'Reviven' órganos de cerdos muertos con sangre artificial

Agencias
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El avance, basado en la inyección de un fluido que emula la hemoglobina para 'resucitar' las células, podría tener un gran impacto en la donación de órganos

Los animales objeto de la investigación llevaban una hora sin vida cuando se inició el proceso. - Foto: EFE

Una investigación, desarrollada por expertos de la Universidad de Yale, acaba de demostrar que es posible ralentizar el rápido deterioro que sufre el organismo después de la muerte, lo que podría tener aplicaciones útiles para alargar la vida. Así lo aseguran los científicos estadounidenses responsables de este estudio, tras lograr restaurar la circulación sanguínea y otras funciones celulares en cerdos una hora después de que fallecieran, según publicó ayer la revista Nature.

La administración de un líquido protector de células especialmente diseñado para órganos y tejidos, podría, por ejemplo, mantener en buen estado durante más tiempo órganos que están siendo trasplantados, al tiempo que ampliaría la disponibilidad de éstos, destacan los autores en el artículo.

«Todas las células no mueren inmediatamente, hay una serie de eventos más prolongados. Se trata de un proceso sobre el que se puede intervenir, detener y restaurar algunas funciones celulares», explica David Andrijevic, de la Escuela de Medicina de Yale.

Este trabajo, recuerdan, parte de una investigación anterior (2019) con la que restauraron la circulación sanguínea y ciertas funciones celulares en el cerebro de un cerdo muerto mediante esta nueva tecnología, que denominaron BrainEx.

«Si entonces fuimos capaces de restaurar en este tipo de animales algunas funciones celulares en un cerebro muerto, un órgano conocido por ser más susceptible a la isquemia, nos planteamos si se podría lograr algo similar con otros órganos vitales trasplantables», expone Andrijevic.

Para este último estudio, el equipo liderado de nuevo por el experto Nenad Sestan administró una versión modificada de BrainEx, llamada OrganEx, a todo el organismo de un cerdo, no solo al cerebro.

Esta tecnología, señalan, está compuesta por una máquina de perfusión, como las que imitan el trabajo del corazón y pulmones durante los trasplantes, y por un fluido experimental con compuestos que pueden mantener la salud celular y evitar la inflamación en todo el cuerpo. Así, a los cerdos, previamente anestesiados, se les aplicó el tratamiento una hora después de inducirles un paro cardiaco.

Seis horas más tarde, los expertos constataron que ciertas funciones celulares clave seguían activas en muchas zonas del organismo de los animales, como en el corazón, hígado y riñones.