El coronel Rafael de Felipe Barahona, nuevo director de la Academia de Artillería, pertenece a la L promoción de la Academia General Militar y a la 283 de Artillería. Tras su paso por las academias militares de Zaragoza y Segovia entre los años 1990 y 1995, fue promovido al empleo de teniente de Artillería en ese último año. En esta entrevista, quien ha estado destinado en el Grupo de Artillería de Campaña Paracaidista VI,  en el Cuartel General del Mando de Artillería Antiaérea,   en el Mando de Operaciones y en el Estado Mayor del Ejército, entre otros, sostiene que no entiende «la Academia de Artillería sin Segovia, la relación es magnífica. La Academia se siente querida por Segovia y por los segovianos, por las instituciones y por los ciudadanos, y el cariño es mutuo».  

Como artillero, en su primeras palabras en la toma de posesión ha considerado un privilegio este destino como director, ¿es el salto más difícil al que se enfrenta como paracaidista, como dijo? 

Como artillero que soy y, después de haber pasado dos muy buenos años en la Academia de Artillería cuando era cadete, es un auténtico privilegio ser ahora el director. Decía lo del salto más difícil porque es un reto enorme,  una responsabilidad muy grande tener en mis manos la formación de los futuros oficiales y suboficiales de artillería y saber que las decisiones que yo adopte durante estos años seguro que van a condicionar su forma de ser y de actuar en el futuro. Por lo tanto, efectivamente, es el reto más difícil al que me he enfrentado nunca,  pero lo hago con muchísima ilusión, como decía también el día de mi toma de posesión,  no tenía tanta ilusión desde que era teniente, justo cuando salí de la Academia y me incorporé a las unidades, así que eso muestra un poco el sentimiento que tengo.  

Ha destacado el papel que tiene el centro educativo como motor de transformación e innovación, ¿se prevén avances en este campo?

Esta Academia y todas las demás dependen del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC). Este  centro es motor de modernidad y de innovación dentro del seno del Ejército de Tierra. Si nos remontamos unos siglos atrás cuando era Real Colegio [en el siglo XVIII], la Academia de Artillería era referencia en ciencias o matemáticas, con el paso del tiempo, se ha convertido en un referente en simulación, por ejemplo, y el centro artillero de simulación que tenemos en este acuartelamiento, que se va mejorando con el paso de las unidades que vienen a él, todas las semanas, pues es referencia a nivel nacional y me atrevería que decir internacional también. Ese es uno de los campos en los que la Academia ahora mismo está haciendo innovación. 

¿Conocido el destino del PCMASA2,  la antigua Base Mixta, a la Base Logística del Ejército de Tierra en Córdoba, no sabemos a qué plazo, habría que temer una marcha de la Academia de Artillería? 
 

Respecto al PCMASA2 no tengo información porque dependemos de mandos diferentes y no le puedo responder. De la Academia yo no tengo ninguna noticia de que haya algún plan para marcharse de Segovia. Recuerdo que, a los pocos días de llegar, en septiembre, cuando me recibió la alcaldesa, Clara Martín, me dijo que no se entendía Segovia sin la Academia de Artillería y  añadiría que, yo al menos, no entiendo la Academia de Artillería sin Segovia, la relación es magnífica. 
La Academia [que cuenta con 300 alumnos] se siente querida por Segovia y por los segovianos, por las instituciones y por los ciudadanos, y el cariño es mutuo.  No he oído nada al respecto [una posible marcha] y espero que siga aquí muchos siglos más.

¿Quiere decir que las relaciones institucionales son buenas?

Son magníficas, insisto en que la Academia se siente querida, la relación tanto con las instituciones como con distintas asociaciones de todo tipo son muy buenas, cada día recibo en mi despacho a gente que quiere venir a saludarme y a tener algún tipo de interacción con la Academia que, a su vez, está más abierta para que se conozca fuera porque, cuando alguien quiere y está orgulloso de algo, le gusta darlo a conocer.  Celebramos en nuestras instalaciones un buen número de eventos que nos solicitan distintas organizaciones, para que la Academia forme parte de la sociedad. También recibimos visitas varios días a la semana para cualquier ciudadano que quiera conocer esta maravilla que tenemos aquí. 
Otros directores participaban en reuniones con responsables de universidades civiles, ¿se mantienen estos contactos?
Se mantienen y yo creo que van a más. Tenemos relación con la Universidad Nacional de Educación a Distancia, con la Politécnica de Madrid, donde estuve hace unos días; con el Instituto de Empresa, tanto en su campus de Segovia como en el de Madrid, y con la Universidad de Valladolid  también realizamos todos los años algunas actividades.  Creo que es fundamental que los alumnos de la Academia interactúen con los de otras universidades,  para conocerse, para entenderse y para darse cuenta de que forman parte de la misma sociedad.

¿Los alumnos, aunque solo sea por tradición, también se sienten vinculados a Segovia?

Los alumnos tienen relación con la ciudad, cuando los recibimos en la Academia llevamos a cabo un plan de acogida para que conozcan no solo el Alcázar por haber sido el origen del Real Colegio de Artillería sino todas las ciudad en general, tienen actividades fuera, celebramos actos en la calle, como Santa Bárbara,  incluso el resto de unidades que vienen al simulador se forman durante las horas lectivas pero después también hacen vida en la capital.

Ha dicho que el reto que se plantea es mantener una enseñanza integral de los alumnos, los futuros oficiales y suboficiales, fundamentada en unos conocimientos serios y una base de valores importante...
 

La enseñanza integral es la suma de los conocimientos y de valores. Los oficiales y suboficiales que egresen de esta Academia, por muy buenos que sean,  no pueden ser únicamente unos técnicos en el empleo de su sistema de armas, de la táctica militar y de otras disciplinas, sino que, además, deben tener una sólida formación en valores. Al final, en la Academia se están forjando los líderes del futuro y tiene que ser un liderazgo orientado a la misión que se basa en cuatro pilares fundamentales. 
El primero de ellos es la ejemplaridad, se basa también en la iniciativa que deben tener cuando estén fuera de las unidades, en la responsabilidad y, en definitiva, los líderes del futuro no pueden ser personas que dominen mucho la técnica y que dejen al margen los  valores.  Estamos viendo en la guerra de Ucrania, por ejemplo, que no todo vale o no todo debería valer y nuestros oficiales y suboficiales deben tener esa sólida formación para que, si alguna vez se encuentra en una situación tan complicada como la que hoy se produce en Ucrania sepan que la guerra tiene límites también.

Ha participado en operaciones en el exterior en Bosnia, Kosovo, Irak, Afganistán, Líbano y República Centroafricana, ¿qué papel cumple el Ejército en este tipo de misiones?  
 

Un papel fundamental porque el compromiso con las organizaciones internacionales de seguridad y defensa de las que España forma parte, muy especialmente la Unión Europea y la OTAN, pero también las Naciones Unidas, se corresponde con la vocación de nuestro país de ser un actor importante en la promoción de la libertad y de la seguridad a nivel mundial. 
Las Fuerzas Armadas españolas tienen mucho prestigio en las operaciones en el exterior,  que se han ganado con el paso de muchos años, hace ya mucho tiempo que estamos operando fuera, y lo enlazo con lo que hablaba antes de los valores, que tiene mucho que ver con esa forma de ser y de actuar del soldado español que es cercano,  empático y realiza sus cometidos con una sólida formación en valores por duros que sean y por hostil que sea el ambiente en el que los llevan a cabo.
Desde la experiencia de haber tenido el inmenso honor de participar en distintas operaciones en el exterior bajo bandera de Naciones Unidas, de OTAN y UE puedo decir que el prestigio del Ejército español está muy alto entre nuestros aliados. Creo que nosotros damos lo que podemos con los medios que tenemos, cuando vamos a una zona de operaciones lo hacemos comprometidos con la misión, con el espíritu de la organización internacional en la que vamos encuadrados y de nuestro propio país y con una forma de hacer las cosas que hace que nos aprecie mucho la población local de aquellos países en los que desplegamos.

Con una guerra a las puertas de Europa por la invasión de Rusia a Ucrania, ¿desde el punto de vista estratégico qué previsión augura a esta situación? 

Vista desde mi puesto de director de la Academia de Artillería pues nos hace pensar en varias cosas. La primera de ellas es que la sociedad española tiene percepción de que puede existir una amenaza, cosa que nadie podía imaginar algo así, en los últimos años,  gracias a dios, la situación era mucho más estable en Europa y nadie podía imaginar algo así; en segundo lugar, revaloriza más todavía nuestro compromiso con las organizaciones internacionales de seguridad y defensa, especialmente la Unión Europea y la OTAN y, bajando más a mi terreno, pone de manifiesto la crucial importancia del dominio terrestre que es en el que las acciones afectan más al factor humano, como se está viendo en Ucrania. 
Desde la gorra de director de la Academia de Artillería pone en relieve la importancia fundamental que este Arma está teniendo en el conflicto, de hecho la artillería tanto de campaña como antiaérea, unida a la voluntad de vencer,  cumple un papel crucial en todas las batallas que estamos viendo. A eso le añadiría de nuevo el liderazgo y nuestros alumnos tienen que saber cuando vean el telediario y los horrores que allí se están cometiendo que no todo, vale; y que cuando estén en sus unidades y vayan a operaciones en el exterior sean del tipo que sea pues que  tienen que que actuar conforme a los valores que desde aquí se les están inculcando. 

¿Analizan con los alumnos la evolución de esta guerra?

Los alumnos que están aquí se forman para los dos primeros empleos que van a ostentar cuando egresen, en el caso de los suboficiales sargentos y sargentos primeros y, en el caso de los oficiales, tenientes y capitanes. Los estudios de lecciones identificadas a nivel estratégico se quedan un nivel un poco alto para ellos y se abordan en otros centros de enseñanza de altos estudios para la Defensa. De todos modos, la enseñanza que se obtiene tanto este conflicto como de otros forma parte por supuesto de las conversaciones,  de los debates y de las las clases en las que se habla de artillería, claro que sí, porque tiene un papel fundamental, a España se le está pidiendo que despliegue unidades de artillería fuera, cosa que no sucedía desde hacía años.

¿Se aventuraría a hablar de una fecha en la que pueda terminar este conflicto?

Sería un imprudente si vaticinara algo así porque yo creo que nadie lo sabe, lo que sí que deseo es que que termine lo antes posible con el respeto a la legalidad internacional y que acabe el inmenso sufrimiento que está viviendo la gente de Ucrania en estos momentos. 
Una de la repercusiones que ha tenido esta guerra es el aumento en el presupuesto de defensa solicitado desde la OTAN, ¿lo considera acertado?
Está previsto que aumente el presupuesto en defensa, en mi opinión no será un gasto adicional  porque debe ser entendido como una inversión en ese bien puro nos proporcionan las Fuerzas Armadas, como es su contribución a la defensa y ésta a su vez a la seguridad en sentido global. 
Como alcaide del Alcázar ¿cómo está siendo la evolución de las visitas al monumento, que prevé cerrar el año con 500.000 entradas?, ¿volverán a emprender proyectos de restauración tras la crisis sanitaria?
Afortunadamente, el Alcázar está en una senda de recuperación, no estamos todavía en el nivel más alto que se alcanzó antes de la pandemia, pero si todo sigue así, y esperemos que sí,  siempre que no haya un repunte de la pandemia que obligue otra vez a adoptar las medidas como las del pasado, con cierres perimetrales, acabe todo normalizándose más pronto que tarde,  con lo cual todas esas inversiones para la conservación y mejora del monumento podrán llevarse a cabo con normalidad, poco a poco, eso sí. 

¿Al terminar su destino en la Academia de Artillería, en tres años, que objetivo le gustaría haber visto cumplido? 

Cuando acabe el mando de la Academia me iría feliz, dentro de tres años, si los alumnos que han estado conmigo durante este tiempo quisieran parecerse a su director cuando ya estén en las unidades.