Aunque no hay peligro para la seguridad de los feligreses, el párroco de la iglesia de San Miguel, en la capital, Isaac Benito, está preocupado por el deficiente estado de las cubiertas de este templo heredero del vinculado con la coronación de Isabel como reina de Castilla, el 13 de diciembre de 1474 en la antigua iglesia románica que se encontraba en el centro de la Plaza Mayor, que se hundió en 1532, dando origen al actual, a unos metros, en un lateral, cuya primera piedra se colocó en 1536, en el gótico, con una torre renacentista.
A Isaac Benito Melero, a punto de cumplir 80 años, que ha dedicado a las misiones una buena parte de su vida religiosa, le inquietan las señales de goteras que ya se aprecian en las bóvedas del presbiterio, con un retablo barroco (1665-1672), de una construcción muy similar a la de la Catedral, y que puedan 'colapsar' en algún momento si no se le pone remedio antes.
Hace tres años ya se valoró en 600.000 euros el presupuesto de restauración, que en la actualidad ascendería a unos 720.000, un 20% más, sin embargo los recursos son escasos. Además, este templo, que conserva piezas importantes del anterior en cuyo claustro se registró el acontecimiento histórico de la proclamación, como unas esculturas, un sepulcro y un temple y óleo sobre tabla del Maestro de los Claveles –activo en la diócesis de Segovia en los últimos años del siglo XV–, entre otros, no está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que a la Iglesia le resulta complejo solicitar ayudas oficiales y carece de recursos propios para abordar las obras necesarias, mientras que con una colecta popular sería difícil alcanzar la cantidad necesaria.
Se ha incoado el expediente pero tardará aún tiempo en resolverse, según este sacerdote que pertenece a la Unidad Parroquial de Segovia Centro -con cinco iglesias–, que coordina y dirige Andrés de la Calle, vicario general hasta 2017.
Empeñado en dar a conocer el histórico templo, parroquia de una buena parte de los vecinos del centro histórico, aunque con población envejecida, Isaac Benito, que durante su estancia en África carecía de luz eléctrica y desconocía lo que era un teléfono y menos un ordenador, se ha lanzado al mundo digital y él mismo escribe dos blogs, uno de ellos con más de mil visitas diarias desde diversas partes del mundo, y ha abierto perfiles en redes sociales, aparte de que ha creado códigos QR en cada una de las seis capillas donde da a conocer las obras que hay en cada una de ellas, desde el panteón de la familia del doctor Laguna, al sepulcro de Diego de Rueda y su esposa Mencía Álvarez del Río, de alabastro, con decoración plateresca, a las tablas atribuidas al Maestro de los Claveles o una colección de nueve pinturas, inspiradas en cartones de Rubens, con el tema de la Apoteosis de la Eucaristía.
Benito Melero está empeñado en «salvar a esta iglesia y que se la conozca, sobre todo el hecho de su vinculaión con la reina y que se aprecie en Segovia». De hecho ha promovido también la publicación del libro 'Iglesia de San Miguel. Un lugar privilegiado de nuestra historia', escrito de manera altruista por la historiadora del arte segoviana Mercedes Sanz de Andrés.
Consta de cinco capítulos, desde el dedicado a la desaparecida iglesia románica y los otros cuatro a la historia del nuevo templo, su arquitectura, los retablos, capillas funerarias y las cofradías, entre otros aspectos.