La esperanza de quedarse

Sandra Segovia
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Pablo Sanz y Maribel Galán, una familia de acogida segoviana, busca que Hamdi, un niño saharaui, pueda venir a vivir y estudiar en la ciudad durante el curso 2023-24, ya que su madre no se puede hacer cargo de su cuidado

La esperanza de quedarse - Foto: Rosa Blanco

«Nos encantaría no tener que volver a acoger a niños saharauis», dice convencido Pablo Sanz. «Si ya no necesitan que los acojamos, significa que el conflicto que vive su país está resuelto. Que están en su casa y con los suyos», añade Maria Isabel Galán. Pero, por el momento, eso no entra en sus planes de futuro.

Pablo y Maribel son una familia que participa, desde el año 2001, en el programa 'Vacaciones en Paz', un proyecto ideado por las mujeres saharauis para que sus hijos tuvieran la posibilidad de alejarse durante el verano de las duras condiciones en las que viven en los campamentos de refugiados y en el que la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Segovia participa desde 1997. Pablo Sanz cuenta como, un día, se encontró en el parabrisas de su coche un flyer con un mensaje claro: 'Acoge a un niño saharaui'. «Me lo llevé a casa, lo comentamos y decidimos probar. Desde entonces, acogemos todos los veranos -exceptuando los dos años que el programa no se ha podido llevar a cabo por la pandemia-, y mantenemos el contacto con la mayoría de los que han pasado por nuestra casa».Y este 2022 no iba a ser distinto, por lo que Maribel y Pablo comparten ahora su casa con dos niños de ocho y nueve años: Izza y Hamdi, procedentes del campo de refugiados de Tindouf, en Argelia. A pesar de que el programa 'Vacaciones en Paz' está destinado a menores de ocho años, este año se ha hecho una excepción con Hamdi debido a que padecía una enfermedad, concretamente problemas en uno de los oídos. Tras las consultas médicas, su madre de acogida explica que «resulta que lo que tiene es un problema más respiratorio, porque necesita inhaladores, pero por suerte el médico ha dicho que no es grave». 

Ahora van más allá y la familia busca, a petición de la madre de Hamdi, que, durante el curso 2023-24 el pequeño pueda participar en el programa 'Madrasa', el cual consiste en la acogida de adolescentes con el objetivo de que estudien en España. «Es un caso muy particular. La que quiere fundamentalmente es su madre, porque es una viuda a cargo de cinco hijos y no tiene medios para cuidar debidamente a todos. Ya hay un hermano de Hamdi que está viviendo en Guadalajara con su tía, Gaila». A través de ella, amiga de Maribel, conocieron su historia y no lo dudaron. Se pusieron en contacto con la progenitora del pequeño y acordaron que pasara las vacaciones de verano en Segovia a ver cómo se adaptaba y qué tal era la relación con sus padres de acogida. A partir de ahí, el objetivo es «que el año que viene pueda venir a quedarse durante el curso escolar», explica Sanz. Además, el propio Hamdi asiente vergonzoso pero sonriente al preguntarle si quiere venir a estudiar a España.

La esperanza de quedarseLa esperanza de quedarse - Foto: Rosa Blanco

El proceso se prevé largo, pero eso no les quita la ilusión. «La mayoría de problemas serán burocráticos, que habrá que intentar resolverlos con tranquilidad y paciencia», explica la pareja.

El programa. Este año, Izza y Hamdi han llegado a Segovia a pasar el verano acompañados de nueve niños más gracias a 'Vacaciones en Paz'. Pero tanto Sanz como Galán lamentan que desde hace algún tiempo haya disminuido la cantidad de familias de acogida que participan en el programa. 

La esperanza de quedarse
La esperanza de quedarse - Foto: Rosa Blanco

Además, señalan que se ha notado mucho que este año los niños han llegado más tarde debido a las relaciones entre España, Argelia y el Frente Polisario, así como a las complicaciones burocráticas que han acortado la estancia de los pequeños. Y su opinión es clara: «Nuestro planteamiento es que Vacaciones en Paz es un medio de ser solidarios con unas personitas pequeñitas con dificultades alimenticias y sanitarias, pero para mí es un medio que tiene que servir para poner de manifiesto el problema de fondo que es el problema saharaui en los campamentos de refugiados. Eso es lo que no se tiene en cuenta debidamente. Estos niños están donde están por un problema político, ya que una nación, que es Marruecos, invadió otra, el Sáhara Occidental, y España no ha ejercido su obligación de liderar un proceso de descolonización. Están abandonados en un tercer país, que es Argelia, viviendo en unos campamentos que las mujeres saharauis han levantado durante muchos años», explica Sanz.