"Para los arquitectos de Segovia el Peahis es muy estricto"

A.M.
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Entró a formar parte de la Junta Directiva del Colegio en Segovia, hace tres años, cargo que revalidó en las elecciones de 2021. El 1 de junio asumió la presidencia tras ser elegida su antecesora, Susana Moreno, como responsable del Coacyle

Alberto López Estebaranz - Foto: Rosa Blanco

El presidente de la demarcación en Segovia del Colegio de Arquitectos de Castilla y León Este (Coacyle), Alberto López Estebaranz (57 años), afirma en esta entrevista que «el sentir mayoritario de los arquitectos es que el PlanEspecial de Áreas Históricas (Peahis) es un documento demasiado estricto», por este motivo las alegaciones que presentarán al documento, en su opinión, «van en la línea de flexibilizar, dar más libertad y no reproducir tipologías del siglo XIX al 100%; aunque tampoco pretendemos que se permita todo». 

El Colegio de Segovia que preside ha presentado alegaciones en el periodo de información pública de la modificación del Peahis, ¿por dónde pasan las propuestas?, ¿qué debe cambiar, a su juicio?

Siempre hemos hecho alegaciones al Peahis y a otros planes, para lo que se ha formando un grupo de trabajo integrado por diferentes arquitectos, que han venido siendo tenidas en cuenta en gran medida por el Ayuntamiento, hasta en un 95%. En esta ocasión es un plan que ya hemos testeado, llevamos dos años y medio con él y sabemos lo que da de sí, qué trámites lleva un proyecto y dónde nos encontramos con dificultades. 

El sentir mayoritario de los arquitectos es que es un documento demasiado estricto. Por ejemplo, hay edificios que te permiten renovación, hacer un edificio nuevo, pero te limitan el número de tipo de  ventanas a dos por fachada, lo que supone una normativa demasiado encorsetada. Además, esas ventanas deben tener una distancia de la medianera o una proporción vertical por lo que salen edificios muy similares, independientemente del arquitecto que los diseñe, lo que es grave y coarta la libertad. Por lo tanto, las alegaciones van en la línea de flexibilizar, dar más libertad y no reproducir tipologías del siglo XIX al 100%. Tampoco crea que pretendemos que se permita todo, hablamos de dos a tres tipos de hueco, por ejemplo, y hay muchas más alegaciones en ese sentido para ir tocando pequeñas cosas en la ordenanza. 

¿Aunque sólo han transcurrido dos años y medio desde su entrada en vigor, ¿consideran que ha quedado obsoleto en lagunas cuestiones?

En todo caso histórico un plan especial es necesario, lo marca la ley, llevábamos luchando mucho tiempo porque se aprobara después de que hubiera los planes especiales de cada barrio histórico, ahora es uno. No ha quedado obsoleto pero sí que hay que modificarle porque, desde su aprobación, observamos que muchas cosas estaban mal.  

Ustedes consideran fundamental apostar por la conservación y rehabilitación de la ciudad existente, ¿además del Peahis, que debe cambiar en las administraciones con competencias en patrimonio?

El Colegio de Arquitectos está representado en la Comisión de Patrimonio, es un órgano regulado, en el Peahis hay una comisión de seguimiento o técnica que, a nuestro juicio, no debiera de existir con la función que tiene ahora mismo, sí para ver el gran de cumplimiento del plan pero no para hacer informes, que hasta hoy son vinculantes, cuando los puede elaborar el técnico municipal, es obligatorio, lo que no tiene sentido es que se dupliquen informes innecesarios. Eso ha generado conflictos porque entiendo que el técnico se ve en la cuerda floja… La duplicidad genera inseguridad a los técnicos, al administrado y alarga mucho el proceso de concesión de licencias.   

¿Qué pueden hacer los arquitectos por conseguir una estética en la ciudad?

En muchas ciudades cumplen un papel importante. Para conformar una ciudad hay dos aspectos, el urbanismo y la construcción de edificios. En el primero, la plasmación de un trazado queda por los siglos de los siglos con lo cual hay que acertar, los edificios se renuevan. El papel del arquitecto es clave. He estado estos días en San Juan (Alicante) y me ha gustado ver unas ordenanzas flexibles, con unas avenidas enormes verdes (el bulevar es un parque), detrás de la playa, con dos carriles a cada lado, una distancia muy amplia entre edificios, que no tienen la misma altura. 

Es muy aburrido ver una calle donde la cornisa va haciendo siempre lo mismo [alineada], allí ha cambiado, aquí no. Es verdad que la mentalidad europea, en general, es muy conservacionista, pero la anglosajona te permite introducir en Nueva York edificios de gran altura, porque compran la edificabilidad; o intervenciones más osadas en el centro de Londres, eso quizá se echa en falta aquí... 

¿Es posible incorporar la arquitectura contemporánea como referente de la escena urbana y a su vez respetar los valores patrimoniales?

Creemos que sí, lo que se ha alegado en este sentido es ¿por qué no se puede hacer un edificio respetuoso con el entorno del casco histórico y a su vez contemporáneo?, pues claro que sí. No se trata de llevar a cabo una cosa descomunalmente alta sino simplemente que tenga un tratamiento de fachada a lo mejor un poco distinto, o de cubierta, que se permita la inserción de cubiertas de cobre o de vidrio, en algunos sitios… Lo hemos sometido al criterio de la Comisión de Patrimonio, hay una garantía, además, no se va a hacer una cosa discordante ni de alto impacto. Eso es bueno y muy enriquecedor, debemos tener una mentalidad abierta para mejorar esta magnífica ciudad de Segovia que todos amamos.     

¿Cómo se encuentra Segovia en este sentido?

Lamentablemente mal, cualquiera que vaya por la Calle Real observará que va en detrimento la actividad y la vida ciudadana y del turismo, hay mucha menos gente que vive en el casco histórico que hace años, eso es grave, hay que revertirlo y la única manera de hacerlo es que la gente quiera vivir en la ciudad histórica pero para eso debe ser cómoda, eficiente, sostenible, amable, con aparcamientos, facilidad para comprar, hacer todas las gestiones, las dotaciones no se tienen que ir… Ahora mismo hay un éxodo. 

Sin embargo la principal actividad económica de la zona, incluso de Segovia, es el alquiler de pisos para estudiantes, más bien alto, que, a su vez, dificultan que existan vecinos de forma permanente…

Es cierto, el turismo y el alojamiento de universitarios en apartamentos o régimen de vivienda ha copado bastante rehabilitación y ha echado a gente del casco, es una mala situación. Es verdad que esa tensión se equilibra, al final, pero la vivienda tiene que volver.

¿Y en cuanto a los aparcamientos, es necesario volver a pensar en el Salón cuando hay ya construidos que solo se llenan en momentos muy concretos? 

Sí, entiendo que hay uno a la otra ladera y debiera existir a ésta también, pero los aparcamientos los ligo más a que hay muchas ocasiones en las que existen edificios con posibilidades de construir un aparcamiento, no hay nada más cómodo que tener el coche debajo de casa, eso hay que facilitarlo en la mayor medida posible. De vez en cuando hay jardines que hay que respetar su capa vegetal pero se debe permitir, con los condicionantes que sean precisos. 

Alguna alegacíón al Peahis va en ese sentido –poder construir el aparcamiento en el edificio en uso, cuando se rehabilitan o reponen, que hay muchos edificios que se pueden volver a hacer– porque hay una limitación a 400 metros cuadrados para poder hacer estas operaciones mientras que nosotros proponemos no limitarlo porque casi no hay un terreno en el casco con esa superficie.  

¿Qué efectos tendrá el convenio que suscribirán con el Ayuntamiento de Segovia, en septiembre, que contempla la creación de una oficina de apoyo al Servicio de urbanismo?

 

Estamos deseosos de ayudar al Ayuntamiento, ha reconocido que hay un retraso importante en la concesión de licencias, es cierto que ha mejorado esta situación, respecto de los cinco primeros, en los dos últimos meses. Hasta mayo, me remito a los acuerdos de la Junta de Gobierno Local, se daban semanalmente entre cero y una licencia. En el Colegio de Arquitectos saltaron las alarmas, hemos hablado con el Ayuntamiento con un trato muy fluido, colaborando, para ayudar y que la situación se revierta. Esperamos que se firme en septiembre, hay unos flecos económicos que hay que pulir para que no supongan una carga ni para el Colegio ni para el administrado. 

Uno de sus objetivos es la apertura del punto de información de la oficina de apoyo a la rehabilitación, ¿para cuándo? 

Se está actuando a del Coacyle, afortunadamente ahora tenemos a Susana Moreno al frente de la organización profesional que la conforman Valladolid, Burgos, Segovia, Ávila y Soria. Ella como decana está haciendo gestiones con la directora general de la Vivienda, María Pardo Álvarez, para llevarlo a término al estar tutelada por la Junta de Castilla y León, eso depende de ellos. Me consta, porque el trato con Susana es muy estrecho, estuve en su junta directiva, y todas las actuaciones las hemos hecho de forma coordinada. 

¿En qué medida está afectado su sector como consecuencia de la escasez de algunas materias primas y la subida de los precios de los materiales de construcción? 

 

Ahora hemos detectado que se están haciendo muchos proyectos, todavía no han bajado, sin embargo hay algunos que no se están ejecutando, incluso una vez obtenida la licencia, lo que denota un cambio de tendencia. Resulta que el promotor, durante el proceso de obtener licencia, al pedir precio a constructores, primero no se lo hacen [el proyecto], porque están a tope de trabajo, y el precio que pasan es desorbitado, entonces al promotor no le salen los números. Esto lo hemos detectado sobre todo en particulares, entonces, el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, con el que tenemos un trato excepcional, acusa un descenso en el número de visados de direcciones de obra. 

Desgraciadamente los ciclos económicos en la construcción no son suaves sino abruptos y, probablemente, el verano sea un espejismo de optimismo, pero estamos muy atentos para detectar un cambio de tendencia en septiembre que nos puede afectar mucho. Prevemos que la alta inflación desligue los sueldos del precio de la vivienda, incluso la usada, y no se pueda adquirir, con lo cual comenzará el descenso de la curva.