¿Por qué ha sufrido un bajón de participantes la Media?

Nacho Sáez
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La Media Maratón registra su cifra más baja de corredores en línea de meta desde que empezó a celebrarse en 2007 y alimenta el debate acerca de si ha estallado la burbuja del running.

Salida de la Media Maratón Ciudad de Segovia de 2012, que reunió a alrededor de 3.000 corredores. - Foto: Kamarero/ Ical

A los ganadores de la prueba y a aquellos que alcanzaran el objetivo que se habían marcado les dará igual, pero la Media Maratón Ciudad de Segovia registró el pasado domingo la cifra más baja de corredores en línea de meta de su historia. Apenas 1.285 completaron los 21.097 metros de la prueba, 14 menos que en la edición de 2007, la primera de una cita que experimenta ahora su primera gran crisis de participantes. 

«Algo no estamos haciendo bien. Lo tendremos que analizar con más tranquilidad y tiempo», apunta en un primer análisis Javier Rincón, codirector de una carrera que en 2011 batió su récord de participación con unos 3.500 corredores. Aunque no contabiliza a los que se inscriben pero al final no toman la salida ni a quienes se retiran en el transcurso del recorrido, el número de atletas que cruzan la línea de meta es el dato más fiable de la capacidad de atracción de la Media Maratón Ciudad de Segovia, que alcanzó su techo en el mencionado 2011 y que después se había mantenido en el entorno de los 2.000-2.500 participantes hasta el pinchazo de este año.

Competía el mismo día con las medias maratones de Zamora y de Elche (Alicante). «Y con la de Avilés (Asturias), que no se hizo por falta de corredores», apunta Rincón. «La burbuja del running pincha en España», publicó el periódico 'El Confidencial' el pasado 31 de diciembre tomando como referencia la San Silvestre Vallecana. En la última edición de esta emblemática prueba se agotaron los dorsales a duras penas después de años en los que conseguir uno era casi una utopía. «La economía tiene peso. Muchos de nuestros corredores vienen de fuera de Segovia y ahora mismo no es sencillo venir a Segovia, pagar una o dos noches de hotel, comer y cenar fuera tres veces, pagarte el dorsal... Y si encima vienes con la familia», razona Rincón, que no obstante insiste en hacer autocrítica: «La responsabilidad del número de inscritos es nuestra».

Carrera en bajadaCarrera en bajada

La Media Maratón volvió a apostar por las señas de identidad que la hacen singular. El recorrido volvió a tener como principio y fin el Acueducto y tuvo de nuevo distintos puntos de animación. «Y una app para que el corredor pudiera consultar su tiempo cada cinco kilómetros, avituallamientos líquidos ecológicos, el cañonazo de la Academia de Artillería para dar la salida, una camiseta deportiva de alta calidad y con una imagen y un diseño chulos...», añade Rincón, quien no cree que la dureza de la prueba espante a los atletas: «No nos hemos planteado cambiar el recorrido. Un cambio estaría supeditado, en todo caso, a un menor esfuerzo de voluntarios, de cortes de tráfico y de esfuerzo de la Policía Local y de los vecinos. Pero por su dureza no lo tenemos ni contemplado. De hecho, es parte de su atractivo. A lo mejor estamos equivocados, pero esa dureza le aporta carácter a la prueba. Acabo de hablar con una mujer que vino de Huelva y que estaba encantada con el fin de semana que había pasado en Segovia. Y le dolían las piernas».

El adelanto de fecha (de finales de marzo al día 12) fue una de las novedades de la edición de este año. «Yo creo que es mejor tener una fecha estable en el calendario. El que viene a correr a Segovia no viene a hacer marca, sino porque le apetece pasar el fin de semana en Segovia. No puedes estar pendiente de otras carreras», opina Daniel Gutiérrez, organizador de la Carrera Monumental, que cada año suele congregar a unos mil atletas. «Cuando pusimos la fecha, calculamos que fuera seis semanas antes de la Media Maratón porque físicamente, en términos de preparación, es lo ideal. Corres un 10.000  seis semanas antes y metes un último ciclo.  Como la Media Maratón se ha ido moviendo, a muchos atletas segovianos no les da tiempo a llegar preparados», argumenta.

Él no cree que se pueda  hablar de pinchazo de una burbuja: «Las variaciones de participación en la Monumental oscilan entre un ocho y un diez por ciento. Unos años hacia arriba y otros años hacia abajo. Es verdad que hay más carreras pero el número de corredores continúa siendo el mismo». Tampoco atribuye el descenso de participantes al auge de las carreras por montaña. «El público que corre es fiel. Puntualmente le puede apetecer otra cosa, pero se suele mantener bastante fiel a un tipo de pruebas. Yo llevo compitiendo 22 años. Y luego en los trails no corre tanta gente porque son bastante exigentes. Yo creo que por ahí no viene», concluye. 

El segoviano Julio Albornos, que se propuso hace una década correr medias maratones en todas las capitales de provincia españolas y ya lleva 36, sí que ha notado la pérdida de fuelle de las carreras. «Han tenido un 'boom' como lo tuvo el pádel en su día y luego yo creo que ha influido mucho el parón del covid. Mucha gente ha perdido la confianza de moverse en entornos masificados. También está el factor económico. No sé si el Maratón de Valencia costaba cien euros y pico. Se está poniendo por las nubes», destaca este atleta popular, que además hace referencia a la dependencia de Segovia respecto a Madrid: «La dureza del recorrido y que muchos ya han repetido varias veces influye. Al margen, es el año que menos he visto que se ha publicitado la Media Maratón de Segovia», remacha.