La primera parte comenzó brillante, con un Patotski excepcional que desesperaba a los visitantes, que chocaban una y otra vez ante el muro bielorruso. En ataque, Jorge Silva comenzaba diferencial gracias a su lanzamiento exterior y buena continuación en el juego con pivote. Los irundarras solo eran capaces de penetrar el entramado defensivo navero gracias a Jon Azkue. El central comandaba todas las acciones que terminaban en la red y Zupo Equisoain no sabía a qué jugador poner para frenar al 25.
Pese al ímpetu y la solidez navera, la gran calidad de Bidasoa Irún se imponía con ligerísimas ventajas a partir del ecuador del primer acto. Xoan Ledo aparecía cuando los suyos más lo necesitaban y Julen Aguinagalde se hacía grande en los seis metros para anotar dos tantos importantes. A pesar de ello, Patotski seguía manteniendo a los suyos gracias a sus numerosas intervenciones bajo los palos.
Nava tenía que remar contracorriente, pero Rodrigo Pérez no fallaba desde los siete metros y Carlos Villagrán sacaba la varita mágica para colocar una asistencia espectacular a Filip Vujovic, que definía con un lanzamiento inverosímil por detrás de la espalda que levantaba a la grada navera. Ya en el epílogo, Lukas Simènas no lograba el tanto para ponerse a uno después del tiempo muerto de Zupo, por lo que el electrónico se iba al descanso marcando un 10-12 para los de Jacobo Cuétara.
En la reanudación, un parcial poderoso de los visitantes (1-5) dejaba a los Guerreros Naveros con una misión imposible por delante. Xoan Ledo y una defensa infranqueable obligaban a pedir el receso al técnico blanquirrojo. Paco Bernabéu en una muestra de arrojo y fe devolvía la esperanza a la afición navera gracias a dos tantos de muy bella factura para demostrar que los 'Gigantes Amarillos' eran de carne y hueso.
Jacobo Cuétara pedía tiempo muerto con el 16-20 a favor, ya que los nuestros no arrojaban la toalla y plantaban cara en todas las acciones. Además, el 7×6 que proponía Zupo Equisoain estaba poniendo en serios problemas a Bidasoa. Sergio De la Salud tiraba de experiencia en el central para templar los ánimos y conseguir finalizaciones para los irundarras.
En los momentos decisivos, Irún demostraba por qué es segundo en liga, y no fallaba ante la meta defendida ahora por Lamariano. Los Guerreros Naveros, por su parte, no conseguían imponerse en las bolas calientes, lo que dejaba el choque visto para sentencia. Pablo Herranz protagonizaba la buena noticia del día. El canterano ya es una realidad y corroboró con dos golazos, que tiene planta y calidad suficiente para ser jugador Asobal.
El encuentro terminaba con el 21-25 final. El calor de la grada se notaba y el Viveros Herol Bm. Nava volvió a competir ante un rival de otra categoría, pero que tuvo que sudar sangre para llevarse los puntos del municipio segoviano.
Ficha técnica:
Viveros Herol Balonmano Nava (21): Patotski (Lamariano); Vujovic (1), Bernabéu (2), Seabra (1), Ajo (2), Nico (1), Villagrán, Pérez (4), Mota (2), Alonso (1), Marugán, Silva (4), Rosales (1), Simènas y Herranz (2).
Bidasoa Irún (25): Ledo (1) (Sierra); Cavero (3), Racotea (3), Zabala (2), Tao, Furundarena, Aginagalde (2), Serrano (2), Salinas (3), De la Salud (4), Azkue (4), Tesoriere, Da Silva (1), Nieto y Bonanno.