Luquero: "Restringiremos más el tráfico, pero aún no"

David Aso
-

"No es momento con la hostelería y el comercio viviendo esto", afirma la alcaldesa en su entrevista con El Día. Por la crisis descarta también convocar Presupuestos Participativos este año y, sobre el hospital, "no basta con ampliarlo un 20%"

Clara Luquero, en la Calle Real. - Foto: Rosa Blanco

La incertidumbre generada por las consecuencias de la crisis sanitaria envuelve el presente y futuro del Ayuntamiento. La alcaldesa, Clara Luquero, de momento sólo da por virtualmente descartada la opción de realizar este año una nueva convocatoria de Presupuestos Participativos, que contaron con un millón en las cuentas de 2020 para costear las obras elegidas el pasado otoño. Los gastos han aumentado y los ingresos previstos inicialmente se van a reducir, pero todavía no renuncia a ningún otro proyecto. Aun así asegura que "no hay intención" de subir tasas e impuestos para compensar la pérdida de recaudación, aunque no da nada por seguro a la espera de "hacer números".

 

Difícil, o directamente imposible, hacer balance del primer año del mandato sin referirse a la crisis sanitaria desde el segundo cero.

Pues sí, es difícil. El gabinete de crisis ha estado al pie del cañón para las cuestiones que iban surgiendo, todo con mucha incertidumbre porque en muchos casos se debía a órdenes de distintas administraciones, como cuando tuvimos que suspender el transporte y después reanudarlo al 40%. También hubo que atender la suspensión de distintos contratos que suponían tramitaciones administrativas y complicaciones económicas que había que valorar, y por tanto analizar las primeras y segundas consecuencias de las decisiones que íbamos tomando en relación con la suspensión de determinados servicios. Es decir, que hemos atendido las necesidades de la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas, tomando medidas en ese sentido, y al mismo tiempo hemos seguido trabajando en los proyectos de la ciudad. 

 

Por ejemplo…
Ya en el inicio del mandato pudimos aprobar por fin un proyecto que llevábamos mucho tiempo esperando, el Peahis (Plan Especial de Áreas Históricas, aprobado en septiembre y vigente desde enero), con el objetivo de conservar nuestro patrimonio y revitalizar las áreas históricas. Presentamos el Plan Estratégico de Innovación, que define nuestra hoja de ruta con la mirada dirigida hacia las nuevas economías. Hemos iniciado la revisión del PGOU. Aprobamos el plan parcial de la SG-20, que facilitará la construcción de un parque de medianas superficies con la creación de unos 150 empleos. Hemos iniciado el procedimiento urbanístico para construir VPO en la parcela del antiguo parque de bomberos. Las obras del CIDE (conocido también como el CAT) se han terminado y ahora iniciaremos la tramitación administrativa para que las empresas puedan establecerse allí. Hace unos días presentamos también uno de los grandes proyectos del mandato, la reordenación de la cabecera del valle de Tejadilla, donde tenemos 175.000 metros cuadrados y construiremos un gran parque, zonas deportivas y de ocio no sólo para los vecinos de La Fuentecilla y Puente de Hierro, porque será la mayor área de esparcimiento de la ciudad. También aprobamos la tercera fase del Área de Regeneración Urbana de San José (ARU), que supondrá una inversión de 2,2 millones para rehabilitar un centenar de viviendas y varias calles, como la segunda fase de Tomasa de la Iglesia o la de París, y estamos con los planes de asfaltado y renovación de redes en diversas calles que se van a licitar ahora. Por tanto hemos mantenido un ritmo de trabajo intenso a pesar de la crisis sanitaria, aunque ésta nos haya marcado durante varios meses. 

 

Una crisis que ha marcado «varios meses» y los que vengan. Puede afectar al resto del mandato…

Esperemos que no. Yo tengo la esperanza de que esto haya sido un mazazo, pero que la recuperación no nos lleve tres años. 

 

En lo económico, las previsiones de organismos nacionales e internacionales apuntan que esta crisis se prolongará como poco dos años…

A ver, nuestra economía está muy basada en el sector servicios y el turismo. El turismo debe recuperar la confianza, y en los meses previos a la covid-19 ya teníamos casi un 40% de visitantes internacionales, que son los que más va a costar recuperar. Pero el fin de semana pasado ya se vieron más visitantes nacionales.

 

En el balance que hizo en rueda de prensa el pasado lunes llegó a decir que, durante la pandemia, la falta de infraestructuras sanitarias en Segovia «se ha puesto de manifiesto costando vidas». ¿Ve relación directa entre el déficit de dotaciones sanitarias y la mortalidad registrada?

En absoluto me refería a que las personas hubieran muerto porque no tuvieran atención suficiente ni mucho menos. Me consta que la Junta ha hecho todo lo que ha podido durante la crisis, pero ahora no basta con eso, se han demostrado las carencias y debe reaccionar para resolverlas. No me valen los «planes de infraestructuras prioritarias» que mantiene siempre el Gobierno regional y donde lleva muchos años el centro de salud de Nueva Segovia. Tiene que haber una partida en los presupuestos de la Junta del próximo año para dotar a Segovia de un segundo hospital o ampliar el actual en un 90% o en lo que se pueda. Desde luego no me parecería suficiente ampliarlo en un 10 o un 20%. Creo que la Junta también es consciente de que aquí hay una verdadera necesidad, e imagino que estará por tratar con justicia a este territorio que tiene ahora mismo un agravio comparativo con el resto de capitales de esta Comunidad, que sí tienen al menos dos hospitales.

 

¿Plantearía movilizarse?

Lo primero que hay que hacer es gestión política, que para eso somos responsables públicos. Sentarnos con el presidente de la Junta, con la consejera, y ver qué planes tienen. Y si luego hay que presionar movilizando a la ciudadanía pues no descarto nada, pero eso sería dependiendo de la situación y desde luego en el futuro. Lo que esta alcaldesa no va a hacer nunca es provocar una movilización o una concentración ciudadana ahora, que todo lo que hacemos intentamos que sea con todas las medidas de seguridad y basándonos en la dispersión. No lo haría ahora, ni a lo mejor en un año o unos meses, no podemos correr riesgos.

 

¿Cómo describe el papel del Ayuntamiento ante la crisis sanitaria?
El papel es de colaboración institucional, ya que al no tener las competencias en materia de Sanidad, hemos combatido hombro con hombro con el resto de administraciones; con la Junta, que es la que tenía la competencia, y cooperando con las demás. Un trabajo de cooperación, colaborativo, y con un planteamiento ético por encima de todo para mantener la confianza de los ciudadanos sumando fuerzas. 

 

A nivel municipal, la oposición considera que no se le ha dado suficiente participación en la toma de decisiones para hacer frente a la crisis sanitaria, aparte de que considera que está faltando iniciativa para encararla.

A quien le corresponde tomar las decisiones y estar a la altura, en primera línea, es al equipo de Gobierno, y lo ha hecho. Hemos estado al pie del cañón durante toda la crisis, incluidos los días de Semana Santa. La oposición en ese momento imagino que estaría en sus casas. Cada vez que se reunía el gabinete de crisis o había noticias importantes, el portavoz (Jesús García Zamora) llamaba a los grupos políticos y les iba informando de las decisiones que tomábamos. Y cuando ya se acercaron de manera más presencial al Ayuntamiento, tomamos la decisión de hacer reuniones de la Junta de Portavoces, que es el órgano ya constituido en el Ayuntamiento para implicar a todos los grupos una vez a la semana. En esas reuniones se les iba poniendo al corriente de todas las medidas y actuaciones que íbamos emprendiendo y era también, y lo sigue siendo, un foro para que ellos hagan las aportaciones que crean oportunas. Pero me he encontrado por ejemplo con que el PP planteara movilizar 2,5 millones del presupuesto municipal a través de una moción que se redacta en un folio y se decide en 10 minutos, lo cual era un disparate. Una modificación de 50.000 euros ya requiere un expediente bien grueso de informes técnicos, así que para modificar 2,5 millones imagínese, y además nos enteramos a posteriori, por los medios de comunicación, de que planteaban hacerlo con una moción. Es decir, que el PP pide que se le dé juego, pero de esto no informaron previamente a través del órgano que tenemos para manifestar y hacer propuestas.

 

Puede sobreentenderse que la intención de la moción no era que al día siguiente ya estuvieran movilizados 2,5 millones, sino aprobar la voluntad política de hacerlo para después, en todo caso, ponerlo en práctica con el procedimiento administrativo correspondiente para las modificaciones presupuestarias que se acordaran.

La tramitación era un disparate y ahora me voy al fondo, que también era otro. Si yo quito 2,5 millones de recursos municipales, con el sobrecoste que ha habido que pagar en el transporte urbano, habría tenido que suspender el transporte o algún otro servicio público básico, así que era un disparate desde el punto de vista del fondo y desde el punto de vista de la forma. Después de presentar la moción a los medios y de que no se aprobara en el pleno, el PP trajo la propuesta a la Junta de Portavoces y nuestro concejal (García Zamora) le advirtió entonces de partidas que no se podían mover porque hay cosas que eran técnicamente imposibles. Entonces el PP corrigió y puso que la primera partida a movilizar fuera la del fondo de contingencia, que ya la movilizamos el primer día.

 

Efectivamente, el equipo de Gobierno anunció hace dos meses que movilizaría el fondo de contingencia (unos 600.000 euros) para costear ayudas al comercio. Se habló incluso de la posibilidad de habilitar ayudas directas con bonos para que los ciudadanos compren en establecimientos de la ciudad o alternativas en esa línea, pero aún no se ha definido el tipo de medidas, por lo que no han podido empezar a llegar al sector.

Estamos ultimando las bases. Impulsaremos una campaña de promoción del comercio local, también acciones concretas para el fomento efectivo del consumo, daremos apoyo al comercio para que pueda digitalizarse y estamos trabajando por hacer realidad una plataforma de venta online para la comercialización de sus productos. Todo esto tiene su complejidad, pero lo podremos presentar pronto.

 

Sobre la “suma de fuerzas” que apuntaba antes, a nivel autonómico, coincide que la Junta firmó a mediados de junio un pacto por la reconstrucción de la Comunidad respaldado por PSOE y Podemos, aparte de Cs y PP, que de esta forma intentaron transmitir cierta imagen de unidad frente a la crisis sanitaria. Esa misma ‘foto’ se ha podido ver en ayuntamientos de otras capitales o municipios en general con sus respectivos representantes políticos, pero no ha sido el caso del de Segovia.

Yo lo que busco es ser pragmática y resolver el problema, no hacerme una foto. La foto la han buscado otros y ya se la han hecho.

 

Decía “foto” en el sentido de proyectar una imagen de unidad…

Pero si en la Junta de Portavoces ya estamos todos. El acto de homenaje a las víctimas, por ejemplo, lo planteé allí y les dije que cuando lo tuviera definido les contaría qué les parecía. También puedo decir que vamos a una con la necesidad de la segunda dotación hospitalaria para Segovia y aprobamos una declaración institucional en ese sentido con unanimidad de los partidos. ¿Qué quieres, una mesa donde nos hagamos un día una foto? Podemos hacerla cualquier día en la Junta de Portavoces. Yo soy mucho más pragmática que todo eso, entiendo que la oposición tenga que sudar tinta para hacerse una foto, pero lo que hay que hacer es ser pragmáticos y resolver los problemas, no hacerse fotos. Los ciudadanos están hartos de nosotros y de tanta foto, a mí me gustan más las fotos de los proyectos.

 

¿Y qué puede hacer el Ayuntamiento para ayudar a la reactivación de un sector básico como el turismo? 

El Ayuntamiento ya está dando apoyo a la hostelería desde el principio. Estaba justificadísimo que no se cobrara a los establecimientos la tasa de terrazas, la de ocupación de vía pública, por el tiempo que no han podido desarrollar su actividad, no era justo, pero nosotros hemos querido apoyarles también suprimiéndola todo el año, lo cual ha hecho además que las solicitudes de terrazas aumentaran; y la hostelería sin terrazas tendrá una línea de ayudas de 110.000 euros. También quitamos la tasa de basuras, y luego están las actividades culturales programadas en el entorno de los establecimientos hosteleros, que los dinamizan. Se ha hecho todo lo que se ha podido, y trabajamos conjuntamente con todos los subsectores del turismo para apoyarlos, promocionar la ciudad… Estamos también en una campaña de promoción en el mercado interior a través del Grupo de Ciudades Patrimonio con un presupuesto de 243.000 euros. 

 

La factura de la covid-19 ya supera los dos millones entre las ayudas y los sobregastos, ¿tocará renunciar a inversiones previstas al inicio del mandato para compensar?

Conjeturar ahora con los datos de presupuesto es prematuro. Hay que tener los datos de Tesorería e Intervención antes de empezar a dirimir hacia dónde vamos y qué podemos hacer. En todo caso, los proyectos que hemos planteado ahora ya tienen presupuesto. El de mayor envergadura, el del valle de Tejadilla, empezamos con unos 350.000 euros para la pista y el aparcamiento, y al año que viene, según las circunstancias, se avanzará más o menos (la inversión municipal total en este proyecto se estima en 3,5 millones). Igual en lugar de tres o cuatro años, acabar el proyecto nos lleva cinco o seis, ya veremos. Según cómo se visionen en el presupuesto los efectos de la crisis sanitaria y económica, actuaremos en consecuencia.

 

¿Habrá por ejemplo nueva convocatoria de los Presupuestos Participativos este año? Para poder costear los proyectos que eligieron así los ciudadanos en 2019 (los dos ascensores urbanos y las rampas entre San José y El Palo Mirasierra, entre otros) se reservó una partida de un millón en las cuentas de 2020…

Este año no podrá ser, creo que será imposible porque habrá otras necesidades, tendremos que dejarlos para el futuro. Además, el proceso tendría que empezar en otoño (la votación de 2019 fue en octubre) para tomar las decisiones que luego aparecen reflejadas en el presupuesto.

 

El proyecto de reforma la plaza de la Artillería es el que más destacó al inicio del mandato junto al del valle de Tejadilla, ¿aún lo mantiene? 

Vamos a ver cuándo podemos acometerlo. Ya pedí a los ingenieros de obras municipales que empezaran a planificarlo, pero hasta que no tengamos un anteproyecto para saber exactamente qué supondría, que se podría hacer o el qué no…

 

¿Pero no lo descarta entonces para este mandato?

No lo sé. Hay que ver cómo evoluciona la crisis económica y cómo evolucionan las cosas. En este momento manda la incertidumbre.

 

Los ascensores sí parece que siguen adelante. Al menos el de Gascos, que ya está casi ejecutado; y los de San José y El Palo Mirasierra, cuyas obras se prevé que empiecen en otoño con un plazo de cuatro meses. El ascensor entre San Millán y el Salón va más retrasado...

San Millán yo creo que se ejecutará el próximo año. Tenemos el anteproyecto, pero la Comisión Territorial de Patrimonio no se ha reunido en estos meses y los técnicos municipales tienen que trabajar conjuntamente con este órgano para ver en qué claves vamos, así que no da tiempo de ejecutarlo. Teníamos un anteproyecto pero hay que ver de mutuo acuerdo en qué claves vamos, eso se va a demorar y no da tiempo a ejecutarlo. Concluiremos uno, ejecutaremos el otro, pero éste yo creo que se hará al año siguiente.

 

Después hay obras pendientes hace años en San Agustín, Daoiz…

Y la segunda fase de Padre Claret…

 

Cierto, Padre Claret también.

Hay muchas cosas todavía, pero es pronto para ver qué se puede ejecutar el próximo año.

 

Me refería a objetivos que se puedan mantener al menos para este mandato, no los del próximo año.

Yo creo que los de San Agustín y Padre Claret se tienen que hacer, y si puede ser, Daoiz también.

 

Coincide también la nueva crisis con el ejercicio en el que el equipo de Gobierno pensaba acometer una «revisión fiscal» (tasas e impuestos) que, presumiblemente, derivaría en un incremento de la recaudación…

Eso es mucho suponer, nuestra intención no era subir impuestos.

 

Una «actualización fiscal» rara vez no conlleva un aumento de la recaudación y coincide que los gastos en los principales servicios públicos de Segovia están aumentando de forma notable. Sólo el transporte urbano, redondeando, cuesta un millón más por año desde la renovación de la contrata en 2019 sin que se haya subido el precio del billete, y en breve se firmará la nueva contrata de limpieza, que incluye la renovación de toda la flota, con 1,6 millones extra por año. Si a ello se suman los sobregastos por la crisis y lo que deja de recaudarse por el descenso de la actividad económica, ¿cómo va a poder costear todo esto el Ayuntamiento?

Ya, pero ahora no es momento. No tenía claro que fuera incremento de recaudación como tal: más que incrementar impuestos, en todo caso revisar en el sentido de equilibrar, hacer tramos en algunas cuestiones y que pague más quien más utilice la tasa, reequilibrios de ese tipo. Sobre el precio del billete de autobús, tenemos un servicio de transporte urbano muy razonable en precio, además con bonos descuento.

 

Pero el caso es que la revisión fiscal podría suponer un aumento de la capacidad recaudatoria y por tanto económica del Ayuntamiento.

A lo mejor un poco más, no mucho. 


¿Y ahora se descarta?

No lo sé, cuando hagamos números veremos. Sin números no podemos elucubrar. La intención del Ayuntamiento desde luego es mantener la fiscalidad, no incrementarla.

 

Por otro lado, con la crisis sanitaria muchos ayuntamientos han acelerado sus planes en materia de movilidad, ¿y Segovia?

El Ayuntamiento aprobó su plan de movilidad hace años, tenemos que seguir implementándolo y la tendencia general es de peatonalización de los cascos históricos. Está pasando en todas las ciudades históricas de Europa y más teniendo en cuenta que el propio Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado una norma que va a obligar a las ciudades de más de 50.000 habitantes a crear núcleos de bajas emisiones, entonces eso tiene que ver con la movilidad…

 

El Plan de Movilidad es de 2008...

Lo sé. La ciudadanía es muy reacia a los cambios, pero creo que hay que ir pensando en ello de cara al futuro. Ahora no es buen momento con esta crisis, pero hay que ir trabajando para plantearlo de cara al futuro.

 

Pero hablar de ir «trabajando en ello de cara al futuro» cuando el plan lleva 12 años pendiente… ¿Para qué futuro, dentro de este mandato o piensa en la opción de dejarlo para el siguiente?

Pienso que deberíamos hacerlo en este mandato porque la ley del Ministerio de Transición Ecológica yo creo que puede salir además hacia el final de este mandato.

 

¿Mantiene por tanto la idea inicial del Plan de Movilidad, con ampliación del área de tráfico restringido por el lado de San Agustín hasta la plaza del Conde Cheste con la instalación de cámaras, por ejemplo?

Restricción del tráfico rodado por el casco histórico y control con cámaras. Prioridad para residentes, más plazas de aparcamiento para ellos, eliminación de las que hay en zonas monumentales… Pero yo no puedo plantear esto ahora mismo, con la hostelería y el comercio viviendo todo esto que están viviendo. Todos debemos mentalizarnos de que debemos ir progresivamente hacia la peatonalización del casco, pero ahora no es momento. 

 

Otro proyecto que requiere esfuerzo, pero no económico, es la aprobación de la ordenanza del Acueducto, que empezó a tramitarse hace ahora tres años.

Debe hacerse un procedimiento sancionador común para diversas ordenanzas (tráfico, convivencia ciudadana y ocupación de vía pública) y actualizarse algunas de ellas.

 

De ello informaron a comienzos de este año, ¿pero cuándo podrá estar todo resuelto?

En el momento en que entramos a hablar de procedimientos administrativos, no me atrevo a dar fechas.

 

¿Y su objetivo para el segundo año de mandato? 

Pues seguir avanzando con los proyectos fundamentales que hemos ido anunciando, a ver cómo nos salen las cuentas para el presupuesto. Tenemos todo lo que está pendiente de regeneración urbana con el ARU del barrio de San José, donde también veremos en los primeros meses de 2021 los nuevos ascensores urbanos; y espero que podamos hacer el año que viene el de San Millán. Contaremos con una segunda fase en la recuperación del valle de Tejadilla (para avanzar en un parque infantil y zona de esparcimiento): esperamos convocar el concurso de ideas en torno a septiembre y dependiendo de cómo estén las arcas municipales veremos qué podemos acometer el próximo año. El objetivo fundamental, de todas formas, es que todo lo que tenga que ver con consecuencias de la crisis sanitaria y económica afecte lo menos posible para poder atender todos los servicios públicos de forma adecuada, implementar los servicios que teníamos pensado para 2021 y avanzar en los proyectos de inversión que hemos anunciado.