Segovia iniciará otro año sin sus cuentas aprobadas en plazo

David Aso
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El retraso no impedirá que la actividad básica del Ayuntamiento continúe con la prórroga de las cuentas de 2022, pero ralentizará el impulso de nuevos proyectos

Pleno celebrado en el Ayuntamiento de Segovia el pasado 2 de diciembre. - Foto: Rosa Blanco

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Segovia afrontará la recta final del mandato, entera o casi, con los presupuestos de 2023 sin definir. De hecho, a pocos días de que acabe 2022, el Grupo Socialista ni siquiera ha empezado a negociarlos con el resto de partidos, y aunque lo hiciera pronto y cerrara un acuerdo exprés para someterlos a aprobación inicial a finales de enero, los preceptivos plazos de exposición pública y resolución de alegaciones, antes de su aprobación definitiva y posterior publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), ya conllevarían que no entrasen en vigor, como poco, hasta marzo, cuando quedarían apenas dos meses para las elecciones (28 de mayo). 

Cierto es que un Ayuntamiento no se paraliza porque deba prorrogar sus presupuestos del ejercicio anterior en lugar de aprobar unos nuevos, tal y como le va a suceder al de Segovia a partir del próximo 1 de enero. Sus empleados y proveedores seguirán cobrando, los servicios ordinarios se prestarán como siempre… La vida municipal, resumiendo, continuará sin que falte lo esencial; pero eso sí, se verá lastrada por una gestión más lenta de la política de gastos y por un programa de inversiones seriamente mermado. Sobre todo porque, al operar con cuentas basadas en la planificación de gastos de 2022, y por tanto sin una hoja económica de ruta ajustada al nuevo ejercicio, de forma ordinaria sólo se podrán costear actuaciones que ya tuvieran base financiera el año pasado por partidas consignadas entonces, mientras que, para impulsar nuevos proyectos con cargo a las arcas locales, si es que se impulsa alguno, habría que recurrir a modificaciones presupuestarias por transferencias de crédito, que también exigen trámites específicos de aprobación en pleno con mayoría simple de votos favorables.

El concejal de Hacienda, Jesús García Zamora, reconocía el pasado lunes que los presupuestos estaban todavía «en la fase de concreción» y que esperaba tenerlos «en breve», pero con idea de «poder debatirlos primero en el ámbito del equipo de Gobierno», del que también forma parte Izquierda Unida, y ya después «tratar de obtener apoyos suficientes» de la oposición para aprobarlos. Le bastaría con la abstención del concejal de Podemos, aparte del respaldo de los dos de IU, para contrarrestar los previsibles votos en contra de PP y Cs. Pero, a pesar de que a estas alturas aún no se puede descartar ese escenario, cuando ni siquiera se han iniciado conversaciones, García Zamora ya ponía la venda antes de la herida al advertir que «es histórico que en años de elecciones se haga también política con el tema de los presupuestos» y cueste más obtener apoyos.

Fechas en que entraron en vigor los presupuestos de los últimos ejercicios.Fechas en que entraron en vigor los presupuestos de los últimos ejercicios.

INCUMPLIMIENTO HABITUAL. Sin embargo, con o sin año electoral de por medio, lo extraño sería que se hubieran sacado adelante en plazo, a pesar de que la Ley Reguladora de las Haciendas Locales recoge textualmente que «la aprobación definitiva del presupuesto general por el Pleno de la corporación habrá de realizarse antes del día 31 de diciembre del año anterior al del ejercicio en que deba aplicarse». 

De hecho, los primeros presupuestos del mandato, los de 2020, no se sometieron a la aprobación inicial del Pleno hasta el pleno del 29 de noviembre de 2019; la definitiva se produjo en otra sesión celebrada el 31 de enero; y su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia para la entrada en vigor, el 5 de febrero.

También se retrasaron los presupuestos de 2021, aprobados inicialmente el 14 de diciembre, de forma definitiva el 29 de enero y publicados el 3 de febrero. Y aún más los de 2022, con visto bueno inicial el 25 de febrero de 2022, definitivo el 8 de abril y publicación en el BOP del 15 de abril.

Precisamente el PP denunciaba el 29 de noviembre que el Ayuntamiento, con datos actualizados a 30 de septiembre, sólo había ejecutado 1,84 de los 20 millones con los que contaba para invertir durante este ejercicio, a lo largo del cual los socialistas han denunciado en reiteradas ocasiones que la 'culpa' de la demora de ciertos proyectos, según ellos, la han tenido los populares por presentar una alegación cuya resolución demoró varias semanas la entrada en vigor de los presupuestos.

Asimismo, el año de las últimas elecciones municipales, las de 2019, la entrada en vigor de las cuentas se retrasaron prácticamente hasta el 16 de abril, lo cual supondría ahora, en caso de repetirse, que apenas quedarían cinco semanas para la próxima cita con las urnas. Pero al menos ese esfuerzo por conseguir entonces el apoyo de Cs facilitó que el siguiente equipo de Gobierno pudiera disponer de una hoja de ruta que no lastrase la actividad municipal desde el primer minuto del nuevo mandato. El favor se lo hicieron los socialistas a sí mismos, además, dado que siguieron al frente del Ayuntamiento, y ahora está por verse a quién se lo hacen, si es que lo intentan y lo consiguen.