A veces, pocas pero últimamente más, los retrasos tienen 'premio'. Ya ocurrió con el proyecto de reurbanización del eje de Daoiz, que está pendiente desde 2013 y se aseguró cofinanciación europea en febrero de 2022, para llevarse a cabo en 2023 y parte de 2024 (15 meses de obras, en principio), gracias a la convocatoria de fondos para la implantación de zonas de bajas emisiones (restricción de tráfico en el centro). Y este miércoles, con la publicación de la resolución de una convocatoria de planes turísticos, se han sumado otros proyectos que también se esperan desde hace años.
Destaca el Centro del Acueducto y la Cultura del Agua, que no empezará a construirse este mandato, pese a estar comprometido en el programa electoral del PSOE de 2019, pero podrá estar listo en 2025 sin tener que tocar las arcas municipales (al menos en cuanto al presupuesto básico inicial). También está el proyecto de mejora de la iluminación ornamental del propio Acueducto, pendiente desde hace más de siete años (fue parte de una exposición en 2014 y 2015), que podrá abordarse con plazos parecidos e idéntica vía de financiación; o la rehabilitación del molino de la Perla, anunciada en 2015.
En total, el Ayuntamiento recibirá 4,4 millones de ayuda europea con la citada convocatoria para planes de sostenibilidad turística, 1,2 millones menos de los que se solicitaron, tras haber tenido que limar cada actuación prevista para ajustarse a los criterios de la Junta, pasar su corte y recibir después el visto bueno del Gobierno, a través de la Conferencia Sectorial de Turismo, de la que forman parte ambas instituciones. El Centro del Acueducto es precisamente el proyecto más costoso y contará con 2,4 millones, unos 500.000 euros por debajo de lo esperado por el Ayuntamiento cuando lo presentó a esta convocatoria; y hasta 1,6 por debajo de su solicitud en la convocatoria de 2021, desestimada entonces porque la Junta dio prioridad al medio rural.
El edificio se encajará en el fondo de saco de la calle Gascos, y aprovechando la diferencia de nivel respecto a la plaza de la Artillería, se prevé de tres alturas, aunque sólo asomará la última. Así se suavizará su impacto visual en el entorno del Acueducto, al tiempo que habrá accesos al edificio arriba y abajo, por la parada de taxis y por Gascos.
Tendrá salas de exposiciones, de reuniones o congresos, tienda, cafetería... Por supuesto, servirá para difundir la historia del monumento y la ciudad, y también para fomentar la cultura del agua. Sin olvidar la capacidad que tendrá este centro como generador de ingresos; directos por la venta de entradas e indirectos por atraer turismo de congresos. Además, según valoraba este jueves la alcaldesa, Clara Martín, la recaudación de fondos por entradas irá «directamente» a la conservación del Acueducto.
En cuanto a su futura iluminación ornamental, se concibe como un proyecto piloto replicable en otros espacios patrimoniales, con tecnología led que no sólo reducirá el consumo, sino que mejorará la calidad de la luz, y con una instalación que facilitará realizar proyecciones sobre el lienzo del monumento.
MOLINO DE LA PERLA Y MÁS. Otro viejo proyecto que verá luz es la rehabilitación del molino de la Perla, anunciada cuando se ultimaba en 2015 la aprobación de un convenio por el que el Ayuntamiento asumió la titularidad de este bien, que estaba en manos privadas. Conserva su maquinaria original y será restaurado para que puedan visitarlo segovianos y turistas, convirtiéndose en un atractivo clave para divulgar, junto con el centro de interpretación de SanLorenzo, la riqueza ambiental y cultural de todo este paraje y sus usos tradicionales. Su presupuesto, unos 250.000 euros.
Con cargo a esta misma convocatoria se prevé además la mejora de la cacera de regantes, así como diversas actuaciones de recuperación de fauna y flora dentro de este mismo entorno de huertas y arboledas que circundan el recinto amurallado, a lo largo de los valles del Eresma y el Clamores, en lo que constituye el entorno declarado como Paraje Pintoresco en 1947. También se aprovecharán estas ayudas, por cierto, para retranquear el colector y ensanchar el cauce del Eresma a la altura de la Casa de Moneda, así como para mejorar aliviaderos y así ir sumando medidas paliativas de las inundaciones cíclicas en la zona.
Asimismo, se crearán nuevos contenidos turísticos digitales, en la línea de lo que ya se anunciaba años atrás, cuando se barajaba recurrir a la realidad virtual para recrear in situ, por ejemplo, el entorno del Acueducto en tiempos de Roma.
Resumiendo, una importante batería de iniciativas que también incluyen mejoras de eficiencia en consumos de agua o en sistemas de riego de zonas verdes, contribuyendo entre todas no solo a transformar el sector turístico, sino a modernizar la ciudad en su conjunto, sin dejar de poner aún más en valor su patrimonio histórico monumental y paisajístico.