Han pasado más de tres meses desde que disidentes de Hotuse (Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia), antes AIHS (Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos), formalizaran la constitución de una organización alternativa que cubriese el vacío dejado por la veterana en la Federación Empresarial Segoviana, al desvincularse de su estructura hace ya más de un año. Oficialmente existe desde que se publicó en boletín oficial el 1 de abril, tal y como informó entonces El Día, pero no ha sido hasta el viernes 8 de julio cuando se ha presentado públicamente, ya con una presidenta al frente (la directora del Grupo Gastronómico José María, Rocío Ruiz) y con una junta directiva que ha empezado a funcionar como tal esta semana.

El Día ha entrevistado por separado a los presidentes de ambas organizaciones, a los que se ha planteado un cuestionario básico, sin repreguntas en función de sus respuestas para asegurar la ecuanimidad entre ambos, con enlaces independientes para Rocío Ruiz y Jesús Castellanos.

La denominación popular de la nueva organización no será finalmente FES Empresas de Hostelería, tal y como se barajó al principio, sino Festur, como abreviatura de FES Turismo, para recalcar su vínculo con la Federación Empresarial Segoviana y la representación de actividades turísticas que van más allá de la hostelería.

En Festur se integran las asociaciones y actividades de turismo rural y activo, agencias de viaje, guías y empresas de turismo cultural, restauración, hostelería y catering, hotelería y alojamientos, distribución y presentación de alimentación y bebidas, otros proveedores... En total suman «algo más de 200 asociados», según se destacó en la presentación, mientras Hotuse asegura que ronda los 300, aunque en este caso inscritos de forma directa en el colectivo.

Festur disputará así el liderazgo representativo del sector turístico con el empuje de FES, igual que ya sucede en el comercio, desde el pasado otoño, con Fecose como nueva agrupación alternativa a ACS. El resultado es similar en ambos casos, la división del asociacionismo de sus sectores, aunque el origen de uno y otro conflicto es diferente. FES acusaba de «inacción» a ACS y apostaba por la renovación de sus dirigentes, que llevan más de 20 años y, según la patronal provincial, están virtualmente blindados por los estatutos de la organización, que impiden que un candidato reúna avales suficientes para disputar unas elecciones. Por eso tomó la iniciativa de amparar la creación de otra asociación.

En cuanto al sector hostelero y turístico, fue Hotuse la que tomó la iniciativa de dejar la sede de FES en octubre de 2020, aunque no se separó a nivel administrativo hasta mayo de 2021. Denunció que FES intentaba «suplantarla» y le restaba representatividad, mientras que ACS se mudó en octubre (tras la creación de Fecose) al local de la asociación tradicional hostelera, que también es sede de una patronal alternativa a FES (Confederación Segoviana de Empresarios, Conferse), constituida en marzo por estas dos organizaciones y por una tercera que dejó FES en 2013, la Asociación Segoviana de Empresas Auxiliares de la Construcción (Aseac). Las tres se fueron con críticas a la patronal provincial, y a las tres acusó la patronal provincial de impagos de cuotas, si bien Hotuse ya llegó meses atrás a un acuerdo extrajudicial para abonarlas.

FES, mientras tanto, recompone su particular puzle de representatividad con las nuevas agrupaciones de comercio y hostelería, y lo amplió en junio al reintegrar las asociaciones tradicionales de transporte (Asetra) y construcción (APIC), que también libraron diferencias con la patronal provincial en etapas pasadas. 

Hotuse, por su parte, retiene el aval de su pertenencia a Hostelería de España y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), igual que ACS con la Confederación de Comercio de Castilla y León (Conferco). Y en medio, sectores divididos entre ser parte de unos, de otros o de nadie.