Propósitos cumplidos

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Javier Bermejo, presidente de la Asociación de Camareros

Junto a la iglesia de San Esteban. - Foto: Rosa Blanco

Javier Bermejo Soto (Valtiendas, 1963) empezó con 14 años de botones en Los Linajes y, un año después, de camarero en La Concepción y el Negresco. La siguiente aventura fue abrir su propio establecimiento, El Café de San Millán, al que dedicó 15 años. Lleva una década trabajando en La Granja. En la actualidad, en el Dolar, restaurante de la familia de su mujer. Pertenece a la Asociacion de Camareros desde hace más de cuatro décadas.Empezó a colaborar con la directiva de Pablo Martín, al que sustituyó en 2018. Es miembro fundador de la Asociación de Barman de Castilla y León. Durante 12 años, fue concejal del Real Sitio.

1. La Concepción y el Negresco. Con mucho orgullo explica que son en estos dos emblemáticos establecimientos de la Plaza Mayor aprendió el oficio de camarero y «aprendí a amar el oficio». Gracias a ‘Jai’, «todo un maestro», un grupo de jovencísimos segoviano se formaron y les transmitió una impronta y forma de hacer que él ha mantenido a lo largo de los años. Bares de referencia de Segovia donde primaba la profesionalidad, algo que le marcó al entrar con sólo 15 años. 

2. Los Ultramarinos. Los comercios que más le gustan son los antiguos ultramarinos, que exponen sus mercancías como sacos de legumbres, vinos, dulces, ... En Segovia, por ejemplo, Hijo de Maximino Gómez o Candamo, Cuando viaja a otra ciudad siempre se interesa por este tipo de tiendas de alimentación con sus generosos y cuidados escaparates y también los mercados. 

3. El casco histórico de Segovia. Pasear por el casco viejo de Segovia es un placer, así como disfrutar del emblema de Segovia, del Acueducto. También le gusta la vista del Alcázar desde San Marcos porque es una maravilla y recorrer el cinturón verde por la Alameda del Parral. 

4. La Plaza Mayor. Lugar al que está unido desde muy joven, al entrar a trabajar en ‘La Concha’. La Plaza Mayor ha estado muy presente en su vida, por ser los años en los que te vas forjando como persona y como profesional. Poder conocer a gente realmente interesante y muy diversa, respirando un ambiente ilustrado. Recuerda las tertulias y siempre es un placer estar sentado en la plaza, contemplando la Catedral. Cuanto tiene oportunidad le gusta pasar buenos ratos en la Plaza Mayor, a la que define como «mi zona». 

5. Los Jardines del Palacio Real de La Granja. Confiesa que tiene la inmensa fortuna de vivir muy cerca de los jardines del Palacio Real de La Granja, que son increíbles, una maravilla y únicos en el mundo. En cualquier estación del año tiene un gran encanto pasear por estos jardines, cuando los cubre un manto blanco de nieve, en el invierno, una explosión de color y flores, durante la primavera.

6. El Barrio de San Esteban. Su familia vivió en la calle Desamparados, conocida por acoger la Casa-Museo deAntonio Machado, y de niño su zona de juegos fue la Plaza de San Esteban, cuando «era de tierra» y su particular campo de fútbol, sin duda, «todo un lujo». También fueron muchas las aventuras que tuvieron como escenario la zona de huertas por detrás del Hotel Los Linajes. Momentos muy felices que guarda en la memoria de estar en la calle, en pleno centro de la ciudad y a pocos metros tener las huertas y bajar a la alameda y al río Eresma. 

7. La cultura en la calle. Se considera un firme defensor de vivir la cultura en la calle. Poder utilizar los espacios urbanos como escenarios para compartir y contemplar todo tipo de espectáculos. Las calles, plazas y rincones tanto de Segovia como en La Granja son perfectos para ver funciones de magia, de títeres, ... La cultura inundando las calles y que muchas personas de todas las edades puedan vivir esa experiencia al mismo tiempo. 

8. Perderse en París. La capital francesa es el lugar al que siempre está dispuesto a volver pero siempre acompañado de su mujer, porque sin ella no sería lo mismo callejear tranquilamente, sin prisa, por los barrios y rincones de París. Escapadas mágicas, con la mejor compañía, en la ciudad «más bonita del mundo». 

9. Valtiendas. Nació en Valtiendas y le gusta recordar dónde tiene sus raíces. Al menos dos o tres veces al año regresa a su pueblo para revivir los recuerdos de  sus padres, tíos y abuelos. Un cariño que se siente a flor de piel, además de disfrutar del encanto de las bodegas en las laderas de las montañas y su excelente gastronomía, reconocida en toda la provincia. Una zona en la que también se puede visitar los municipios de Sacramenia y Fuentesaúco de Fuentidueña.

10. Ermita y Hospital de Peregrinos de Ntra. Sra. de Sonsoles, en Ávila. Es una recomendación muy personal de este lugar que le descubrió su hermana mayor. La ermita de la Virgen de Sonsoles está en un cerro, desde él se divisa toda la ciudad de Ávila, y rodeado por un jardín precioso. Todo el conjunto hace que le sea muy fácil desconectarse de la rutina porque le transmite mucha paz y tranquilidad. Le gusta ir sólo para meditar, sin teléfono móvil y sin ruido, es el lugar perfecto en el que consigue cargar las pilas del alma.