Bien pegado a la tierra

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Chema San Segundo, director del Congreso Alcaldes&Innovación.

Bien pegado a la tierra - Foto: Rosa Blanco

Chema San Segundo (Palencia, 1960) n??ació en la capital palentina pero lleva tres décadas asentado en Segovia, de la que se considera un enamorado y una tierra que conoce a la perfección. Se define a sí mismo como escritor y aficionado a tres cosas:la cocina, la poesía y al arte conceptual. En la actualidad, es el director del Congreso Internacional Alcaldes &Innovación, que promueve la Diputación Provincial de Segovia, cuya segunda edición ya está en marcha y se desarrollará el próximo mes de noviembre, en el que se recogerán y difundirán casos de éxito e innovación en los pueblos que pueden ayudar a otros municipios.

1. La Venta Pinillos. Deleitarse con los huevos fritos que hace Merche, siempre en su punto, siempre con su puntilla, siempre con su sonrisa. Un clásico acompañarlos de chorizo o de lomo de matanza. Realmente es una Venta y siempre lo fue, conservando ese aire de sitio de paso, pero acogedoramente familiar y cariñoso. A veces le sorprende que haya personas que no lo conozcan.

2. La Veracruz. Es un visitante crónico de la Iglesia de la Veracruz. Va solo muchísimas veces y de forma continuada lleva a amigos que vienen a Segovia. Es un lugar único y Enrique, la persona que atiende a los visitantes, es siempre cordial con todos. Un espacio único para estar en silencio y para reponer fuerzas en medio de la agitación en que vivimos todos.

3. Las ferreterías. Confiesa un secreto: su pasión son las ferreterías. Cuando viaja, visita estos establecimientos en los que se puede encontrar de casi todo. Son verdaderos faros en el mundo rural que prestan un servicio insustituible. Le vienen a la cabeza ejemplos como la Ferretería Alpi, en Santa María la Real de Nieva. Siempre que va a la Bodega Herrero, en Nieva, paso a ver qué tienen ... y siempre compra.

4. Barrio de San Lorenzo. Le gustan todos los barrios. Cada uno tiene su propia personalidad, aunque le viene en especial a la cabeza San Lorenzo, un barrio lleno de sorpresas, de paseos cerca del río, de calles pequeñas y cariñosas, con su plaza y su iglesia, como eje centra,l y sus muchos lugares recogidos, cariñosos y casi domésticos como Casa Paco o Taberna López.

5. El Acebal de Prádena. Son palabras mayores y lo visita en todas las época, pero en invierno, este paraje se pone de tiros largos. Los acebos se encuentran en estado de gracia, parecen monjes que vigilan con serenidad el valle que se encuentra a sus pies. Un espectáculo natural para disfrutar con un caldo calentito para soportar las bajas temperaturas al lado de estos seres majestuosos. 

6. Recuerdos de otros veranos. Recuerda que no es de Segovia, por lo que su infancia no tiene estampas segovianas, pero cuando cruza el puente de Fuentidueña, con dirección a Sacramenia, y ve a los niños jugar en el agua fresca durante el verano, le viene a la memoria los recuerdos de aquellos años de verano y juegos, de riachuelos, arroyos y pozas naturales y familia y amigos y bocadillos de tortilla o de filetes empanados.

7. Librería Intempestivos. Afirma que Segovia tiene lugares culturales «para dar y tomar». Un día normal, entre semana, hay varias ofertas y, parece mentira, pero «no puedes ir a todas las cosas». Destaca un lugar entrañable y acogedor donde siempre le pasan cosas muy bonitas: la Librería Intempestivos, dónde beber libros, hojear cafés y estar cara a cara con autores, charlar con personas aficionadas a las letras y disfrutar de las cosas que precisan tiempo. Un espacio cultural especial para disfrutar de la vida. 

8. Dar vueltas por los pinares. Para perderse, «literalmente», lo mejor son los pinares. En compañía de su amigo Juan, de la Venta Pinillos, salieron a buscar níscalos, por los pinares cercanos a Aguilafuente, y tuvieron que ir buscarles porque no sabían dónde estaban y después de dar vueltas y vueltas consiguieron salir a una carretera y parar un coche. Los pinares son un sitio único para perderse y disfrutar de los árboles, de los olores, de las setas, de los animales y «del ridículo» de no saber dónde te encuentras después de unas cuantas horas.

9. Rincones Únicos. Otro consejo: coger el coche , aparcarle en cualquier lado y pasear cinco minutos, seguro, que aparece algo que nos llama la atención.Lo recomienda porque lo practica y así ha descubierto que «su mesa preferida está entre pinares», de la que sólo dirá que es un sitio maravilloso cerca de un riachuelo dónde va a comerse un bocadillo o a beber una botellita de vino a gusto. Árboles, algunos centenarios, que le esperan y acogen para meditar en silencio o una ermita desde la que ver atardecer y que, en su sencillez aislada, conserva siempre encendidas algunas velas como homenaje a la virgen que la cuida.

10.Navares de las Cuevas. Acercarse a su ermita, dar un paseo por fuentes y por el recorrido perfectamente acondicionado entre la naturaleza, ver cómo con escasos medios decoran todo el pueblo con ganchillo. Y no dice más pero hay más sorpresas que se llevarán los que se acerquen para que puedan descubrirlas por sí mismos.