«¿Hay ahora causas para hacer una movilización sanitaria? Sí»

David Alonso
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Este otorrino leonés, que fue alcalde de la capital durante unos meses convulsos a finales de los años 80, preside desde hace tres lustros el Colegio de Médicos autonómico, y recientemente ha sido reelegido al frente del sindicato médico CESM

«¿Hay ahora causas para hacer una movilización sanitaria? Sí»

Máxima voz de los médicos de Castilla y León desde hace quince años, tanto desde el Consejo de Colegios Oficiales como del sindicato CESM, no oculta que la sanidad pública está en una encrucijada que, más allá de manifestaciones como la de Madrid, requiere de un cambio urgente y de consenso para que el sistema sanitario no colapse. 

La marea blanca de Madrid ha visibilizado un hartazgo dentro de la profesión ¿Ha llegado la hora de subir el nivel de las reivindicaciones una vez superada la pandemia?

La pandemia ha marcado un antes y un después indudablemente. Lo que ha pasado estos dos años ha puesto de relieve las carencias que tiene el sistema. Y la realidad es que el sistema sanitario que se concibió hace 40 años ha caducado, y esto requiere un cambio porque sino el sistema será inviable. Los médicos no se encuentran agusto trabajando, y salen a relucir las circunstancias que tenemos. Realmente, Castilla y León no tiene nada que ver con Madrid, allí las protestas son Primaria, Urgencias y Rural, y eso no tiene nada que ver con nosotros. Esta Comunidad es especial por su envejecimiento y gran dispersión, y eso requiere medidas especiales. No es un problema de comunidades, es un problema nacional, porque el sistema está en peligro si no se cambia el modelo. 

¿Hay 'runrun' dentro de la profesión? ¿Veremos aquí manifestaciones similares?

Hay que diferenciar dos realidades. Por una parte están las movilizaciones populares de los ciudadanos a través de plataformas sociales. Y luego están las de los profesionales sanitarios, en particular de médicos, como ya hemos hecho varias veces en los últimos años. No hay que olvidar que hace años hicimos una huelga de cuatro meses en los hospitales de Castilla y León. Además, ahora se está hablando de algo subjetivo como es la necesidad de un cambio total del sistema, y eso es muy difícil plasmarlo en una huelga o movilización

¿Eso es un sí o un no?

Las movilizaciones tienen beneficios y perjuicios. Yo he hecho muchísimas, porque todo lo que se ha conseguido en los últimos años ha pasado vía reivindicaciones y movilizaciones. Pero tienen que ser con fundamento y para conseguir algo. Tiene que estar muy justificada. ¿Hay en este momento causas para hacer una movilización sanitaria en Castilla y León? Sí, y las hablaremos. Pero no nos va a condicionar nadie, ni partidos ni plataformas.

El modelo sanitario actual ha caducado y el sistema público  está en grave peligro si no se cambia de forma urgente"

El PSOE sostiene que la situación aquí es igual que en Madrid, pero la Junta defiende que es un problema común con una situación diferente ¿Quién se acerca más a la realidad?

Castilla y León es diferente al resto de España por su envejecimiento y una dispersión. Aquí tenemos una inversión en Atención Primaria per cápita por encima del resto de España, un número de médicos muy superior a la media europea. Y aún así, Castilla y León no tiene nada que ver con Madrid. Es muchísimo más difícil dirigir esto en Castilla y León que en otras comunidades, porqué aquí convive algo que no hay en otras comunidades, que es que tenemos 3.600 consultorios conviviendo con los centros de salud, y eso condiciona mucho el trabajo que tienen los médicos en el medio rural.

Está dando la razón a la Junta.

La situación es difícil en general. La sanidad no puede ser un arma arrojadiza entre partidos políticos, que lo está siendo, y donde los grandes perjudicados son los ciudadanos y los pacientes. Las fuerzas políticas deberían llegar a un acuerdo de consenso y diálogo, que luego se abra a todas las fuerzas profesionales que trabajan en el sistema sanitario. Todo esto está en un contexto nacional, no somos un departamento estanco, y las soluciones tienen que ser globales, que debe ser capitaneado por el Ministerio de Sanidad. 

El consejero ha anunciado una ronda de contactos con la Atención Primaria ¿Llega tarde la mano tendida desde Sanidad?

Hacer una ronda de contactos sirve para que todo el mundo vaya a contar su historia, pero no soluciona nada. La Consejería sabe perfectamente los problemas que tiene el sistema sanitario. Nosotros vamos a acudir, pero no para decir que hay un problema en x municipio. Ahora estamos en otro momento. Ya no es el momento de hablar de algo concreto, sino de todo el sistema sanitario. Desde el Colegio de Médicos llevamos varios meses de reuniones con la Atención Primaria, el CESM y las sociedades científicas de Primaria y de Pediatría para tener una voz única y conjunta de lo que pensamos de la Atención Primaria. No una voz de crítica, sino de análisis y de intentar transmitir a la Administración con una voz la solución que nosotros creemos a nivel estructural. Ya ha pasado el tiempo de la crítica no constructiva, porque lo que hacen ya lo sabemos, nosotros ahora tenemos que decir lo que creemos que hay que hacer. 

¿Y qué es lo que hay que hacer entonces con la Atención Primaria en Castilla y León?

Las conclusiones finales de este grupo de trabajo no están listas, pero está claro que no pueden convivir dos sistemas de Atención Primaria dentro de la Comunidad. Porque ahora tenemos uno con un funcionamiento que data de los años 50 del siglo pasado y otro con unos centros de salud de primer nivel donde hay todo el aparataje sanitario para que funcionen los médicos del siglo XXI. Y los médicos de Atención Primaria que salen ahora tienen 10 años de formación y conocimientos al mayor nivel del mundo. Y, sin embargo, tenemos a médicos danzando por carreteras y perdiendo horas de viajes entre los 3.600 consultorios. No pueden convivir los dos modelos.

Se tienen que adaptar a la realidad, porque es un problema también de profesionalismo, porque no puedes desaprovechar los conocimientos que se dan a los médicos en su formación como se están desaprovechando por no tener el funcionamiento que deben tener. Porque la atención urbana y rural tienen realidades y problemas distintos. Si esto no se cambia el sistema sanitario está en absoluto peligro, y sería un riesgo enorme que el sistema sanitario se nos vaya a pique.

Los problemas sanitarios de Madrid y Castilla y León no tienen nada que ver, tenemos realidades diferentes"

 

Bajando al detalle provincial, ¿hay mucha diferencia en la situación sanitaria entre las nueve?

Hay una grandísima discriminación de unas provincias a otras. No somos ninguna provincia igual. Igual que pasa con Madrid y Castilla y León. Por eso las conclusiones y el tratamiento que se necesita cada provincia tiene sus realidades diferentes. Hay provincias que tienen muchísimos más médicos por habitante que otras que no, y eso es un perjuicio. La peor zona de esta comunidad es El Bierzo, donde hay médicos que sacan plaza en propiedad en el hospital y renuncian. El norte de Zamora, el norte de Palencia, y parte de Burgos, son también las que están peor, porque los médicos no quieren ir allí.

Si yo estoy en un hospital con una promoción profesional mayor que otra pues me quedo. El Clínico de Valladolid no es lo mismo que el hospital de Ávila. Y hacía otras comunidades lo mismo. Hay muchos médicos que cuando empiezan quieren estar en el mejor sitio. Y si tienen opciones lo hacen. Fidelizar gente en Salamanca y Valladolid es muy fácil, pero hay que buscar atractivos para que los que son de fuera quieran venir aquí. Y no solamente económicos eh, también profesionales.

Entonces, ¿de qué ha servido el plan de fidelización de sanitarios impulsado por la Junta?

A nivel económico y laboral Castilla y León es de las mejores de toda España. A esto se le suma que un número importante de residentes no son de aquí, y eso dificulta la fidelización, porque se quieren ir allí si tengo la opción. Además, si yo quiero vivir en Málaga, ya me puedes dar aquí todo que me voy a Málaga, y hay que respetar que la gente piense que no es lo mismo vivir en Soria, que en Valladolid o en Sevilla. Lo que no podemos hacer es entrar en un mercado como el que estamos viendo entre comunidades de que unos ofrecen dos y otros cuatro a los médicos para que vayan allí. 

La sanidad pública no puede ser un arma arrojadiza entre partidos políticos, porque los perjudicados son los ciudadanos"

 

Habla de la necesidad de un gran acuerdo político como base para solucionar el problema de la sanidad, pero el año que viene hay dos procesos electorales, ¿ve factible que se produzca ese Pacto Nacional por la sanidad?

Si los partidos políticos no llegan a un consenso y diálogo no habrá solución y terminarán destruyendo la sanidad, haciendo inviable el modelo público actual. Ellos tienen un reto, no ya para sus políticas, sino para ellos mismos, porque al final todos acabamos poniéndonos enfermos. Estamos a tiempo de poder hacerlo, pero no tenemos mucho margen.