La Junta de Castilla y León pondrá en marcha un paquete de medidas para hacer frente a la crisis económica y de precios que soporta la Comunidad. Una línea de ayudas que se activará «urgentemente» una vez que el nuevo Ejecutivo regional se conforme, algo que ocurrirá oficialmente el miércoles 20 de abril tras la toma de posesión de los consejeros. El presidente de la Junta de Castilla y León en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, realizó este anuncio ayer en Valladolid, donde destacó que se trata de un paquete «inmediato» de medidas, y aseguró que la Junta trabaja «dentro de sus competencias», en un plan anticrisis para luchar y afrontar «de la mejora manera posible estos nuevos retos, articulando un conjunto de medidas que ayuden a la consolidación y recuperación económica así como el mantenimiento y la creación de empleo». Un compromiso que verbalizó durante la clausura de la Asamblea General Electoral de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León, y trasladó el mensaje de que la Junta trabaja en sus responsabilidades y en adoptar decisiones de manera inmediata una vez que se produzca el debate, la investidura del presidente y la toma de posesión de los nuevos consejeros del Gobierno autonómico. «La sociedad demanda un gobierno fuerte, cohesionado, sin complejos y que sea ágil a la hora de actuar en lo económico y social. Y es en lo que estamos trabajando», aseveró Fernández Mañueco.
El presidente en funciones de la Junta aprovechó para arremeter contra su homólogo en el Gobierno de la Nación, Pedro Sánchez, al que apresuró a añadir a la lista de medias recogidas en el Plan Nacional para responder al impacto económico y social de la invasión de Ucrania una bajada de impuestos para reducir la alta inflación. No en vano, recordó, según recogió la Agencia Ical, que fue uno de los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Presidentes autonómicos en la isla de La Palma, el pasado 13 de marzo. «Es la mejor manera para ayudar a las familias y las empresas», declaró.
La sociedad demanda un gobierno fuerte, cohesionado, sin complejos y que sea ágil a la hora de actuar en lo económico y social. Y en eso estamos trabajando", aseguró Fernández Mañueco.
Frente a estas críticas, enumeró algunos datos que animan a un escenario de «esperanza» en Castilla y León como el crecimiento del 5,5% del PIB autonómico en 2021, la caída del desempleo en 41.000 personas en el último año, con un descenso del 24% que son casi cifras prepandemia, y el aumento del 18% de las exportaciones. No obstante, matizó que estos números «no deben ocultar un escenario especialmente complicado, con importantes retos e incertidumbres que nos obligan a mantenernos especialmente vigilantes».
Fue entonces cuando citó los precios de la energía alcanzan niveles «desconocidos»; el desabastecimiento de componentes industriales, materias primas y suministros de todo tipo, cuya distribución se vio afectada por el paro de los transportistas, y, sobre todo, una inflación que bate «récords históricos» y que, previsiblemente, en los próximos meses alcanzará los dos dígitos. En este sentido, Fernández Mañueco destacó que la inflación será la más alta de los últimos 30 años, que empobrece a todo el país y lastra el consumo de familias y empresas.
Senda de la recuperación
El máximo dirigente autonómico reconoció que Castilla y León ha vuelto a encontrar la senda de la recuperación tras la pandemia de la covid-19 con consecuencias «muy duras» en lo sanitario por las pérdidas de vidas pero también en lo económico y social, momento en el que se refirió a la «execrable» invasión a Ucrania, que requiere el esfuerzo y la colaboración de las administraciones, los trabajadores y las empresas. Por último, y ante la plana mayor de la CEOE nacional y regional, aseguró que Castilla y León es hoy una comunidad más madura, más moderna y más avanzada que hace unas décadas, gracias, en parte, al «éxito» del sector empresarial.