Las carrozas de los Reyes Magos se construyen en Segovia

Sandra Segovia
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Teresa, Ana y Almudena, propietarias de la empresa Innova Altea, fabrican en su talle de Fuentesaúco de Fuentidueña carrozas que alquilan a varios ayuntamientos del país para que sus Majestades los Reyes de Oriente repartan los regalos el 5 de enero

Las carrozas de los Reyes Magos se construyen en Segovia

Las caras de los niños de Fuentesaúco de Fuentidueña se iluminan cuando pasan por una de las calles de la localidad. Allí, Teresa Martín, Ana y Almudena Gómez (y sus maridos y familiares) fabrican las carrozas que alquilan a varios ayuntamientos de toda España y que llevarán a los Reyes Magos a repartir los regalos a los pequeños y no tan pequeños la noche del 5 de enero. Pero los niños no son los únicos curiosos, desde la puerta de la nave en la que trabajan los fabricantes del transporte de Sus Majestades se asoman los vecinos sorprendidos. Y es que la purpurina de la puerta los delata.

La idea de crear carrozas para el que es el día más especial del año nace de la empresa de eventos Innovate Altea (acrónimo de las iniciales de sus nombres) compañía fundada hace seis años. Tras sus primeros dos  años de andadura se lanzaron a dedicarse a la época más bonita, la Navidad. Al principio, hacían de intermediarias entre las empresas que fabricaban las carrozas y los ayuntamientos que las solicitaban para las cabalgatas. Este 2022 la historia ha cambiado, y ahora son ellas mismas las que han destinado todos sus esfuerzos a crear sus propias carrozas. «Nos encanta la Navidad, nos encanta innovar y nos encanta hacer cosas bonitas. Nos encanta tener en nuestras manos la magia de la Navidad», revela Teresa.

Y con ayuda y mucha dedicación han conseguido crear nueve carrozas con tres temáticas diferentes: las tres primeras, son camellos; las siguientes se basan en animales (un pez, un elefante y un tucán) y, por último, una estrella, una luna y un sol. «Queríamos que quedara diferente, todas las carrozas suelen ser iguales: de camellos, pero nosotras queríamos darlas un toque especial», señala Teresa. 

Las carrozas de los Reyes Magos se construyen en Segovia Las carrozas de los Reyes Magos se construyen en Segovia

Y no se las ha dado nada mal, cada conjunto de carrozas ya tiene destino. Tres se quedan en Cuéllar, tres se van a El Escorial y las tres restantes tienen como dirección Becerril de la Sierra. «Es un año que se nos ha dado muy bien. Venimos de dos años de pandemia por el Covid-19 y nos hace mucha ilusión que este año se vuelva a la normalidad, y a celebrar las Navidades».

Lo que hay detrás. Dicen que quien algo quiere, algo le cuesta. Y así las ha pasado a Teresa, Ana y Almudena. Los pasos para construir una carroza no son sencillos, primero se empieza por buscar cuál será la figura y el trono de la misma. Tras esto, se definen los colores: el azul para Melchor, el verde para Gaspar y el rojo para Baltasar. A continuación, se manda hacer la figura que precederá al rey en poliespán, se recubre de fibra de vidrio y se pinta. Lo mismo que sucede con los tronos. Para finalizar, se da el toque de purpurina. «Cada carroza llevará entre diez y doce kilos de purpurina», desvela Teresa. 

Una vez que se tienen las figuras hechas es el momento de pedir los remolques y anclarlas, para finalizar con la instalación de los quitamiedos y el sistema eléctrico.

«Todo está muy enfocado en torno a la seguridad. Hay que pensar que van niños dentro, por lo que es muy importante seguir todas las medidas de seguridad», desvela el marido de Teresa, Roberto, quien no se libra de echarla una mano de vez en cuando. 

«Desde el principio buscamos que todo girara en torno a la seguridad. Los remolques son aptos para la circulación, tienen su documentación y sus seguros, cada carroza lleva mínimo un extintor que se timbra todos los años, aunque no es obligatorio, y los sistemas eléctricos están protegidos para que no les afecte el agua, además de llevar protección por si hubiera algún cortocircuito», explica Roberto. Teresa añade que si llueve «todas las carrozas pueden seguir circulando porque está todo pensado al milímetro para que los cables no se mojen y que no haya ningún corto. Además, las figuras también se pueden mojar». 

El tiempo que se tarda en construir una carroza varía entre los tres y cuatro meses, dependiendo de las personas que trabajen en ello. «Hemos llegado a trabajar entre seis y ocho personas de continuo, además de que de vez en cuando echamos horas en nuestros ratos libres», señala Roberto. «Es un trabajo que lleva muchísimas horas, sobre todo al principio por el diseño que tiene, aunque también dedicamos mucho tiempo a los detalles».

La vuelta al pueblo. A pesar de vivir en Madrid, los padres de Teresa son de Fuentesaúco de Fuentidueña. Pero ese no fue el principal motivo por el que decidió construir sus carrozas en el municipio. «Por costes», desvela Teresa convencida.  A eso se suma la confianza de los vecinos. «Aquí si necesitas algo cualquiera te echa una mano; si necesitas un toro para bajar una estructura, el primero que pasa por la calle te ayuda; si necesito sacar los remolques fuera y estoy yo sola, los vecinos me ayudan.  A veces tenemos que sacar las carrozas a la calle para trabajar mejor, y eso en la ciudad no lo puedes hacer pero  aquí tienes esa confianza de saber que no va a pasar nada», señala. 

Además, con su empresa han fomentado el consumo rural ya que todo el material necesario lo han adquirido en la zona. 

«Me siento muy orgullosa de ser la primera y única empresa de carrozas en Segovia», revela Teresa.