"El coronavirus estará entre nosotros dos años"

A.M.
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En 2001 empezó a trabajar en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. Tras doctorarse, en 2004, comenzó su labor investigadora en el Centro Nacional de Biotecnología y, en 2009, se instaló en Grenoble. Actualmente trabaja en Marsella

El virólogo Juan Reguera Vidaechea - Foto: D.S.

El virólogo segoviano y doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, Juan Reguera Vidaechea,  de 43 años, el primer español en ganar el premio de la fundación francesa Bettencourt Schueller, sostiene en esta entrevista que el coronavirus «estará entre nosotros dos años y seremos vulnerables  hasta que no haya una inmunidad colectiva»,  por este razón opina que «en vez de estar tan cercanos,  vamos a ser un poco más japoneses y a coger distancia una temporada» y advierte de que hay que estar muy atentos ante una nueva oleada en otoño o invierno. 

¿Ha habido tiempo para conocer algo más sobre la mutación de este coronavirus, cuáles son sus características?

Lo que tiene este coronavirus no es diferente del que hubo en 2002, tiene cosas nuevas, quizá ha mutado pero lo que también ha cambiado es el mundo y la facilidad con la que la gente se mueve y, por tanto, la capacidad del virus de expandirse.  La aparición de virus que generan pandemias es un proceso natural que parece que pasa cada cierto tiempo pero no ha dado más de sí  porque la gente se quedaba en su sitio y la infección acababa siendo algo local, lo mismo que hemos visto con el Ébola en África que, hasta hace poco,  nunca había llegado a Europa. En cuanto al virus es diferente al del SARS, una de las cosas que se ha visto es que tiene una capacidad de replicarse elevada en las zonas altas respiratorias, boca y nariz, el otro virus del 2002 no lo hacía tanto, replicaba más en los pulmones, esto le hace más contagioso que el anterior.  La vacuna básicamente puede ser un virus atenuado o modificado que desata la respuesta inmune pero no tiene los síntomas ni afecta al organismo de la manera que el virus nativo. La complicación aquí es que no sabíamos absolutamente nada, ahora sí parece ser que se ve con más claridad que este virus una vez que infecta inmuniza y la gente tiende a no volverse a infectar, eso es bueno porque las reinfecciones permite a los virus circular una, dos o tres veces y quedarse, pero aquellos virus que inmunizan son como olas que pasan, infectan a un determinado número de gente hasta que llegas a un nivel donde mucha gente está inmunizada y para la expansión del virus. 

¿Se conseguirá una vacuna que consiga inmunizar a las personas gente como lo hace el virus?

Esa es la cuestión, hay dos tipos de vacunas, unas basadas en desactivar el virus, otras en modificarlo para que no pueda replicar, que se le quite algún tipo de información del genoma, para que no pueda continuar con una infección,  ¿pero será suficiente para inmunizar?, eso es lo que hay que contestar con las vacunas y no lo sabemos.  Para el año que viene deberíamos tener una vacuna, saber si son efectivas, el problema de crear vacunas, si no hay gente infectada, es que no puedes generarlas porque no puedes comprobar si protege o  no.  Ahora mismo, cuando la infección comenzó en febrero, se ha disparado la creación de vacunas y, a finales de año, ya se sabrá si alguna de ellas es efectiva, luego habrá que producirla a gran escala y distribuirla, pasará un año.

¿Se registran avances en cuanto a los tratamientos a los enfermos? 

Los tratamientos son por ahora sintomáticos que tratan los efectos colaterales de la infección, no son un ataque directo al virus, sino que buscan que los pacientes puedan responder mejor a la infección y no lleguen a estados tan graves... La mayoría de los tratamientos que están ahora probándose van enfocados en ese aspecto, les hay para las infecciones respiratorias, para dar una respuesta fisiológica del cuerpo frente a una neumonía. Hay muchos medicamentos, son de amplio espectro, no específicos para coronavirus, sino para cualquier tipo de fallo respiratorio.  Luego está un segundo tipo, sería más efectivo, como tratamientos específicos para el coronavirus, medicamentos que afectarían la replicación del virus. También se trabaja en este aspecto pero la base no es muy buena, aunque se investigó bastante después de 2002, no se llegó a investigar del todo, hay algunos candidatos pero no se sabe si son efectivos y tampoco si tienen algún tipo de efecto colateral no deseado, al ser nuevos.  Se están probando pero ahora mismo no hay nada que se pueda decir que funciona, luego se han utilizado tratamientos antivirales de amplio espectro, drogas que se ve que funcionan con varios tipos virales pero la efectividad no es tan buena y muchos de ellos, como la hidroxicloroquina, no cuentan con un estudio claro que diga que es buena para el tratamiento del coronavirus.  Se trabaja a contrarreloj pero, hoy por hoy, no hay nada.  Por poner un ejemplo, se sacó hace unos años un tratamiento efectivo contra la hepatitis C, que es un virus que llevamos toda la vida con él, es una labor de muchos años, no solo sacar un compuesto, sino probar que es bueno, llevarlo a producción a gran escala.

¿Este virus se podía haber mutado por el hombre?

Cuando hacemos una modificación genética de virus en los laboratorios no es una tecnología accesible a mucha gente y luego dejas una señal,  dejas huella, aunque hay tecnologías que te permiten dejar menos, de alguna manera partes de una secuencia que ya existe. Aunque se parece mucho a SARS,  este virus es un poco diferente a lo largo de toda su secuencia del genoma,  sintetizar de nuevas un virus es algo que hoy es imposible,  mucho menos pensando en que va a tener este efecto, aunque lo hagas no sabes cómo se va a comportar.  No hay una base para poder decir, o sospechar siquiera, que pueda tener un origen humano. Es más fácil pensar que el virus ha evolucionado en los animales y, en un momento dado, ha saltado y ha tenido mucho éxito infectando a los humanos, no es la primera vez que pasa y no será la última.

¿Por qué afecta de manera diferente al ser humano, aunque principalmente ha hecho más daño a personas mayores  o con otras patologías, mientras hay otras que ni tienen síntomas?

La infección viral no se puede entender sin el sistema inmune, que es la mejor herramienta que nos protege del coronavirus.  Es una especie de batalla, hay varios factores en juego, uno de ellos es el tiempo que tiene el virus para replicar en el organismo. Hay personas mayores que tienen un sistema inmune más lento que le cuesta  más arrancar, detectar y producir la respuesta y luego hay gente que tiene un sistema inmune superactivo, muy rápido, el caso de los niños y de gente más joven. Lo que parece ser es que con la infección el virus empieza a crecer y llega a un determinado nivel con efectos catastróficos. La infección puede pasar de varias maneras,  a la mucosa o a los pulmones, hay un factor aleatorio ahí que no se puede controlar y lleva a un efecto o a otro. ¿Qué cantidad de virus recibimos al infectarnos? La carga viral recibida puede determinar la gravedad de la infección, no es lo mismo extinguir un incendio de un foco que uno con diez o cien focos. El personal sanitario y los familiares con un enfermo en casa deben protegerse especialmente y limitar el contacto con el paciente en lo posible.

No podemos pensar en la infección viral como algo reproducible, como una coca cola que es siempre igual, hay varios factores aleatorios.  El tema de los riesgos de tener ciertas patologías está aún en investigación, por qué ciertas patologías crónicas están llevando a esos efectos, todavía no se sabe cuál es esa interacción del virus con el organismo que hace que estas personas sean más vulnerables, ese es uno de los aspectos a investigar bastante interesante porque también nos dará una pista de cómo el virus hace tanto daño y, por tanto, poner tratamientos más efectivos.

Existe miedo porque los gatos puedan transmitir la enfermedad,  ya que se han conocido casos que han sido contagiados por sus dueños, incluso un tigre de un cuidador del zoo de Nueva York,  ¿qué hay de cierto en esto?

Ese es el origen, los animales nos han transmitido la enfermedad en algún momento, se habló del pangolín o de los murciélagos, es difícil saberlo con certeza.  El tema de los animales domésticos no es preocupante,  en el caso de los gatos, coge el virus como una persona, tendrá un efecto, se le pasa y se inmuniza.  Sí pudiera ocurrir con los animales salvajes o de grandes explotaciones ganaderas que pudieran infectarse y mantener por ahí el virus circulando, es lo que se llama reservorios animales del virus, son los que luego le permiten evolucionar, mutar y saltar, al cabo de los años.  Ahora hay una nueva filosofía para la investigación de  enfermedades infecciosas, que se llama ‘one health’, que no solamente se centra en los humanos sino que tiene en cuenta también a los animales y al intercambio de virus u otro tipo de microbios para entender y abordar los problemas de la salud global.  Los dueños de los animales domésticos, como un gato no deben estar inquietos, no más que teniendo un familiar en casa... Yo tengo un gato y no sale nunca, es el más confinado de todos, incluso el perro, al final, ¿con cuántos perros se va a encontrar?, no me inquietaría con los animales domésticos, tendría más cuidado  con las grandes granjas y los animales de explotación que son muy numerosos, luego van a mataderos, se distribuyen... Ahí sí que hay que tener mucho cuidado porque la capacidad de que el virus viaje más y llegue a más sitio es muy elevada, el gato y el perro no.

¿La única forma que tenemos de defensa es el confinamiento en las casas, pero la economía se hunde, la bolsa o la vida, cuánto tiempo hay que pasar en casa?

Hay que mirar lo que pasa en el mundo, como Alemania, en China es difícil porque la información que nos llega no se sabe hasta qué punto está sesgada, hay mucha cosas que no son coronavirus, que están involucradas y hay mucha interferencia. Está Corea, un país bastante abierto que ha conseguido controlar la infección y mantenerla a un ritmo bastante bajo sin reducir la producción y su estilo de vida de una manera significativa. Lo que nos está diciendo es que sí es posible llevar una vida razonable y contener el virus, ¿cómo lo han hecho?,  pues estableciendo unas normas de protección, máscaras o no acercarse demasiado, pero luego van a trabajar, hacen su vida, tienen un acceso muy bueno a los diagnósticos y, si hay un caso detectado, se puede confinar a la gente afectada y que los demás sigan con su vida normal.  Hay maneras de conseguir controlar la expansión de la infección no tan radicales como la de todo el mundo en casa. Lo que pasa es que en España ha habido un boom muy grande de la infección,  se ha pasado muy mal, en Francia también, en diferentes zonas,  en España ha sido una cosa general y lo primero es pararlo, entonces, ahora que está parado, hay que poder arrancar y llevar un estilo de vida que permita el control del virus y que no se expanda, y estar preparados... Ahí es donde se juega todo, no conozco todos los detalles para tomar las decisiones, habrá expertos que están teniendo en cuenta los detalles y tomando las medidas que consideran oportunas, ¿qué se puede llegar a un desconfinamiento progresivo sin aumentar las infecciones?, esto está pasando en ciertos países, se puede hacer, pero habrá que seguir las instrucciones y, sobre todo, un plan colectivo donde todos actúen a la vez porque si se pone un plan y nadie lo sigue no sabes si funciona y habrá que volver a tomar medidas más restrictivas.   

¿Se pueden producir repuntes de la enfermedad, quizá no con tanta virulencia como al principio?

Sí, de hecho los expertos tienen como referencia otras enfermedades respiratorias de temporada, como la gripe, y sus nuevas cepas. Con la gripe nosotros estamos inmunizados, aunque se parecen las cepas cambian cada año, pero nuestro cuerpo la conoce, el coronavirus no. Hablan de dos años y en olas de temporada, por ejemplo el verano va a estar tranquilo y luego lo que se teme es que pueda haber  otra ola en otoño e invierno, lo bueno es que en otoño debemos estar preparados para estar muy atentos, diagnosticar, poder aislar los focos para controlarlos, tener más herramientas porque hemos tenido más tiempo para prepararnos pero, hasta que no haya una inmunidad colectiva vamos a ser vulnerables a estos nuevos episodios.   

¿Por qué razón España ha tenido tantos casos?, ¿ha hecho algo mal?

Cuando algo ha ido mal es humano pensar que algo hemos hecho mal, no, la realidad es más compleja en el sentido de que las cosas pasan porque pasan no porque hayamos hecho mal algo, es simplemente la interacción, en España somos como somos y el virus actúa como actúa, hay que entender la manera de rutina que llevamos,  al infectar Madrid  se ha expandido a toda España muy rápido y yo creo que ahí tendría que hablar un sociólogo, más que un virólogo,  pero qué somos, cómo somos y cómo ha hecho que el virus haya ido más rápido.  Somos mucho más afectivos, más cercanos en el trato, en España tenemos una conexión y un trato más frecuente con mucha más gente, más que en otros países, y eso puede haber jugado muy en contra de nosotros con respecto a la expansión del coronavirus. También tiene cosas positivas, eso no es malo, es muy bueno, pero ahora hay que tener en cuenta ese factor que es temporal, estamos hablando de dos años, no para siempre. Entonces, ahora, en vez de estar tan cercanos,  vamos a ser un poco más japoneses, vamos a coger distancia una temporada, evitar viajar demasiado los fines de semana, durante temporadas de semidesconfinamiento,  a lo mejor no tanto en verano, pero cuando llegue el otoño, esas son cosas que debe decidir el Gobierno en base a los datos que tienen, que probablemente sean los más fiables. Hay que tener mucha confianza en la gente que toma las decisiones con la información que se tieney el consejo de los mejores expertos, se pueden equivocar, pero la probabilidad que tienen es mucho menor que la de cualquiera que las tome por su cuenta, eso es algo que los ciudadanos debemos entender.