Segovia ya no puede buscar fechas precedentes para medir hasta qué punto se ha incrementado la incidencia de nuevos casos de coronavirus en la tercera ola porque las cifras que está dando cada día ya no tienen precedentes. Su curva no ha sido una curva en los últimos días, sino prácticamente una pared, casi vertical, tras dispararse el ritmo de notificación de positivos como nunca, y lo más preocupante es que todavía no ha tocado techo. 

El martes de la semana pasada se contabilizaron 71 casos y este último se marcaba la cifra más sobrecogedora en un parte diario hasta el momento, 232. Y eso apenas mes y medio después de que la provincia registrara 69 casos en toda una semana, la que se cerró el 6 de diciembre. Fue entonces cuando empezó el repunte, después de que el 27 de noviembre se levantaran las medidas excepcionales por las que tuvieron que cerrar los establecimientos de hostelería (salvo para servicios a recoger o a domicilio), gimnasios y centro comercial.Un repunte que ya se ha desbocado, que ya llevó a tomar aquellas medidas de noviembre desde el pasado fin de semana (con la excepción del mantenimiento de las terrazas) y que, si bien se aprobaron para un plazo inicial de dos semanas, no sólo seguirán más tiempo sino que se van a endurecer. 

Podrá debatirse la idoneidad de las restricciones, si se toman pronto o tarde, si son demasiado suaves o estrictas, teniendo en cuenta que incluso Madrid, siendo menos restrictiva con la actividad económica, presenta ahora mejores datos (o más bien menos malos) que Segovia en cuanto a tasas de incidencia de nuevos contagios, menos de la mitad. Pero la extrema gravedad de la tercera ola ya es un hecho basado en cifras objetivas a todos los niveles salvo en el de la mortalidad, que todavía es claramente inferior a la de primavera; aunque también se teme que la situación empeore mucho en ese aspecto y además de inmediato. 

Más restricciones con Segovia en niveles extremos de covid

El hospital no tuvo que notificar el fallecimiento de ningún paciente con coronavirus entre el entre el 17 de diciembre y el jueves 7 de enero, pero desde el viernes 8 hasta este jueves ha acumulado seis; y lo peor, según las autoridades sanitarias, está por llegar. Con los niveles de letalidad que se atribuyen al virus, estimados en torno al 1%, y con una tendencia de contagios todavía creciente, ya temen que se registren muertes a un ritmo de una decena de fallecidos por semana en Segovia para las próximas, si bien las cifras de marzo seguirían siendo más altas en el caso de esta provincia porque entonces todo se agravó por la violencia con que el coronavirus irrumpió en las residencias, actualmente más controladas. 

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, avanzaba el jueves previsiones a nivel autonómico en ese sentido: «En los próximos días vamos a tener entre 50 y 60 muertos diarios, incluso puede que muchos más. Esto es lo que va a ocurrir si se mantienen las tasas de letalidad y el comportamiento que ha tenido el virus durante toda esta pandemia», advirtió poco antes de confirmar también la próxima adopción de nuevas restricciones, entre las cuales estaba la posibilidad de cerrar las terrazas en el caso de la hostelería o adelantar su hora de cierre, así como la del comercio. 

NUEVAS RESTRICCIONES. «Vamos a implementar medidas, es nuestra intención», señaló Igea. «Recomendaremos a nuestros ciudadanos que se queden en casa salvo para ir al trabajo, que no mantengan reuniones fuera de sus convivientes habituales, a ver hasta dónde podemos llegar legalmente porque como saben algunas medidas afectan a derechos fundamentales y el decreto de alarma no nos permite tomarlas, pero nuestra recomendación es que por favor se mantengan en su casa siempre que sea posible», incidió. «Actividad esencial, reuniones al aire libre, evitar visitas a residencias de mayores hasta inmunizarlas todas... Sean conscientes del momento que vivimos. Insisto en que vamos a tener centenares de pérdidas de vidas humanas y una situación muy difícil en nuestros hospitales si no nos tomamos esto en serio».

Finalmente, los cierres de hostelería y comercio se descartaron este viernes, al menos de momento, pero la Junta sí anunció el confinamiento perimetral y la limitación de las reuniones en domicilios a cuatro personas, además de reducir los aforos en lugares de culto a un tercio, con un máximo de 25 personas. También anunció un adelanto del toque de queda a las 20.00 horas a partir de este sábado, a pesar de que el Ministerio de Sanidad lo rechaza e incluso asegura que no tiene encaje jurídico.

Con las nuevas medidas la Junta considera que llega prácticamente al límite que le permiten sus competencias y aspira a más. De ahí que siga demandando al Gobierno central la modificación del decreto del estado de alarma vigente para permitir que la Comunidad disponga de la posibilidad (ahora sólo en manos del Estado) de aplicar un confinamiento domiciliario «si fuera necesario».

Las nuevas restricciones se han aprobado para un periodo inicial de dos semanas, el mismo plazo que se dio para las medidas excepcionales de cierre de interior de hostelería, gimnasios y centro comercial en Segovia. Estas últimas son las que habrían vencido el próximo fin de semana, pero está por verse cuánto se alargan realmente. Más aún cuando, en el caso de Segovia, le puede costar mucho más que en la segunda ola bajar a niveles de covid inferiores a los que determinan el establecimiento de medidas excepcionales, una vez que los datos actuales no tienen precedentes.

DATOS DE INCIDENCIA. En la segunda ola, la Junta ordenó las medidas excepcionales de cierre de hostelería, gimnasios y centros comerciales en Castilla y León a partir del 8 de noviembre y en Segovia se levantaron sólo tres semanas después, mientras el resto tuvo que esperar hasta la víspera del puente de la Constitución (salvo Burgos capital, donde siguieron más tiempo). Pero es que Segovia ya entró en aquella etapa de restricciones excepcionales con tendencia descendiente de contagios, al revés que ahora. Y además, según la tabla de indicadores de riesgo que manejan las autoridades para determinar las medidas preventivas, el pico que llegó a marcar Segovia entonces, en tasa de incidencia de nuevos casos en siete días (IA7), se quedó en 250, cifra que este viernes ya estaba en 841 (el doble de la media nacional y muy por encima de la regional, situada en 521); y todavía amenaza con seguir subiendo, a pesar de que ya está entre las tres provincias españolas con más covid actualmente, sólo por detrás de Badajoz y en niveles similares a los de Ciudad Real. Segovia capital, además, estaba este viernes en 938 y todavía con tendencia creciente; Cuéllar, 1.367 (creciente); Cantalejo, 2.100 (creciente); Carbonero el Mayor, 2.262 (decreciente); y Sepúlveda, 3.190 (decreciente).

Aún está por verse además en qué momento se alcanza el pico de esta ola y empieza a cambiar la tendencia en el conjunto de la provincia, teniendo en cuenta que el llamado índice reproductivo básico aún estaba el jueves en 1,54; es decir, más de un contagio extra por cada positivo. Esta variable no es ajena a márgenes de error, pero sólo cuando baja de 1 indica descenso; y además lo que refleja suele tener efecto a 10 o 15 días vista. Asimismo, una vez que empiece a descender, la IA7 deberá hacerlo hasta quedar por debajo de 200 casos para que las restricciones sean inferiores a las actuales, ya que ese es el umbral marcado por las autoridades sanitarias, con el agravante de que tal desescalada no se suele iniciar hasta que los niveles de covid encadenan 15 días por debajo de los fijados para la alerta vigente. Vienen por ello semanas muy duras por delante, y será responsabilidad de todos evitar que no sean meses.