La demanda de casas con jardín ya se hace notar en Segovia

David Aso
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Entre los nuevos clientes de las inmobiliarias hay familias residentes en Segovia capital o Madrid que prevén pasar todo el verano o incluso más tiempo en pueblos de la provincia y habituarse al teletrabajo

Imagen cedida por la inmobiliaria Innova House de una vivienda en alquiler en la provincia de Segovia.

No hacía falta ser gurú inmobiliario para intuir que el confinamiento podía elevar el interés por las viviendas con terraza, jardín, piscina o al menos un buen balcón. La sensación se ha propagado desde el inicio del Estado de Alarma, ya fuera como chiste, chascarrillo o predicción más o menos razonable y, efectivamente, esa nueva demanda se ha hecho notar en Segovia en cuanto las inmobiliarias han vuelto a la actividad. Innova House, Quercus, My Home o Mundo House dan fe de ello, así como el propio Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de la provincia. Aunque está por verse cuánto hay de burbuja de verano o espejismo, cómo evolucionan los precios y hasta qué punto se puede prolongar el nuevo fenómeno en la antesala de una nueva crisis económica de dimensiones todavía desconocidas.

«Sí que es cierto que, por las llamadas que recibimos y los comentarios de los profesionales, la gente tiende hacia plantas altas con terrazas generosas o viviendas adosadas, pareadas o individuales», destaca el presidente del Colegio de API de Segovia, Miguel Tovar. «Claro que ahí Segovia capital tiene una oferta muy limitada y la demanda se puede desplazar a poblaciones cercanas si no es capaz de desarrollar suelo que atienda esas nuevas necesidades», advierte. En cuanto a los precios, «antes o después bajarán porque pasará factura la situación económica» tanto a nivel de compraventas como de alquileres, si bien en este último subsector se puede acentuar la clásica «guerra» que se libra entre los estudiantes y las familias tradicionales. «Los primeros aseguran rentas más altas y los segundos unos alquileres más prolongados en el tiempo, pero también pueden necesitar mayores ajustes de precios por la crisis».

La mayoría de las inmobiliarias de Segovia reabrieron sus oficinas a principios de la semana pasada, al entrar en la fase 1 el lunes 25 de mayo. «Teníamos cierto miedo sobre qué nos podíamos encontrar y la verdad es que no digo que hayamos estado estos días al 100%, pero igual sí al 80 o 90%», calcula Cristina García, de Innova House. «También es verdad que teníamos clientes que habían visto pisos para comprar antes de que pasara todo esto y al contactar con ellos nos han dicho que ahora prefieren esperar unos meses, hay cierto miedo», matiza. Y ahora «los que parece que se están empezando a mover mucho entre los compradores son los inversores o gente en general que cuenta con dinero para comprar sin meterse en grandes hipotecas». 

Imagen cedida por la inmobiliaria Innova House de una vivienda en alquiler en la provincia de Segovia.Imagen cedida por la inmobiliaria Innova House de una vivienda en alquiler en la provincia de Segovia.

Pero de momento cuentan con ir atendiendo la nueva demanda de alquileres, después de que además Innova House aprovechara el confinamiento para «hacer cartera» de las viviendas que más mercado podían tener ahora. «En vistas de las consultas que empezamos a recibir sobre todo a partir de abril, contactamos con propietarios de muchos chalés que teníamos a la venta por si les interesaba aceptar alquileres para el verano o algo más, cuatro meses, cinco, seis o incluso por un año, y ya hemos cerrado unas cuantas operaciones de ese tipo», valora García. 

Teletrabajo en el chalé. Como ejemplos de esta incipiente demanda inmobiliaria postcovid cita una familia de Segovia capital que «veía difícil irse de vacaciones» y ha alquilado un chalé en Otero de Herreros. «El propietario no quería arrendarlo para dos o tres meses y al final han hecho un contrato de un año», explica. Y otro perfil que se está haciendo notar es el de familias con residencia habitual en Madrid interesadas en teletrabajar desde Segovia: «De estos alquileres hemos cerrado ya dos para cuatro o cinco meses, uno en Sotosalbos y otro en Las Navillas».

«En precios aún no hemos visto cambios, aunque lógicamente suelen ser más caros los alquileres de sólo unos meses que los que se firman con al menos un año de duración», precisa. La oferta es amplia y diversa, en cualquier caso: «Para pasar el verano puedes encontrar un chalé de cinco dormitorios con parcela grande y piscina en la provincia por 900 o 1.000 euros, o casitas en Sotosalbos más pequeñas y antiguas, pero aptas para vivir, con tres dormitorios y parcelas de 500 o 600 metros libres, con barbacoa y piscina, que estaban a la venta por unos 180.000 euros y ahora se alquilan a partir de 600 euros al mes», añade.

Anuncio de una vivienda de la provincia en el portal inmobiliario Idealista.Anuncio de una vivienda de la provincia en el portal inmobiliario Idealista.

Miguel Ángel González, gerente de Quercus, también ha percibido «movimiento» en estos primeros días de reactivación: «La verdad es que veníamos hablando de esto casi entre bromas, pero es verdad que se está cumpliendo. Ha sido abrir y recibir llamadas sobre todo de gente de Madrid que busca casas en la periferia de Segovia con jardín y demás». Su inmobiliaria se dedica principalmente a la venta: «Por Marugán por ejemplo, en la urbanización Pinar Jardín, que allí tenemos varias casas, podría decirse que el teléfono nos está ardiendo, y luego pues también te preguntan por casas de pueblo o chalés adosados en otras zonas», asegura.

De momento, lógicamente, buena parte de ese interés ha quedado «a la espera de que se reabran las fronteras entre provincias». «Por ahora vas haciendo visitas con clientes de aquí y los comerciales ya tienen sus pequeñas listas de espera con clientes de fuera. O sea que movimiento hay, aunque no sabemos qué nos espera realmente», continúa el gerente de Quercus. Igual que sucede con los precios: «Las noticias que llegan, por foros en los que estamos, es que de aquí al final del año podrían bajar entre un 10 y un 15%; hay quien habla hasta de un 20%, pero no creo que llegue a tanto», opina. «Frente a una crisis, en el mercado inmobiliario siempre surge gente que tiene prioridad por vender y gente que está esperando oportunidades. Ya pasó en 2008, pero a diferencia de lo de entonces, aunque yo no soy un gurú, esta vez yo creo que podemos estar así un año o año y medio, no más». Entretanto, ya hay programas o aplicaciones de valoración de inmuebles, como el que usa Quercus, de ámbito nacional, donde ya se ha introducido una nueva variable, «el coeficiente covid», un indicador que «te marca un tanto por ciento a la baja» y puede orientar sobre su impacto en distintos territorios.

Buen reinicio, pero con cautela. El gerente de My Home, Mariano Mateo, por su parte, piensa que «las cosas han empezado mejor de lo que se podía esperar en el sentido de que hay movimiento y algo de alegría, pero en poco tiempo puede notarse algo de parón». «Vamos a ver cómo afecta todo esto sobre todo al tema de la compraventa, y más en Segovia por cómo está la hostelería y todo lo que tiene que ver con el turismo», previene. De ahí que tema que la incipiente demanda de ahora pueda resultar muy volátil: «Esto puede ser como un espejismo en el desierto y cuando este desaparezca veremos la temperatura real del mercado, que puede ser muy fría», piensa. «Mucha gente no es consciente todavía de la situación en la que estamos. La veremos cuando vayan acabando los ERTE ((expedientes de regulación temporal de empleo) y comprobemos cuántos pueden volver al trabajo, a medida que veamos cuántas pequeñas empresas tienen que echar el cierre o cómo suben los impuestos».

Por eso considera que el impacto real del aumento de la demanda de chalés con jardín, piscina y demás puede terminar quedando por debajo de las expectativas iniciales. «Las viviendas que tuvieran tirón antes de todo esto lo seguirán teniendo y puede que se venda algún chalé más que antes, pero más que subir ese tipo de viviendas, veo que pueden caer bastante los precios  de los pisos interiores», advierte. El gerente de My Home piensa por ejemplo en esa clase de pisos repartidos por Conde Sepúlveda, José Zorrilla, Ezequiel González… «Ese tipo de vivienda va a costar mucho venderse ahora, salvo que las compren quienes piensen en invertir más que en vivir allí». Y en la antesala de una nueva crisis, advierte que, «como ya pasó en 2008, le irá mejor a los propietarios que acepten bajar precios para vender rápido que a aquellos que se empeñen en mantenerlos y se queden fuera del mercado».

También por ello ve Mateo especialmente complicado el subsector de locales comerciales. «Muchos arrendadores se han negado a ajustar precios en los últimos años y así hemos visto cómo proliferaban las persianas bajadas en calles muy comerciales como José Zorrilla o María de Pablos, y ahora la situación puede ir a peor».

el 80% de llamadas, veraneo. Mientras tanto, Eduardo del Vado, de Mundo House, inmobiliaria especializada en viviendas en municipios de la sierra, ha podido comprobar cómo en los primeros días de reactivación «el 80% de las llamadas han sido para el alquiler de casas con jardín o terrazas para el verano». Así está siendo para bien o para mal porque la compraventa, que es lo que más volumen de negocio aporta a las inmobiliarias, no está dando precisamente motivos para el optimismo: «Ahora mismo aún hay mucha gente en ERTE y hasta la Administración pública tiene que retomar aún parte de su actividad, así que todavía no podemos tomar el pulso para saber el alcance de todo esto». ¿Pero será peor esta nueva crisis que la de 2008? «Pues no se puede saber porque todavía hay muchas cosas que se tienen que aclarar. Por un lado ahora no hay precios inflados ni sobreconstrucción; por otro, si empiezan a producirse muchos impagos puede haber problemas, pero esperemos que no sea tan grave». Y entretanto, a intentar sobrellevar la espera intentando captar las nuevas demandas del mercado inmobiliario postcovid.