El PIB acelera su crecimiento bajo el fantasma de una recesión

David Alonso
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El PIB autonómico avanza cinco puntos y recupera al cierre del segundo trimestre el 93% de todo lo perdido durante la pandemia, pero Carriedo advierte de que podrían regresar los «números rojos»

Imagen de la terraza de un establecimiento hostelero lleno durante este verano. - Foto: Óscar Solorzano

La economía de Castilla y León aguanta el envite de la crisis de Ucrania, la inflación y los carburantes y aceleró su crecimiento durante el segundo trimestre del año hasta avanzar un cinco por ciento en comparación con el mismo periodo de 2021. Una situación que ha permitido a la Comunidad recuperar nueve de cada diez euros perdidos durante la pandemia, y situarse entre las primeras regiones que están a punto de dejar atrás los estragos económicos que la covid-19 produjo en España. No obstante, y a pesar de unos datos muy positivos, el Gobierno autonómico no oculta que la segunda mitad del ejercicio puede ser complicada y no descarta la vuelta de «números rojos» a los indicadores de crecimiento económico de Castilla y León. Un eufemismo para referirse a la entrada en recesión que ayer utilizó el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, durante la presentación de la Contabilidad Regional Trimestral.

Un 'fantasma' de otra recesión económica –sería la tercera en diez años– que el también portavoz de la Junta achacó a la inflación, la incertidumbre internacional motivada por el «elevado» precio de la energía, el riesgo de disposición de materias primas y los tipos de interés, así como por la «subida de impuestos anunciada por el Gobierno». Momento que volvió a aprovechar Fernández Carriedo para arremeter contra el Ejecutivo central, y asegurar que desde Castilla y León «se trabajará para compensar con una fiscalidad más beneficiosa para familias y empresas».

No ocultó tampoco el consejero que la economía autonómica se adentra en un segundo semestre en el que puede haber «complicaciones». «El crecimiento del PIB puede ralentizarse durante los próximos meses, o incluso, volver a caer en números rojos», resumió el responsable económico. 

De hecho, aseguró que, pese a que Castilla y León ya ha recuperado el 93% de todo lo perdido durante la pandemia, puede que no se llegue al 100 por 100 ante las «incertidumbres» que actualmente se ciernen sobre la economía regional, nacional y mundial. «Para alcanzar la recuperación total bastaría con alcanzar un crecimiento medio del 2,6% al final del año», verbalizó Fernández Carriedo.

En cualquier caso, se mostró confiado en que la Comunidad sea de las primeras de España –a nivel nacional el porcentaje recuperado el del 77%– en recuperar todo lo que la pandemia se llevó por delante. «Estamos en mejor posición que otras regiones porque fuimos de las que menos caímos en 2020», recordó.

La industria se recupera

Fernández Carriedo celebró que la variación intertrimestral del PIB autonómico se situó en el 2,3 por ciento al cierre del segundo trimestre, cuando en el anterior había decrecido un dos por ciento. Esta mejoría, sintetizó, se debe al «dato positivo en los servicios, al crecimiento en la industria, a la demanda interna y a la inversión», si bien lamentó la evolución «más negativa de la agricultura y ganadería» y el bajo impulso del comercio exterior. Y es que, según los datos de la Contabilidad Regional presentados ayer por el consejero, el sector servicios volvió a tirar del carro económico regional, al impulsarse un 7,6 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, impulsado por el turismo, la hostelería y el comercio. La construcción, por su parte, continúa en la senda positiva y arrojó un avance del 3,1 por ciento. Otra de las notas positivas de este trimestre es la de la industria, que volvió a la senda del crecimiento casi un año después, con un tímido repunte del 0,2 por ciento, sustentado en las manufacturas, que alcanzaron el 1,3 por ciento positivo.

Mientras, el sector primario sigue en su particular 'Vía Crucis' y acumula ya 18 meses consecutivos en números rojos, bajando hasta el cinco por ciento durante el segundo trimestre del año. En cuanto a la formación bruta de capital, es decir, la inversión, anotó un aumento del 2,8 por ciento en este trimestre y se recupera así respecto del anterior, cuando apuntó un retroceso del 1,8 por ciento. «Este dato constata que se recuperan las inversiones», subrayó Carriedo, quien mencionó particularmente la de bienes de equipo, con un 1,7%.