"Hay que controlar a los niños cuando tienen un móvil"

A.M.
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Doctora en Psicología, Máster en Ciencias Forenses, Experta en Criminología, capitana de la Guardia Civil, donde ha estado destinada en Análisis del Comportamiento Delictivo, es profesora en el CESEDEN

La capitana de la Guardia Civil María José Garrido Antón - Foto: Rosa Blanco

La capitana de la Guardia Civil, María José Garrido Antón, profesora del Centro Supreior de Estudios de la defensa Nacional (CESEDEN), que acaba de presentar en el Real Sitio de San Ildefonso-La Granja el libro 'Violencia y ciberviolencia de género', del que es coatura, señala en este entrevista que  «muchas veces se observa entre los padres una falta de sensibilización cuando se deja a los niños un dispositivo electrónico, aparte de falta de información sobre los riesgos y los peligros que existen en internet (...)  hay que tomar medidas de seguridad y hacer controles».  

Junto con el profesor Ángel Garrido Collantes, es coautora del libro 'Violencia y ciberviolencia de género',  ¿qué objetivo persigue?

Acercar al ciudadano de a pie, informarle y formarle, sobre los nuevos comportamientos criminales que se dan en una relación de pareja. Se abordan de manera exhaustiva los diferentes puntos de vista que se pueden contemplar en la ciberviolencia de género. Notamos diferencias entre dos colectivos principales, los nativos digitales y quienes no lo son, es cierto que los primeros tienen un patrón de relacionarse diferente a los inmigrantes digitales, hay diferencias en parámetros fundamentales como intensidad, duración y frecuencia de las conexiones a internet. La ciberviolencia se refleja exactamente igual como cualquier patrón de la sociedad, hay un porcentaje elevado de nativos digitales que delinquen en la red, pero también entre los adultos se observan con frecuencia estas ciberamenazas y cibercoacciones. 

¿Cuando hablamos de nativos digitales, a qué edad comienza a producirse este tipo de comportamientos delictivos?

Cada vez se empieza más joven porque tienen acceso a internet. Dejamos a niños un móvil de mil euros y un porcentaje muy elevado de padres y madres no saben lo que son los controles parentales, eso me parece muy peligroso, aparte de que les falta de información sobre los riesgos y los peligros que existen en internet.   

¿Cómo se detectan los comportamientos irregulares?

Vivimos en una sociedad que no se puede comparar con hace cincuenta años especialmente con la incorporación de la mujer al trabajo que fue un paso maravilloso para todos y para todas, te das cuenta que, quizá con la mejor de las intenciones, dejamos los dispositivos electrónicos a niños muy pequeños, insisto en que hay que tomar medidas de seguridad y hacer controles. En el marco de un trabajo de igualdad me entrevisté con mujeres de diferentes sectores y me llamó la atención la cantidad de  población infantojuvenil que tenían sintomatología psicológica y psiquiátrica y alguien me dijo que se estaban dando cuenta, cada vez más, que a los menores les faltan miradas.  

¿Qué diferencias hay entre el comportamiento cara a cara o a través de la red?

En una discusión de pareja podemos decir algo de lo que nos arrepintamos pero cuando uno tiene que escribir el insulto, la coacción o la amenaza baja la emocionalidad y da paso al raciocinio. Pero luego se encuentra la persona que escribe y sabe que en el momento que lo envía deja de ser de su patrimonio y pasa a internet, conoce que puede ser considerado una prueba de cargo. Internet no ha provocado un aumento de delitos sino que saca a la luz cualquier comportamiento que podemos tener en el mundo 'offline'. Sí me llama la atención cómo ha cambiado la cibervíctima. Antes, cuando teníamos una víctima de violencia de género mostraba una hipervigilancia, estaba pendiente constantemente de si la estaban controlando, ahora observo dudas sobre dispositivos electrónicos.  Recuerdo cuando hablaba con una víctima y yo escribía con una pluma, ella admitía la posibilidad de que llevara un micrófono, lo mismo que diferentes objetos como un pin. Hace falta formación en medidas de ciberseguridad porque genera un gran desgaste psicológico ante la creencia de que se les esté controlando...   

¿Qué comportamientos son preocupantes en internet?

Por un lado el cibercontrol, pedir que la pareja le envíe la ubicación o por qué hablaba por wasap a determinada hora, que no es delictivo pero sí preocupante, en muchos casos la antesala de comportamientos delictivos. Luego están los delitos de 'sexting', acoso y la 'sextorsion' que son los contemplados en el Código Penal. Hay que diferenciar dos tipologías delictivas, la violencia de género y los homicidios de pareja, que comparten el denominador común de humillación y vejación hacia la mujer, pero subyacen dos factores de riesgo diferentes. 

He entrevistado a hombres que han matado a sus parejas o exparejas, extrovertidos, introvertidos, inteligentes o no, con tendencia al neuroticismo o estabilidad emocional, un perfil bastante heterogéneo en cuanto a rasgos de personalidad. Cuando hablamos de violencia de género sí que nos hemos encontrado con ese perfil que socialmente se conoce como de manipulación, control y celotipia.

Por lo general, no se denuncian todos los casos de violencia de género, ¿en el caso de los registrados a través de internet cómo se mantienen las cifras?

Más bajas aún. Los datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género señalan que en violencia física había una cifra 'negra' del 67% [al número de delitos y delincuentes que no han llegado a ser descubiertos o condenados], y la de violencia emocional, que son los insultos, la violencia psicológica y las humillaciones, es mucho más alta. 

Hay muchas barreras todavía, es preciso concienciar de que cuando hablamos de ciberviolencia de género es un delito muy emocional, convergen un laberinto de variables – emocionales, afectivas, de dependencia económica o de culpabilidad- que ejercen influencia, víctimas que, aún padeciendo violencia física piensan que si se separan van a romper el núcleo familiar y se sientes la garantes del bienestar de sus hijos. Por eso es muy importante entender a la víctima, cuando es quien quebranta la orden de alejamiento y retira la denuncia,  o el número elevado del deseo de renovar la convivencia.     

¿Cómo se tratan este tipo de delitos a la hora de que una víctima se acerca a poner una denuncia?

Tratamos de sensibilizar que se trate este delito como emocional, es diferente de un robo, me hacen una gran faena si me roban el teléfono o el ordenador con documentos, pero si esta noche mi pareja me insulta o amenaza la emocionalidad es diferente. Intentamos que estén sensibilizados los agentes y las primeras personas que atienden, desde sanitarios a educadores o personal de los juzgados. 

La empatía es fundamental, si una persona no está preparada para tratar la emocionalidad se corre el riesgo de que la vida de esa mujer puede estar en tus manos y, además, de que no vuelva [a denunciar]. Luego el mensaje de las víctimas sería: 'No vayas porque no te van a hacer caso'. Antes de recibir la denuncia hay que calmar a la víctima, muchas también lo son de violencia sexual, si no hay una fase de confianza absolutamente notable no vas a poder acceder nunca a la fase de investigación de los hechos, que es la importante.   

¿Cuándo se van a poder rebajar las cifras de muertes de mujeres víctimas de la violencia de género?

La violencia no la vamos a erradicar nunca pero sí podemos hacer cosas que están en nuestras manos, como que la víctima se sienta mejor y que denuncie, porque a partir de ahí comienza todo el circuito de medidas. Hay que intentar que esas mujeres se atrevan a denunciar, hay que saber cuales son las barreras, cada caso es particular. 

Cuando se acaba de celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, ¿cómo se encuentra representada en la Guardia Civil?

Aún no podemos hablar de proporcionalidad, aún está muy poco representada la mujer, no llega al 9% [del la plantilla], en oficiales, el 4,1% y en suboficiales el 4,3%… Poco a poco, la verdad es que tenemos una directora general, María Gámez, que está ayudando mucho con acciones positivas y dando visibilidad a la mujer guardia civil. 

Dicen que en una generación llegaremos quizás al 50%, ojalá, yo soy positiva.  Me encanta cuando voy a los colegios a dar alguna charla donde hay menores y hay quien me dice que quiere ser como yo, ahora ya hay mucha más representación y visibilidad de la mujer, pero todavía tenemos que seguir trabajando, aunque,  con mucha fuerza, estaremos igualmente representados.   

Uno de sus estudios se basan en conocer las razones que le llevan a un hombre o a una mujer a ingresar en la Guardia Civil, ¿cuáles son?

Siempre hemos tenido un perfil muy vocacional,  ahora cada vez tenemos más perfiles que ingresan en la escala básica de doctores, licenciados o graduados, el perfil está cambiando lentamente y la verdad es que estamos rodeados de profesionales. Lo importante aquí es que haya una buena selección y procesos de clasificación, que se intente hacer un buen 'match' de perfil y puesto de trabajo.     

Su libro anterior se tituló 'Sobre personas y monstruos: Aplicación de la Psicología a la Investigación Criminal', ¿que cuenta?

Es mi experiencia en Policía Judicial, de manera anónima, trato los cinco casos que más me han rozado de delitos contra las personas y luego, de manera ensayística, trato de dar respuesta a muchas preguntas que me han ido haciendo, como si pederastas y pedófilos son lo mismo, si un psicópata nace o se hace, si hay una persona con un perfil que puede tender al suicidio… Lo escribí durante el embarazo de mi hijo, también tiene cosas de biografía, y cuando sea mayor se verá reflejado en la persona de Oliver que es el nombre del niño en la novela.  

¿Qué ha aprendido en cuanto al comportamiento del ser humano?

Convergen infinidad de variables, quizá lo que más me ha llamado la atención es que cualquier persona puede llegar a matar en un momento determinado. Partiendo de la base de que el comportamiento humano no es 100% predecible  puedes aproximarte, nosotros utilizamos una metodología muy funcional que se llama el perfilado en directo de la personalidad, a través de indicadores observacionales comportamentales tratamos  de trazar cómo es la persona con la que estamos interactuando; da mucha información cómo nos vestimos, cómo nos peinamos o cómo hablamos, luego va a depender para qué la usemos, pero la información es poder y es verdad que muchas veces te adaptas en función de la persona con la que estás y en función de tus objetivos, pero no nos vayamos al ambiente criminal, el perfilar nos interesa a todos en la vida cotidiana.