"Es imposible estar a la vez en el IMD y en esta Segoviana"

Nacho Sáez
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Entrevista a Ramsés Gil, coordinador del Instituto Municipal de Deportes y entrenador de la Gimnástica Segoviana.

Ramsés Gil, durante la entrevista. - Foto: Rosa Blanco

Se hizo cargo de la Gimnástica Segoviana en marzo en una situación límite y ha conseguido que por primera vez se mantenga después de ascender desde Tercera División. Ramsés Gil (Segovia, 28 de junio de 1976) respira en azulgrana hasta el punto de que ahora se plantea dejar su trabajo como coordinador del Instituto Municipal de Deportes (IMD) para dedicarse en cuerpo y alma al club de su vida.

¿A qué altura sitúa esta permanencia respecto a éxitos anteriores?

Lo he vivido de forma distinta porque nunca había entrenado, pero ha sido como cualquier ascenso. Es que lo es porque nos íbamos para abajo. Y a nivel personal mucho más. Nunca había tenido tantas sensaciones acumuladas. Ha sido muy intenso.

Pero la semana pasada se le veía tranquilo.

Y tranquilo estaba. También en el partido. Pero han sido dos meses muy complicados porque se han juntado muchas cosas tanto a nivel personal como colectivo. Sentía mucha responsabilidad y mucha carga porque para bien o para mal, cuando sale mi nombre a la palestra, parece que transmito confianza o capacidad. Tengo mucha suerte en ese sentido, pero a la vez supone un exceso de peso y de responsabilidad que, cuando se tuerce un poco la cosa, cuesta. Nos tranquilizamos porque, cuando vimos al Cerdanyola, supimos que podíamos ganarles si hacíamos las cosas bien. Y los chicos hicieron el mejor partido desde que estoy yo, incluso por encima del día del Móstoles.

¿Esa presión se vive con mayor intensidad como jugador, como director deportivo o como técnico?

De entrenador con muchísima diferencia. De jugador te la autoimpones porque te piden que des tu mejor versión y seas profesional; de director deportivo la responsabilidad está en gran medida descargada sobre el entrenador y los futbolistas; y de entrenador es de coña. El entrenador siempre es la cabeza del proyecto por encima del director deportivo o el secretario técnico. Muchas veces es incomprensible. Si el director deportivo apuesta por un entrenador y sale mal, tiene algo que ver.

¿La charla del domingo fue la más emotiva?

Fue curiosa. Cuando doy la charla previa al partido yo intento resumir los aspectos tácticos que más has tratado durante la semana para que estén frescos en la cabeza de los chicos, y luego trato de buscar ese punto de motivación que es tan importante. Pero el otro día no fue mía. Llevaba toda la semana pensándolo porque ya me quedaba sin argumentos. Han sido finales tantos partidos que ya no sabía qué decirles. Jandro, que ha sido el segundo entrendor y analista, preparó un vídeo que era una pasada y yo no tuve que decir nada. Incluso nos llevamos el plasma que tenemos en La Albuera. La incorporación de Jandro ha sido clave, está preparadísimo y todo lo que le mandes sabes que va a salir perfecto. Vino gracias a Nacho Gonzalo [que ha sido preparador físico de la Gimnástica Segoviana, Real Oviedo y Cultural Leonesa, entre otros equipos].

La temporada termina con una alegría, pero ¿hay que exigir más a la Segoviana?

La plantilla, sobre todo a nivel técnico, tenía mimbres para estar más arriba sin duda. La diferencia entre estar más arriba o no ha sido mínima. Si hubiéramos ganado al Llanera, habríamos peleado por subir. La diferencia han sido detalles, dos o tres partidos de haber tenido más acierto. Nos da esperanzas de cara a un futuro de que en esta categoría podemos trabajar por algo más que mantenernos. Haciendo las cosas muy bien, está claro, porque la próxima temporada probablemente el nivel sea superior. Al final vas a Galicia y no tienen grandes nombres pero el Bergantiños, el Coruxo o el Arenteiro son equipazos.

¿Ramsés va a continuar?

Ni idea. Ha sido tal la manera en que hemos puesto el foco para terminar con el objetivo cumplido que ni de coña se me ocurría pensar más allá. Es totalmente imposible ser coordinador del IMD y entrenador de la Segoviana a la vez. Gracias a que Marian [Rueda, la concejala de Deportes] y mis compañeros me han ayudado mucho. No puedes estar entrenando a un equipo profesional como es ahora mismo la Segoviana y trabajar de ocho a tres. Necesito ese tiempo para planificar y hacer las cosas bien. Ha sido una pesadilla. Ahora tengo claro que tenemos que pensarlo una semana o dos. También la directiva, que el otro día me giré y Agus [Cuenca, el presidente] se había ido de la grada. Estaba amargado con la situación del equipo y con que nos pudiéramos ir a Tercera.

¿Se plantea pedirse una excedencia en el IMD?

Creo que no puedo hacer eso porque soy personal laboral, no funcionario. Pero tampoco lo haría. No sería digno ni ético. A setas o a 'rolex'. Si me voy es para que entre alguien con todas las consecuencias.  Yo estoy en el IMD porque tienen confianza en mí y tengo la suerte de que nunca me han preguntado de qué partido soy.

¿Qué tiene el fútbol para que se plantee dejar un trabajo estable?

El fútbol es mi vida. No entiendo mi vida sin el fútbol, esa es la realidad. Y si encima lo vinculas con la Sego… He jugado al fútbol de manera profesional desde los 19 años y es mi pasión. Es muy sencillo y muy complejo a la vez porque tengo un trabajazo que solo tiene una persona en Segovia, llevo 14 años, está bien pagado, siempre me he sentido muy respetado y soy muy feliz. Tengo que hablar con Cris [su pareja], que esta semana no está, ver pros y contras y valorar qué es lo que nos conviene.

¿Le continúa ilusionando igual el fútbol a pesar de la corrupción que parece que lo rodea?

Eso ya pasaba. Lo que pasa es que ahora los medios de comunicación y las redes sociales magnifican todo mucho más. Ahora la información nos llega de forma inmediata a todos. Pero ya pasaba y cosas peores, porque ahora hay más control. Pero que el fútbol es dinero, negocio, intereses o una empresa es nítido. Pero ni todo es blanco ni todo es negro. El vestuario de la Segoviana, por ejemplo, no es normal. Hay muchísimos más vínculos y lazos de los que puede haber en un vestuario profesional sin ningún género de dudas. No hay tanto dinero para que se pierdan una serie de valores que son importantes en la vida. Pero trepas hay en todos los lados.

¿Tiene la ambición de llegar lejos como entrenador?

Mi única ambición, aunque suene un poco pedante, es ser feliz con lo que hago, con mi hijo, con mis padres, con mi vida… Con todo. En el tiempo que llevo con cierto agobio a nivel personal, sin entrar en detalles, me he dado cuenta que la vida se pasa volando. Cuando cumplí 40 me dije que no me podía volver a pasar lo mismo que de los 30 a los 40, que se me pasó que no me enteré a pesar de que me fue bien. Pero tengo 45 y he ido a peor (risas). Al final es poner el foco en las cosas que verdaderamente importan y aprovechar el día a día. Mi pareja está hasta arriba de curro, pero no le podía decir que no otra vez a la Segoviana.

¿Es importante que la Segoviana se transforme en Sociedad Anónima Deportiva?

Nunca he tenido un posicionamiento muy definido en este sentido. Con la figura de club tienes una serie de límites que, con la realidad de esta ciudad, difícilmente vas a superar nunca. Y para aspirar a ciertas cosas necesitas dinero, no hay otra. Ya no solo para tener mejores jugadores sino para dotar al club de la infraestructura necesaria. Se puede hacer SAD sin perder el control del club y que los socios o abonados desempeñen un papel importante. Creo que todas las SAD que luego se han ido al traste han llegado en momentos de mucha crisis o en situaciones desesperadas. Una SAD bien organizada no tiene porqué suponer nada malo para el club en el futuro.

¿El club está en disposición de crecer a corto plazo?

Sí. El club tiene que mejorar y para eso sí hay recursos. Y lo bueno de eso es que hay muchísima gente que trabaja para el club de forma altruista. No puede ser una excusa el límite presupuestario.

¿Hay que recuperar la figura del director deportivo?

La capacidad de Agustín a nivel deportivo es enorme. No es un gerente o gestor como hay en muchos clubes sin capacidad para tomar decisiones a nivel deportivo. Él ha sido futbolista, cuando yo fui director deportivo lo hacíamos todo de forma conjunta y conoce el mercado. Manu y él sacaron la tarea con nota. La primera temporada con un ascenso y la segunda, este año, con un buen equipo como hemos tenido. La figura del director deportivo es necesaria en un club, pero la Segoviana tiene esta particularidad.

¿Deben realizarse muchos cambios en la plantilla?

Hasta que no tenga claro que voy a continuar no voy a hacer manifestaciones en ese sentido. Pero estoy contentísimo con el rendimiento de todos. Con los que han jugado más y sobre todo con los que han jugado menos, porque han aportado muchísimo desde el banquillo. Además, para hacer una planificación del año siguiente hay que dejar que las cosas se posen porque las decisiones que se toman en caliente tienen  más opciones de ser erróneas.

¿Qué es jugar bien?

Para mí lo más importante es ganar partidos. Es lo que motiva a club, plantilla, aficionados ... Y se puede hacer de infinidad de formas. En Cádiz, Álvaro Cervera plantaba al equipo atrás, sabía que iba a tener tres ocasiones y si las metía ganaba. Y le fue muy bien durante mucho tiempo. Una cosa que le gusta al aficionado de Segovia es que el jugador se deje la vida cada vez que se pone la camiseta. Ese es el punto número uno. Luego a mí gusta el juego muy rápido en el último tercio. Soy más de esa apuesta de entrenadores como Luis Enrique, Klopp o Emery. El día que vea a un portero mío hacer recortes en el área pequeña que me den un cantazo en la cabeza.