La arquitectura del poder romano

A.M.
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La arqueóloga Olivia Reyes realiza un pionero estudio comparado sobre las villas romanas segovianas que revela diferencias con otras de Castilla y León e Hispania

La arqueóloga Olivia reyes - Foto: Rosa Blanco

En su reciente publicación sobre las haciendas rurales de la antigüedad tardía, en el siglo IVdespués de Cristo, la profesorea de la Unidad de Arqueología de IE University, Olivia Reyes Hernando, aporta nuevas claves para entender la presencia romana en Segovia comparando, por primera vez,  a través de la documentación que existe, las diferencias y las similitudes en su construcción y decoración,  lo que les hace únicas a cada una de ellas. 

Como dice el título de la obra 'Arquitectura de representación', esta arqueóloga  se basa en el análisis de los elementos que introdujeron sus antiguos propietarios «para mostrarnos esta arquitectura del poder y la representación de estos grandes dominus y, a raíz de ahí, una vez que sabemos los patrones y las tendencias podemos ver qué individualiza a cada una de ellas».

Aunque hay grandes incógnitas sobre quienes pudieron ser los propietarios y su nivel de poder, por ejemplo, las villas segovianas poseen elementos comunes que las distinguen de otras de Castilla y León, incluso de Hispania, como la frecuencia de uso de ábsides triples en algunas de sus estancias o la presencia de elementos decorativos particulares venidos del Oriente del Imperio. 

Entre las villas estudiadas figuran Los Casares (Armuña), Matabuey (Nava de la Asunción), La Palatina (Guijar de Valdevacas), Paradinas, Las Vegas (Santiuste de Pedraza), Palazuelos de Eresma, Briongos (Riaguas de San Bartolomé), Carracalleja (Escarabajosa de Cabezas), Las Adoberas (Roda de Eresma), La Rebilla (Sequera del Fresno), Santa Lucía (Aguilafuente) y la Villa Suburbana de Cauca (Coca). También se han incluido en la investigación posibles villas romanas y enclaves rurales, aglomeraciones y formas de ocupación rural conocidas por referencias bibliográficas. Se trata de datos, en su mayoría aportados por quienes han investigado y excavado estos yacimientos, otros que solo se conocen por prospección aérea o por actividades arqueológicas preventivas.

En esta monumentalidad efímera, que gracias a las tecnologías digitales se puede levantar en tres dimensiones,  Olivia Reyes destaca la villa de 'Las Pizarras', donde lleva trabajando con su universidad desde hace 20 años.

A su juicio,  esta antigua villa «contemplaba dignidades muy elevadas y probablemente entroncadas con la familia imperial de Teodosio, en Coca, personas de elevado poder adquisitivo, hablamos de un complejo áulico que supera cualquier idea que tuviéramos de una villa romana,  con un hecho muy curioso, donde el resto de las villas tiene mosaicos en los suelos, ésta tiene mármol, y los mosaicos se encuentran en la zona de las bóvedas de muchas de sus salas».

La espectacularidad de los materiales que han encontrado en 'Las Pizarras' y el origen de todos ellos es lo que le hace única respecto al resto de villas de Segovia. Y en la reconstrucción virtual, se ha percibido que es mucho más grande de lo que se pensaba: «Es sorprendente en cuanto a dimensiones, decoración, organización, los ambientes que recrea y las técnicas constructivas que entroncan con orientales», subraya la arqueóloga. 

Olivia Reyes sostiene que los materiales llegaron de todas las partes del imperio, incluso de la zona de Hispania, combinado, por ejemplo, con mármoles egipcios, turcos, griegos o del norte de África. 

Es difícil hacerse a la idea, explica la arqueóloga, de lo que podrían ocupar todos estos cargamentos y las dificultades en sus traslados, teniendo en cuenta que se trataba de revestir más de 4.000 metros cuadrados de superficie en suelos y parte de las paredes. 

Solo en el peristilo, el corredor porticado, en cuyo alrededor estartían el resto de habitaciones, caben muchas villas de Castilla y León, asegura, y eso que contaban con una sala con tres espacios absidales colocados en semicírculo. 

No faltaban en las grandes villas revestimientos como el nácar (madreperla) o distintos vidrios. En sus villas el poder quería marcar su propio estilo y, por qué no, hacer ostentación. Eso es lo que de descubre Olivia Reyes en la comparativa.