Bruselas endurece más el uso de los neonicotinoides

SPC
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Las nuevas restricciones afectarán a cultivos en invernadero. Los productores de terceros países que exportan a la Unión Europea tendrán tres años para adaptarse a la nueva normativa, no así los agricultores comunitarios

Bruselas endurece más el uso de los neonicotinoides

Después de que hace escasas fechas el Tribunal de Justicia de la Unión Europea prohibiera las excepciones de cualquier tipo para el empleo de neonicotinoides al aire libre, la Comisión Europea anunció la semana pasada más restricciones en el uso de estas sustancias. Esta nueva limitación obliga a una reducción de sus límites máximos de residuo por debajo del nivel detectable por la tecnología (en la práctica es una prohibición) a fin de proteger a insectos polinizadores como las abejas. Los límites máximos de residuo (LMR) son la concentración tope legal en la que un pesticida puede estar presente en un alimento para humanos y en un pienso para animales.

Con la nueva regulación anunciada, Bruselas pretende rebajar estos límites por debajo de los niveles detectables por la tecnología para los insecticidas clotianidina y tiametoxam. Estos dos neonicotinoides son los más empleados y, según el Ejecutivo comunitario, suponen un alto riesgo para las abejas y contribuyen a la pérdida de polinizadores en el mundo.

El uso de la clotianidina y el tiametoxam en plantaciones exteriores al aire libre ya estaba prohibido en la Unión Europea (UE) desde 2018, aunque hasta el veto del TJUE hace pocos días se permitían ciertas excepciones que hacían posible la existencia de cultivos como la remolacha. En cualquier caso, las nuevas restricciones están orientadas para aplicarse a los cultivos interiores en invernaderos.

El nuevo límite máximo de residuo se aplicará desde ahora para los productos elaborados dentro de la UE, pero a partir de 2026 para los alimentos y piensos importados de países de fuera de los Veintisiete, que tendrán este tiempo de margen para adoptarse a la normativa, al contrario que los agricultores comunitarios. Según la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, la medida busca proteger el medio y frenar la caída de las poblaciones de especies polinizadoras a nivel global. «En lo que respecta al uso y el riesgo de los plaguicidas, siempre hemos sido claros en nuestro compromiso de proteger la salud de nuestros ciudadanos y el medioambiente», aseveró la dirigente comunitaria en un comunicado.

Según la Comisión, las nuevas restricciones respetan los estándares fijados por la Organización Mundial del Comercio (OMC) por lo que atañe a los productos importados de fuera la UE y se enmarcan en los objetivos medioambientales que Bruselas impulsa mediante el Pacto Verde Europeo y en la estrategia 'De la granja a la mesa'.