Acuerdo con el Obispado para iniciar las obras del Cervantes

David Aso
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La constructora concreta con la Diócesis las condiciones de acceso al teatro por la huerta del seminario · Firmarán la próxima semana y, con seis meses de retraso, arrancarán los trabajos

Vista aérea del teatro (sin cubierta); y justo arriba, la huerta del Seminario. - Foto: Mayoral

Con fecha 12 de septiembre de 1923 se alzaba por primera vez el telón del Teatro Cervantes. 'El paso del camello' fue la obra inaugural, una comedia. De aquello se cumplirán así 100 años en menos de año y medio y para entonces se supone que deberá llevar buen ritmo la ejecución de su proyecto de rehabilitación, que ha estado pendiente de otra 'comedia' muy diferente: que el Ministerio de Fomento y la constructora resolvieran el paso de camiones por la parcela colindante, la de la huerta del Seminario, con garantías de reposición de desperfectos para el Obispado, aparte de una compensación económica por el tiempo que se le van a ocupar alrededor de 700 metros cuadrados. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de 42 meses, aunque se confía en dejarlos en no más de 36. Tendrían que haber empezado el pasado septiembre y aún hoy siguen a la espera de la firma de un acuerdo que, eso sí, según confirma la Diócesis a El Día, se ha alcanzado por fin esta semana. Se firmará la próxima y a partir de entonces podrá arrancar la obra, pero el camino ha sido largo, y también difícil de explicar.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) remitió en noviembre una primera respuesta por email a las preguntas de esta redacción sobre tan sorprendente demora: «Los técnicos del Ministerio, la dirección de las obras y el personal del contratista están trabajando para mantener los plazos de ejecución y compromisos adquiridos para poder realizar los trabajos de acuerdo a la programación prevista». Entre pocas pistas y ninguna daba sobre el desenlace de una cuestión, la del acceso a la huerta, que otras empresas que participaron en el concurso ya tantearon incluso con visitas presenciales, pero no fue el caso de la que resultó ganadora, la UTE valenciana Torrescámara-EMR, que no contactó con el Obispado hasta después de la adjudicación del contrato, trámite que se acerca a su aniversario (data del 27 de mayo de 2021). 

La alcaldesa, Clara Luquero, fue preguntada en diciembre por la prensa y deslizó un posible «principio de acuerdo» para que las obras empezaran «pronto», pero tampoco. Y el pasado viernes 11 de marzo fue el Mitma el que, con otro email, daba una respuesta ya más concreta a esta redacción: «Tras la intermediación del Ministerio, ya se ha acordado y definido entre las partes el proyecto modificado necesario para dar continuidad a las obras y se ha comenzado la tramitación administrativa correspondiente. Por ello, iniciada esta fase esperamos, una vez terminados todos los trámites necesarios, poder retomar la ejecución de las obras a finales del presente mes o principios de abril». Más que 'retomar' deben empezar, dado que de las obras no hay más huella que el cartel que se puso en septiembre; pero, matices linguísticos aparte, ahora sí hay acuerdo entre empresa y Obispado, con rúbrica de documento prevista para la próxima semana, después de que haya sido en ésta cuando representantes de la constructora se han visto con los de la Diócesis. 

De las obras del Teatro Cervantes no hay más huella, de momento, que el cartel instalado junto a su fachada desde septiembre.De las obras del Teatro Cervantes no hay más huella, de momento, que el cartel instalado junto a su fachada desde septiembre. - Foto: Rosa Blanco

Sorprende por otra parte la larga espera por un modificado de proyecto que ya sugirió el Obispado en verano y se aceptó: la apertura de un hueco en la tapia del seminario a la altura de Obispo Gandásegui, solución que permite ocupar mucha menos parcela, facilitando además que la compensación de medio millón que llegó a plantear el Obispado como punto de partida se quede en poco más de una octava parte.

La demora se va a quedar así en unos seis meses, que por otro lado es el tiempo que se habría tardado (en teoría) en la reurbanización de la calle San Agustín, aplazada sine die para facilitar el paso de camiones hacia el teatro. Pero lo que viene ahora es la obra del Cervantes, y en principio, con inicio inminente.