Segovia sufre la peor cuesta de enero en décadas

D. Aso
-

Los electrodomésticos han subido hasta un 15% con el cambio de año, mientras la luz, el butano y los carburantes marcan máximos históricos y algunos alimentos se disparan

Segovia sufre la peor cuesta de enero en décadas - Foto: Rosa Blanco

La cuesta de enero se ha presentado este año más empinada que nunca. Pesa la subida habitual de precios de cada arranque de ejercicio, pero la mochila de cada cual ya venía cargada por las pandémicas consecuencias de la escalada energética y la crisis provocada por la escasez de materias primas, suministros y transporte, que ya viene de lejos; y ahora también por la entrada en vigor de la modificación de la Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios. La cara A de las novedades introducidas por el Gobierno en esta normativa beneficia al ciudadano, ya que el plazo de garantía ha subido de dos a tres años, así como de cinco a diez el tiempo mínimo de producción de repuestos para cada aparato. Pero la cara B se ha estampado en los precios de los electrodomésticos al haber reaccionado las marcas con unas subidas de la noche a la mañana, con el cambio de año, que oscilan mayoritariamente entre un 8 y un 15%, según fuentes del comercio local consultadas por El Día. Se encarecen sobre todo los electrodomésticos de gama blanca (frigos, lavadoras, lavavajillas, hornos…), algo menos los de la marrón (aparatos electrónicos de imagen y sonido), y los incrementos más leves, en la gama PAE (cafeteras, tostadoras, secadores, planchas…).

Subidas semejantes hacen pequeña la que se aplicó en los peajes de las autopistas segovianas a partir del 1 de enero de 2022, por ejemplo; todo un clásico que esta vez se quedó entre el 1,9 y el 2,9%. Cierto que no deja de ser un porcentaje importante sobre todo para los usuarios habituales, pero duele más el precio de los carburantes, sin ir más lejos ni salirse del sector del transporte. Suele decirse que cuando suben, lo hacen como un cohete; cuando bajan, lo hacen como una pluma; y esta vez la pluma, al menos de momento, ha planeado especialmente poco. Bajaron a mínimos durante la etapa de confinamiento duro, en la primavera de 2020; empezaron a subir a partir de la desescalada de mayo de ese año y desde entonces mantuvieron su tendencia alcista, casi de manera ininterrumpida, hasta plantarse en máximos o casi (según el carburante) en vísperas del puente de la Constitución.

Justo en esas fechas comenzó una leve dinámica descendente, pero la curva se invirtió otra vez para subir de nuevo en los primeros días de 2022. De hecho, la gasolina 98 marca nuevos máximos históricos desde la semana pasada, la 95 lo ha hecho durante la actual y la diésel registra su precio más alto en más de nueve años, muy cerca ya de romper también su techo, según datos oficiales actualizados a 25 de enero y publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica.

El litro de gasolina 95, concretamente, sale por 32 céntimos más (+26%) que hace un año en las estaciones de servicio de Segovia. Cuesta 1,555 euros de media, dos céntimos por encima del máximo histórico que permaneció durante nueve años y dos meses, desde septiembre de 2012 hasta el pasado noviembre, en 1,533. Llegó a bajar a 1,073 en la semana del 6 de mayo de 2020, empezó a subir entonces y se puso a 1,203 el 1 de enero de 2021. Marcó un nuevo récord en la semana del 22 al 28 de noviembre con el litro a 1,54, y después de bajar a 1,501 entre el 22 y el 28 de diciembre, ha registrado nuevos aumentos hasta situarse esta semana en el ya citado nuevo máximo de 1,555 euros, un céntimo y medio por encima del pico de finales de noviembre.

El máximo histórico de la diésel (1,46 euros por litro en septiembre de 2012) sí que se mantiene pero, a este paso, si no cambia la tendencia, le queda poco para ser batido. El litro cuesta ahora 32 céntimos más que hace un año (+28%). Bajó a 0,987 euros en la semana del 6 de mayo de 2020, empezó a subir hasta ponerse en 1,096 al comenzar 2021, continuó hasta marcar un pico de 1,407 entre el 22 y el 28 de noviembre y, tras bajar a 1,364 en la última semana del año, vuelve a subir y esta semana se ha puesto en 1,438, pico de la pandemia y a apenas 2 céntimos del récord absoluto.

En cuanto a la sin plomo 98, el litro vale 33 céntimos más (+24%) que hace un año. El récord de 1,651 que registró en septiembre de 2012 ya lo pulverizó durante la semana del 25 al 31 de octubre de 2021 al ponerse en 1,659, después de que en mayo de 2020 llegara a bajar a 1,239. Siguió subiendo hasta situarse en 1,68 del 22 de noviembre al 5 de diciembre, empezó a bajar entonces y, tras quedarse en 1,65 en la última semana de 2021, la pasada rompió su techo y en la actual lo ha elevado a 1,703 euros.

Los coches han sufrido además otra subida a mayores por la aplicación del nuevo impuesto de matriculación aprobado por el Gobierno a partir del 1 de enero de 2022. En realidad estaba previsto aplicarla durante todo 2021, pero el Gobierno aprobó una moratoria a mediados de año, de ahí que haya sido ahora cuando se ha evidenciado un incremento que, según las patronales del sector de la automoción, llega a rondar los 1.000 euros si se compra un diésel o un gasolina.

Para rematar, aparcando ya el transporte pero no la energía, el butano también subió la semana pasada hasta marcar sus precios máximos más altos en siete años. El Boletín Oficial del Estado los publicó el lunes 17 de enero y la bombona de 12,5 kilos cuesta desde el día siguiente 17,75 euros tras encajar una subida del 4,91%.

INFLACIÓN. El dato de la inflación de diciembre, publicado el viernes 14 de enero por el Instituto Nacional de Estadística (INE), pone negro sobre blanco las consecuencias de la escalada general de precios sufrida a lo largo de 2021, la peor en más de 30 años. A nivel nacional el IPC subió un 6,5%, el porcentaje más alto desde el olímpico 1992 (+6,8%), pero es que en Segovia fueron ocho décimas más, hasta un 7,3%, sólo por debajo de nueve provincias de España y en la media de Castilla y León, la segunda Comunidad más inflacionista, sólo por detrás de Castilla-La Mancha.

La serie estadística provincial del IPC arranca en enero de 1994 y lo cierto es que nunca se había marcado una tasa interanual del 7,3% en Segovia, mientras que a nivel nacional hay que remontarse hasta julio de 1989 para encontrar una superior, aunque fuera por sólo una décima (+7,4%). No en vano, el nuevo máximo histórico de la provincia supone batir el que venía aguantando como tal desde hace 13 años, el 4,8% del final de 2007, justo en la antesala del inicio de la crisis económica que entonces estaba a punto de desatarse.

La luz, cómo no, alumbra la mayor subida, con el precio del megawatio hora un 259% por encima de su valor de hace un año en España, según datos oficiales del miércoles 26 de enero. A nivel provincial, el INE la computa en su estadística dentro de un subgrupo de precios que incluye los del 'gas y otros combustibles', que también han subido mucho pero no tanto, y la subida media al cierre de 2021 se situaba en un 55,5%.

El segundo subgrupo más inflacionista también está relacionado con la vivienda, el de 'muebles, accesorios, alfombras y otros revestimientos de suelos', con un alza interanual del 13,9%, y en un 13% se ha quedado el de 'servicios de alojamiento'.

Bien puede sorprender por otra parte que los alimentos se queden en una subida del 5,3%, o del 5,2% si se incluyen las bebidas no alcohólicas en el mismo grupo. Puede parecer poco por las sensaciones que deja cada visita al súper, pero ya se sabe que las medias son tan certeras y reales en lo aritmético como engañosas a pie de calle, y más cuando se deducen a partir de una cesta de productos amplia, como es este caso, donde los contrastes son importantes, de forma que un producto que no haya subido tira la media general a la baja, o viceversa. Así, de un total de 23 alimentos analizados, en el informe de precios medios relativos a Castilla y León se observan subidas en 22 (todos menos el alcohol, que bajó un 0,5% en 2021); pero unos se disparan más de un 20%, caso de los aceites y grasas (24,3%) o la carne de ovino (22,8%), mientras otros registran incrementos muy inferiores, como el vacuno (3,9%), el porcino (0,1%) y otras carnes (0,8%). En mitad de la tabla se quedan las frutas frescas (7,7%), los huevos (7,6%) o la leche (4,4%). Y entre unas medias y otras, una mochila de gastos que no deja de aumentar.