El Espanyol traspasó este martes al delantero Raúl de Tomás al Rayo Vallecano, según informó la entidad blanquiazul, por unos ocho millones fijos más tres variables, unas cantidades no confirmadas oficialmente, poniendo punto y final a uno de los culebrones del verano en clave periquita.
Ambos clubes negociaron para concretar el fichaje del delantero antes del cierre del mercado de verano, pero finalmente no alcanzaron ningún acuerdo. Ahora, la entente es total, aunque el jugador no podrá ser inscrito en LaLiga hasta enero.
Raúl de Tomás no ha disputado ni un minuto con el Espanyol, ni en pretemporada ni una vez arrancó la competición oficial. El madrileño, según explicaba la entidad catalana, tenía molestias y se ejercitaba de forma personalizada.
El Espanyol no escondió la voluntad del futbolista de cambiar de aires. Por su parte, el entrenador blanquiazul, Diego Martínez, siempre apuntó que todo lo que rodeaba al jugador era una cuestión entre el club y propio jugador.
El club hacía referencia, antes del mercado, a la cláusula de rescisión del jugador, 70 millones de euros, y lo ha traspasado por 8 más 3 en variables. Desde los despachos del RCDE Stadium recuerdan que el futbolista costó 22 millones de euros en la temporada 2019-20 y, a nivel contable, 11 de ellos ya están amortizados. Los 11 restantes que pagaría el Rayo, si se cumplen las variables, amortizarían de forma total la operación.
Raúl de Tomás llegó a la entidad catalana en la campaña 2019-20. Desde entonces, el madrileño, internacional con la selección absoluta, ha disputado 89 partidos oficiales como periquito y ha firmado 45 goles.
El delantero cierra su etapa en el RCDE Stadium poniendo rumbo al Rayo Vallecano, su exequipo en los cursos 2017-18 y 2018-19, cuando sumó 38 goles y jugó 66 encuentros oficiales. Su buen rendimiento en Vallecas le abrió las puertas del Benfica en la 2019-20.
Uno de los 'culebrones' del verano
La vuelta de Raúl de Tomás se ha tornado en un culebrón las últimas dos semanas tras una negociación frustrada a tres bandas entre el Rayo, el Espanyol y los agentes del jugador en las últimas horas del mercado de verano y que tuvieron su punto de máxima tensión hace cinco días, cuando el presidente del club madrileño, Raúl Martín Presa, denunció a uno de los miembros de la agencia de representación del jugador por una presunta agresión con parte médico de lesiones.