Es histórico. El conjunto gimnástico nunca había logrado mantener la categoría la temporada posterior a ascender desde Tercera. Con sufrimiento, después de un curso repleto de sinsabores, empieza a sentar los pilares para alejarse de esa Tercera División en la que ha vivido la mayor parte de su historia.

Más de noventa años de existencia en los que casi nunca lo ha tenido fácil. Tampoco esta vez. Hace un mes creía tener la permanencia en la mano y el último minuto de la temporada de un partido en el que ni siquiera estaba le condenó a jugar un 'play out' a vida o muerte. Ante el Cerdanyola sacó el carácter y solventó una papeleta muy comprometida.

El gol de Rafa Llorente en la primera parte fue neutralizado por los catalanes al comienzo de la segunda, pero las finales se ganan muchas veces con corazón y pocos lo tienen más grande en la Segoviana que su capitán. Manu fue el encargado de desatascar un partido que se dirigía a la prórroga y que sentención Szymanowski en el tiempo de descuento. La Segoviana continuará en la Segunda RFEF.