado bajo la mirada del artista.