La Junta insiste en recuperar este año lo perdido por la covid

David Alonso
-

El PIB autonómico ralentiza su crecimiento entre enero y marzo hasta el 3,2 por ciento, medio punto menos, por el «evidente deterioro» provocado la crisis de suministros y Ucrania

Imagen un operario en una fábrica de Burgos. - Foto: Patricia González

La economía de Castilla y León se desacelera. No es ninguna novedad pero es la primera que datos oficiales corroboran lo que todos los expertos e instituciones venían meses alertando. Concretamente medio punto se ha frenado el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico durante el primer trimestre del año, donde la Comunidad aumentó su economía un 3,2 por ciento respecto al pasado año, pero se aleja del casi cuatro por ciento que anotó en el cuarto trimestre de 2021. Sí, Castilla y León crece, pero de forma más lenta de como lo venía haciendo hasta la explosión de la guerra de Ucrania, la crisis de suministros, el desparrame de la inflación o el desbocado precio de los combustibles y la energía. 

«Es evidente que existe un deterioro de la economía en los últimos meses», reconoció sin tapujos el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que ayer fue el encargado de presentar los datos de la Contabilidad Regional Trimestral correspondiente al periodo enero-marzo de este año. En cualquier caso, y pese a no querer pillarse las manos al asegurar que «solo estamos a mitad de año y todavía pueden pasar muchas cosas», se mostró confiado de que el último tropezón económico no impida a Castilla y León recuperar «a final de año» todo lo perdido durante la debacle sufrida en 2020 por la crisis del coronavirus. 

Para alcanzar este objetivo, la Comunidad deberá acabar 2022 con un avance del PIB del 2,6 por ciento, indicó Fernández Carriedo, que volvió a mostrarse cauteloso al explicar que, aunque en estos momentos todo hace indicar que la Comunidad avanzará por encima de ese porcentaje, «no hay mucho margen». Hasta el momento se ha reconquistado el 77 por ciento del mordisco que la pandemia dejó sobre el PIB autonómico. «Hablamos en términos reales, porque en términos nominales, lo hemos superado hace tiempo debido a la presión inflacionaria», explicó el consejero del ramo.En concreto fueron casi 16.000 millones de euros los que Castilla y León produjo en bienes y servicios entre enero y marzo, doscientos más que en el precedente pese a la disminución del crecimiento de la economía, algo que se explica por la distorsión que la inflación produce.

«Seguimos creciendo y Castilla y León estará entre las autonomías que primero alcance el nivel de PIB previo a la crisis, porque también fuimos de las que menos perdimos», resumió Fernández Carriedo, que no ocultó que la previsión de crecimiento que la Junta realizó en octubre para este año –del 4,9 por ciento– «no se cumplirá por los problemas de abastecimiento, la rotura de stock o la retirada de estímulos del Banco Central Europeo». «Evidentemente será menor, aunque es difícil saber cuanto», concluyó.

Industria y campo

En lo que respecta a la Contabilidad Regional del primer trimestre, solo la Construcción, con un 2,5 por ciento, y los Servicios, con el siete por ciento –impulsado por la hostelería, comercio y transporte–, anotaron cifras verdes en el marcado, mientras que Agricultura (-5,2 por ciento) e Industria (-5,8) restaron al PIB autonómico. Ambos dos, de hecho, han intensificado su caída respecto al trimestre anterior, cronificando los problemas que acucian a estos sectores. Por otra parte, la demanda interna aportó al crecimiento del PIB, 1,8 puntos, mientras que el sector exterior contribuyó con 1,3, donde las exportaciones y las importaciones totales aumentaron, un 5,7 y un 3,1 por ciento, respectivamente.

El empleo sigue creciendo y suma 11.000 personas

El deterioro de la economía en Castilla y León durante el primer trimestre por los efectos de la crisis derivada de la guerra de Ucrania y la rotura de la cadena de stocks no se ha trasladado, por el momento, al mercado de trabajo, donde la Comunidad creció casi un tres por ciento en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. Los datos de la Contabilidad Regional relativos al primer trimestre del año y presentados ayer por el consejero de Economía, Carlos Fernández Carriedo, revelan que Castilla y León cerró el mes de marzo con 918.922 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, once mil más que en el mes de diciembre y casi 20.000 por encima de los registrados hace exactamente un año. Agricultura, con una subida del 3,2 por ciento, y Servicios, con el cinco por ciento, fueron los principales motores de creación de puestos de trabajo en la Comunidad, mientras que en la Construcción y la Industria mermaron un 2,6 y 3,5%.