Luquero hace un Arahuetes

David Aso
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La todavía alcaldesa repite la misma fórmula que su predecesor al anunciar su dimisión y dejar un delfín al frente (Clara Martín en este caso) con margen para foguearse en el cargo antes de las siguientes elecciones

Clara Luquero y Pedro Arahuetes, en dos imágenes tomadas este viernes y el 11 de febrero de 2014, durante las ruedas de prensa que ofrecieron para anunciar sus respectivas dimisiones. - Foto: Rosa Blanco

Clara Luquero dejará la Alcaldía de Segovia casi a la misma altura de mandato que Pedro Arahuetes en su día. Con menos de dos meses de diferencia, dejando un delfín al frente y esgrimiendo el mismo argumento oficial para justificar su dimisión: «Motivos personales», el comodín que todo lo aguanta. Ninguna carta más sobre la mesa, aunque también hay un desgaste político que preocupaba en su partido, aparte de circunstancias familiares, la edad (cumple 65 el próximo 12 de julio) o 19 años de intensa trayectoria en el Ayuntamiento (contando los casi once de concejala). Y también interés por preparar con tiempo un candidato alternativo dentro del equipo municipal socialista de cara a las próximas elecciones, pero con un matiz por encima de otros: Arahuetes quiso evitar que el PSOE decidiera su sucesor en primarias, según diría él mismo tiempo después; y Luquero dice que ha trabajado la sucesión con los dirigentes socialistas a nivel local y provincial.

La maniobra política, en esencia, es la misma: dimisión antes de acabar el mandato dejando margen a quien toma el bastón de mando para probarse en el cargo. En 2014, Arahuetes hizo efectiva su renuncia el 31 de marzo y Luquero fue elegida alcaldesa por el Pleno el 5 de abril, 13 meses y tres semanas antes de las municipales del 24 de mayo de 2015. Luquero, por su parte, formalizará su dimisión el 27 de mayo, y Clara Martín se espera que tome el relevo en la primera semana de junio, con la próxima cita con las urnas a casi 12 meses vista (28 de mayo de 2023). 

El día que Arahuetes anunció su renuncia (11 de febrero de 2014) describió a Luquero como «un baluarte». «Es una persona que va a superar exponencialmente la gestión que yo he realizado en los últimos once años. Será, si la Corporación municipal así lo decide, una buena alcaldesa para la ciudad. Conocéis su capacidad de trabajo, su amabilidad, su cariño, su no enfrentamiento con nadie, su conocimiento del Ayuntamiento y su total dedicación y entrega», destacó, aunque con los años se hayan distanciado por diferencias de criterio. Un mensaje muy parecido al lanzado por Luquero este viernes, ocho años y casi tres meses después, sobre Clara Martín: «Tiene iniciativa, una capacidad extraordinaria de trabajo, unos conocimientos técnicos muy superiores a los que pueda tener yo... Va a ser mucho mejor alcaldesa de lo que haya podido ser yo, que no lo dude nadie».

De derecha a izquierda: Pedro Sánchez, Clara Luquero, Clara Martín y Jesús García Zamora en el Congreso Federal del PSOE del pasado octubre. La imagen fue difundida en redes sociales por los propios socialistas.De derecha a izquierda: Pedro Sánchez, Clara Luquero, Clara Martín y Jesús García Zamora en el Congreso Federal del PSOE del pasado octubre. La imagen fue difundida en redes sociales por los propios socialistas.

Claro que también hay matices importantes que diferencian el episodio sucesorio de 2014 del que se acaba de abrir ahora. Por de pronto, Arahuetes apuntó a Luquero en 2014 como su «sucesora natural», dado que entonces era la número 2 en la lista del PSOE, mientras que ahora Clara Martín partía de inicio con cuatro concejales por delante: el número 2 actual, Jesús García Zamora (de absoluta confianza para Luquero y tanteado sin éxito en reiteradas ocasiones como posible sucesor, pero convencido de seguir volcado en UGT), Andrés Torquemada, Marian Rueda y Miguel Merino.

Por otra parte, Arahuetes, pasadas las elecciones de 2015, dijo que había actuado de este modo para no dejar la sucesión exclusivamente en manos del PSOE. Quería asegurar que Luquero fuera quien le sustituyese, y si hubiera terminado el mandato como alcalde pese a renunciar a la reelección, habría propiciado que el PSOE convocara primarias para elegir cabeza de lista, siendo entonces la alternativa que auspiciara el aparato del partido la que habría tenido más opciones, ya fuera Luquero u otra persona, que aspirantes alternativos no faltaban. 

No puede obviarse además que Arahuetes se mantuvo como independiente hasta el final de su etapa, sin afiliarse al partido que representó como alcalde durante once años, y así apostó por Luquero, limitándose a comunicar la decisión a los dirigentes socialistas.

Luquero, en cambio, aparte de ser de izquierdas hasta la médula, está muy comprometida con los valores socialistas y ha trabajado la decisión con su partido antes de anunciar la apuesta por Martín, lo cual, por otro lado, no ha sido cuestión de pocas semanas precisamente.

El desgaste político y personal de la todavía alcaldesa ya fue serio entre febrero y junio de 2021, un intervalo que arrancó con la noticia del futuro desmantelamiento de la Base Mixta (por la elección de Córdoba como sede de la Base Logística del Ejército de Tierra) y continuó con dos sentencias judiciales contrarias al Ayuntamiento por sendas adjudicaciones irregulares de contratos de la Concejalía de Cultura, cuya titular, Gina Aguiar (apuesta personal de Luquero), terminó presentando su dimisión bajo la presión de todos los grupos políticos del Ayuntamiento salvo el PSOE. Arreciaron las dudas en las propias filas socialistas tanto dentro como fuera de la Plaza Mayor, sobre todo, por la tardanza en tomar medidas ante el 'caso Aguiar'; y empezó a cuestionarse su gestión, aunque nadie lo hiciera en público y la última palabra sobre el futuro político de Luquero siempre haya sido suya.

Cierto que la regidora ya no tenía claro seguir otro mandato antes de que se desataran aquellas crisis (esta pasada semana aseguraba a El Día que ya comunicó al partido antes de las pasadas elecciones que no volvería a presentarse), y todo se aceleró en diciembre, una vez empezaron a materializarse decisiones perfiladas en los meses previos. El 3 de diciembre, concretamente, abordó un cambio clave en la dirección de comunicación: destituyó a Yolanda Fernández, que la había acompañado durante toda su etapa de alcaldesa (ya estuvo con Arahuetes), y la sustituyó por Sergio Arribas, persona de confianza para Clara Martín, quien ya por entonces empezaba a asumir roles por encima de los que le correspondían por su cargo de concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico. Roles y también especial protagonismo en las comunicaciones oficiales del Ayuntamiento.

Poco después, en el Congreso Provincial del PSOE (18 de diciembre), se aprobaba la entrada de Clara Martín a la Ejecutiva socialista. Había empezado el mandato como independiente, pero ya venía de participar en octubre como afiliada en el Congreso Federal, que dejó una foto curiosa, si no reveladora, de Pedro Sánchez con Clara Luquero, Clara Martín y Jesús García Zamora, difundida por ellos mismos en redes sociales. El presidente del Gobierno a la derecha de la imagen; y junto a él, la todavía alcaldesa, que comparte el centro del cuadro con quien está llamada a sucederla, mientras toca un brazo de García Zamora con los dedos de su mano derecha para asegurar que deja hueco a Martín.

Antes de acabar el año, el 30 de diciembre, se anunciaba el aplazamiento del pleno ordinario del mes, que iba a celebrarse ese mismo día, debido a un problema de salud del marido de la alcaldesa.

RUMORES DESATADOS. «Soy clara como mi nombre, casi transparente y a veces hasta demasiado. Ese va a ser mi problema», decía Luquero en abril de 2014, en su primera entrevista tras ser elegida alcaldesa por el Pleno. El 23 de diciembre de 2021, en una entrevista concedida a El Día de Segovia (publicada el 31 de diciembre en la edición de papel y el 1 de enero en la digital), no pudo negar su futura marcha sin esperar a que terminara el mandato, aunque lógicamente tampoco la admitió. No era la forma deseada de anunciarla, claro, y además Mañueco acababa de convocar elecciones autonómicas anticipadas para el 13 de febrero. Lo que viene es un extracto de aquella entrevista:

¿Vamos a asistir en breve a una sucesión como la que se produjo entre Pedro Arahuetes y usted, con dimisión «por asuntos personales» y designación de un concejal como alcalde (con la preceptiva aprobación previa de una mayoría plenaria)?

Aquí no hay que ver nada, yo tengo que estar gestionando la ciudad y poniendo el futuro de la ciudad por encima de todo y trabajando, ese es mi papel. Y yo tengo un compromiso con los ciudadanos que tiene un periodo de caducidad. Después todo depende de decisiones personales, y decisiones de un partido que presenta candidatos.

¿Llegará entonces como alcaldesa al segundo semestre de 2022 si no sobreviene nada extraordinario?

Bueno ya veremos, es que no entiendo qué obsesión…

Obsesión no, la cuestión está en su propio entorno…

¿Pero qué pasa, que la gente se pone a hablar, a la rumorología? A ver, aquí me tenéis, al frente de la Alcaldía, con el equipo de Gobierno trabajando por la ciudad. Ahora no toca decir si voy a volver a presentarme a las elecciones o qué, tocará cuando toque.

Pero es que no es cuestión de las próximas elecciones, que para eso aún queda, sino de conocer previsiones a muy corto plazo, a muy pocos meses vista... Si se puede llegar a ver incluso a Clara Luquero cediendo el bastón de mando a otra Clara (Martín, actual concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico), por ejemplo, que no deja de ser una cuestión que ya circula…

¿Pero por qué? Es que yo creo que estamos haciendo una entrevista hablando de la ciudad y del proyecto, no de cosas que son como de bola de cristal.

¿Lo descarta para próximos meses?

Vamos a ver, yo estoy diciendo que estoy trabajando al 100% por mi ciudad, que no puedo decir qué voy a hacer en el futuro porque una candidatura no es sólo cuestión de una decisión personal. Es una cuestión de partido también, o sea que habría que conjugar la voluntad personal con la decisión política de los órganos de un partido sobre quién es su candidato o quién no, y todo lo demás es elucubrar. ¿Con todo lo que tenemos que hacer y todos los retos que tiene la ciudad y nos tenemos que poner a elucubrar, a coger la bola de cristal y vaticinar qué va a pasar con esto o lo otro? ¿Y todo esto porque hay concejales que son muy buenos y que son una máquina trabajando? Me podrían suceder unos cuantos porque tengo concejales muy buenos que son máquinas trabajando.

Entonces, si no hay un problema de salud, ¿puede garantizar que en marzo o abril seguirá siendo alcaldesa?

A ver, yo no tengo la bola de cristal, no sé qué va a pasar en el futuro, y creo que usted tampoco, ni nadie. Lo que sí puedo decir es que estoy trabajando con toda la pasión del mundo por aprovechar los retos de futuro y unas oportunidades que se le brindan a la ciudad en el horizonte que nunca las había visto, eso es lo más importante.

Resumiendo, y dicho de manera coloquial, se esperaba que terminara haciendo 'un Arahuetes' y así ha sucedido: dimisión en el año previo al de elecciones y con un delfín al frente que, además, después de tantos meses de especulación, ya lleva tiempo bajo el foco de la oposición. 

Luquero acabaría siendo confirmada en septiembre de 2014 como candidata del PSOE para las elecciones de 2015, y en el caso de Martín aún no se ha llegado a ese extremo. Es pronto para anuncios de ese tipo, y más cuando ni siquiera ha sido nombrada aún alcaldesa (el pleno es en junio), aunque el PSOE valora que así sea si no surgen imprevistos. Hasta dónde llegan los paralelismos y cuál es el resultado, en cualquier caso, es algo que obviamente aún está verse.