Segovia supera este año la mortalidad covid de 2021

David Aso
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El balance oficial de la Junta revela 245 fallecimientos relacionados con la pandemia en 2022, frente a 233 el año pasado. El 76% tenía al menos 80 años y la mayoría murió cuando ya no era positivo, en los tres meses posteriores al test.

Segovia supera este año la mortalidad covid de 2021 - Foto: Rosa Blanco

Julio marcó el último pico en la inquietante curva de la pandemia de covid en Segovia. Desde entonces no ha vuelto a dar grandes sobresaltos pero, aunque el virus ya no sea tan letal como antes de la vacunación y la normalidad se haya impuesto al miedo, permanece más que latente sobre todo para la población vulnerable, con un goteo de muertes que no cesa, según refleja el balance oficial de la Junta de Castilla y León acerca de las personas que fallecen en los tres meses posteriores a haber dado positivo. Y la pregunta que todos nos hacemos, cuándo acabará esto, sigue sin tener una respuesta certera más allá de la tópica luz al final del túnel, mientras la OMS bautiza nuevas mutaciones de ómicron con curiosas denominaciones coloquiales, del tipo 'pesadilla' y 'perro del infierno', para captar la atención de la sociedad en esa difícil búsqueda de un mensaje equilibrado que lleve a no bajar más la guardia, pero que tampoco alarme. Porque las nuevas subvariantes son más contagiosas y suman síntomas no identificados hasta ahora (taquicardia, afonía y pérdida del apetito), pero no más graves, tal y como también apunta el jefe del Servicio Territorial de Sanidad en Segovia, César Montarelo.

Fue el 5 de julio cuando el hospital general llegaba a contabilizar hasta 56 pacientes positivos (53 en planta y 3 en UCI), marcando así su mayor nivel de presión asistencial en 16 meses; el peor desde el 15 de febrero de 2021. Preocupaba el ritmo de aumento de los ingresos en la que ya resultaba ser la séptima ola, asociada a una relajación general que se había acelerado con el fin de la obligación de llevar mascarilla en interiores (salvo en el transporte y los centros sociosanitarios, fundamentalmente) desde el 20 de abril. 

Pero la planta covid se fue vaciando poco a poco, y julio terminó con 28 personas ingresadas, agosto con 16, septiembre con 8… El 27 de octubre aún se registraba un efímero repunte con 16 ingresados, pero tres días después ya habían bajado a 10 y no se ha vuelto a rebasar tal cifra. Con el último parte oficial, del pasado martes, se notificaban seis ingresados con el virus en planta y ninguno en una UCI que, de los últimos 39 días, sólo en cuatro ha tenido a algún positivo, y nunca más de dos.

La incidencia de contagios entre mayores de 59 años se ha mantenido así en niveles de riesgo bajo o mínimo ('circulación controlada') desde el 30 de julio, si bien las cifras de fallecimientos relacionados con el coronavirus no han dejado de prestarse a interpretaciones contradictorias que tan pronto llevan a transmitir optimismo relativo como a no bajar la guardia, o incluso a ambas cosas a la vez. 

El balance global de mortalidad covid de la Junta refleja 1.248 fallecidos notificados en Segovia desde el inicio oficial de la pandemia (marzo de 2020) hasta el pasado 15 de diciembre; y 245 son de este año, 12 más que en todo 2021 (233), aunque lejos de los 771 del dramático 2020. No obstante, después de que julio marcara el peor dato mensual de 2022 con 42 decesos y agosto sumara 28, el descenso ha sido notable con 17 en septiembre, ocho en octubre, otras ocho en noviembre, cinco en la primera mitad de diciembre…

La cifra oficial de pacientes con covid fallecidos en el hospital sí muestra una reducción interanual: de 262 en 2020 a 125 en 2021 y a 82 del 1 de enero al 13 de diciembre de 2022, con casi la mitad de los de este año concentrados en dos meses: enero (19) y julio (19). Cinco en agosto, cuatro en septiembre, uno en octubre, tres en noviembre, dos del 1 al 13 de diciembre…

El contraste entre estas dos estadísticas se debe a que el hospital computa pacientes que murieron allí teniendo covid, mientras que el balance global incluye a personas que dieron positivo hasta tres meses antes de su defunción, por contemplarse la probabilidad de que el virus afectara por secuelas, aunque 'sólo' fuera por agravar o descompensar patologías previas. Y mientras el año pasado las muertes covid notificadas por el hospital representaban un 54% de la estadística global, ese porcentaje ha caído ahora al 34%, si bien el perfil mayoritario del fallecido sigue siendo el mismo en cualquier caso: personas de edades avanzadas y con patologías previas. 

La estadística por edades que ofrece la Junta se centra en el balance global de mortalidad covid, y de los 241 fallecidos de 2022 que detalla hasta el 8 de diciembre, 185 (76,76%) tenían más de 80 años, 36 (14,93%) estaban en la franja de 70 a 79, 14 (5,80%) de 60 a 69, cuatro de 50 a 59 (1,65%) y dos (0,82%) de 30 a 39 años. Nadie tenía menos de 30, por tanto, y curiosamente, tampoco ha habido ninguno en la franja de 40 a 49.

EXCESO DE MORTALIDAD. Por otro lado, aunque la gran mayoría de estos fallecimientos se acabe relativizando por la edad y la vulnerabilidad de las víctimas, así como por el hecho ya apuntado de que el balance global de mortalidad covid incluya a cualquiera que haya dado positivo en los tres meses anteriores a la fecha de defunción, elevando la probabilidad de que se computen defunciones por causas ajenas a la pandemia, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), gestionado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), no deja de revelar más defunciones de las esperables en condiciones normales. Así, después de que durante el dramático 2020 arrojara un exceso de mortalidad de 841 personas en Segovia y que en 2021 ya bajara a 27, este año ha subido a 111. «Probablemente el primer año de pandemia adelantó muertes de personas vulnerables y eso se ha notado en los años sucesivos», explica Montarelo.

Llama la atención lo acontecido el pasado julio, que se ha erigido en el peor balance de defunciones por cualquier causa en comparación con el mismo mes de cualquier otro año de la serie estadística del ISCIII, que se remonta a 2015. Hubo 64 decesos de los que considera inesperados, imposibles de prever aplicando la lógica de la serie estadística de la última década, principal referencia del MoMo para identificar episodios anómalos de defunciones. 

Además, coincide que el ISCIII atribuía a las temperaturas 22 de los fallecimientos de ese mes en la provincia, mientras que el balance global de mortalidad covid de la Junta anotaba 42, de modo que sumarían justo 64, lo cual bien podría llevar a pensar que, efectivamente, el coronavirus seguiría siendo clave. Sin embargo, el exceso total de 111 defunciones en 2022 se queda por encima de los 82 pacientes covid fallecidos en el hospital, pero también muy por debajo de los 242 del balance global de mortalidad covid de la Junta en ese periodo.

A nivel nacional, entretanto, el MoMo muestra un exceso de 31.558 defunciones este año (frente a 24.490 en 2021) y un récord de 5.864 atribuibles a las temperaturas (el 80% de ellas concentradas en las olas de calor de julio, agosto y septiembre), mientras el Ministerio de Sanidad habla de unas 25.000 relacionadas con la pandemia en 2022 (frente a más de 36.000 en 2021). De esta forma, por ahí cuadrarían las cifras para llevar a pensar que el coronavirus sigue siendo la principal causa de muerte con diferencia, por cómo se ensaña con personas vulnerables por edad o por padecer otras patologías previas, dejando un margen inferior a 800 fallecimientos en cuanto a muertes no atribuidas en estadísticas oficiales al coronavirus o a las temperaturas, pese a haberse extendido el debate sobre otras causas como un descenso generalizado de la atención a pacientes crónicos y de la actividad de los programas de detección precoz de enfermedades; o también por la pérdida de defensas naturales frente a otros virus más comunes tras dos años de restricciones, unidas a la posterior relajación del uso de la mascarilla y demás. Hipótesis que quizá puedan sostenerse, pero con un peso muy relativo según cifras oficiales, inferior al 3%.?

EMPEORAMIENTO GENERAL DE LA SALUD. «Es evidente que la pandemia ha tenido un impacto sobre la salud en general que estamos viendo ahora, y que la dedicación de tantos recursos sanitarios a combatirla ha podido hacer que se dejaran un poco los destinados al diagnóstico precoz y la prevención de enfermedades como el cáncer», reconoce Montarelo. «Estoy hablando de cáncer respiratorio, colorrectal, vaginal… ahora vemos que la mortalidad por esas enfermedades ha aumentado ligeramente», incide. «Los programas de prevención no han funcionado igual, aunque ya se están recuperando. Pero tampoco es porque se dejaran de hacer, cuidado, sino porque la participación de la gente en estos programas también bajó por el covid y por la problemática asistencial», matiza, «y esa es otra de las razones por las que la mortalidad ha aumentado para ciertas enfermedades».
Por otra parte, aunque la mortalidad por covid «ha descendido mucho» en los últimos meses, en Sanidad «se teme» un repunte de la incidencia de contagios en próximas semanas. La tasa actual está por debajo de 100 casos por cada 100.000 habitantes en siete días, el umbral que determina «riesgo cero o circulación controlada», pero Montarelo recuerda que el año pasado por estas fechas era incluso inferior y se disparó a casi 1.500 a mediados de enero, por lo que llama a «extremar las medidas preventivas, aunque ya no sean obligatorias, sobre todo si se va a convivir con personas vulnerables». «Por supuesto, aconsejamos completar la pauta de vacunación contra la covid si no se tiene, pero también por el mismo motivo llamamos a ponerse la de la gripe, que por estimaciones nacionales sabemos que causa 20.000 muertos al año en España», advierte. Una cifra que, hoy por hoy, casi se asemeja al impacto del coronavirus.