Movimiento en el balón

Nacho Sáez
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Los jugadores, técnicos y ejecutivos segovianos instalados en el fútbol profesional resuelven estos días su futuro tras una temporada con suerte dispar.

Movimiento en el balón - Foto: JUANJO MARTIN

La mayoría de equipos de Primera y Segunda División volverán al trabajo esta semana a pesar de que parece que fue ayer cuando terminó la competición y de que todavía continúa el trabajo en los despachos para configurar las plantillas de un curso que será singular por la celebración del Mundial en Catar entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre. Entre quienes se encuentran pendientes de su futuro próximo en el fútbol de élite figuran varios segovianos. 

Jorge de Frutos es el principal. El futbolista de Navares de Enmedio toma dirección hacia el Getafe, tras una mala campaña con el Levante a pesar de que estuvo muy cerca de repetir sus números de la anterior temporada, que le convirtió en uno de los jugadores revelación. Ha terminado con 25 partidos jugados, cuatro goles anotados y siete asistencias repartidas –frente a los 37 encuentros que disputó en la 2020/2021 con cuatro tantos y nueve pases de gol–, pero el descenso del Levante lo ha empañado. Ahora puede convertirse en el traspaso más alto de la historia de un futbolista segoviano si finalmente se concreta su fichaje por el Getafe por una cantidad que se situará entre los nueve y los diez millones de euros.

También mira al mercado David Martín, jugador del Andorra de Piqué, flamante nuevo equipo de Segunda División. «Estoy tranquilo porque tengo contrato. Si no cuentan conmigo, tendrán que rescindirme y buscar otra cosa», explicaba el lunes en conversación con El Día de Segovia, aún de vacaciones pero sin perder la forma. «Acabo de venir de correr por la estación de Grandvalira». Su adaptación a Andorra, adonde llegó procedente del Rayo Majadahonda, ha sido perfecta.

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«Aquí se vive de locos. Es otro rollo. Lo he hablado con mi pareja incluso para quedarnos a vivir el día de mañana. Es todo muy tranquilo. Vas al súper y hasta puedes dejar las ventanillas del coche bajadas. Sales de casa con las dos perritas y no te encuentras a nadie», cuenta sobre su vida en el Principado, donde en lo futbolístico ha protagonizado una última temporada de contrastes. «El inicio fue duro porque no estaba teniendo minutos, pero el trabajo es indiscutible. Siempre acabo bien las temporadas. Con ilusión, sin bajar los brazos y con una plantilla magnífica, revertí la situación, el míster contó más conmigo y saliendo del banquillo he sido importante en los últimos partidos y he ayudado con goles. He acabado muy bien», remarca. 

También asegura que mantiene la misma ilusión que cuando empezó a jugar al fútbol en el Quintanar. «Físicamente me encuentro muy bien. Me están respetando las lesiones y me cuido mucho en el día a día. Si no, no puedes estar al nivel tan exigente de un club como el Andorra. No pienso en cuándo se va a acabar [el fútbol]. Hago lo que me gusta y puedo decir que tengo el mejor trabajo del mundo», remacha.

La cara amarga la está viviendo ahora Carmelo del Pozo. Este jueves finalizó su contrato como director deportivo del Hércules, con el que no ha conseguido ascender a la Primera RFEF. Aunque el club ha aclarado que la decisión de no continuar ha sido del propio Del Pozo, la prensa alicantina ha subrayado que sus dos proyectos no han funcionado. Esta redacción ha tratado sin éxito de ponerse en contacto con él para interesarse por su próximo destino, que se sumaría al Poli Ejido, Alicante CF, Rayo Vallecano, Betis, Espanyol, Alicante, Real Oviedo, Levante y Deportivo de La Coruña en una trayectoria envidiable. Tras su etapa como portero, se convirtió en preparador físico y de ahí dio el salto a los despachos, donde ha desempeñado el cargo de secretario técnico y director deportivo.

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Faceta, esta última, que también desempeña otro segoviano, David Torices 'Dupi', del que esta semana se ha sabido que será el nuevo director deportivo de la UD Logroñés, de Primera RFEF. «Haremos un equipo del que la afición se sienta orgullosa, identificada y ojalá que disfrute domingo tras domingo», ha comentado en sus primeras declaraciones al departamento de comunicación del club riojano, al que llega tras un curso en el Badajoz. Vistió las camisetas del Tomelloso, Puertollano, Guadalajara y, en dos etapas diferentes, del Lleida, antes de retirarse con 32 años y calzarse el traje. Como director deportivo labró su fama en el Melilla, donde permaneció de 2015 a 2021. «Veo mucho fútbol, no hay otro secreto. En la primera vuelta de cada temporada filtro los jugadores que pueden interesar e intentamos anticiparnos a otros equipos que tienen más nombre o presupuesto», señalaba en 2018 en una entrevista en el 'As'.

Competir es innato para Fernando Llorente, que a sus 32 años acumula más de una década en el fútbol de alto nivel. El último año ha jugado en el San Sebastián de los Reyes, de Primera RFEF. «El balance [de esta temporada] yo creo que es bastante positivo. Nuestras aspiraciones no eran ascender ni meternos en 'play off' porque había clubes con mucho más presupuesto, pero nos hemos salvado holgadamente y solo nos ha faltado un poco de suerte para habernos metido en el 'play off'», asevera. En el plano personal también ha terminado contento: «Era un equipo que venía de ganar la liga y no me costó apenas adaptarme. Fue positivo que hubiera tanta competitividad». 

De momento no sabe dónde jugará los próximos meses. El mercado continúa en movimiento. También para Pablo Haro, futbolista nacido en Segovia pero andaluz de adopción que jugaba en el Real Murcia y ha acabado contrato. Igual que el preparador físico Nacho Gonzalo con el Hércules después de dos temporadas. Ahora regresa a la Gimnástica Segoviana.