Desatascado el colector afectado por toallitas y pelotas

D. A.
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El saneamiento ha quedado restablecido este lunes por la tarde después de al menos tres días de vertidos incontrolados como consecuencia de la obstrucción

Desatascado el colector afectado por toallitas y pelotas

El Ayuntamiento de Segovia terminaba de desatascar este lunes por la tarde el colector del Eresma, obstruido desde hace al menos tres días (el incidente se detectó el sábado por la mañana) como consecuencia de una extraordinaria acumulación de residuos de todo tipo. Desde las clásicas toallitas húmedas o las compresas, desgraciadamente habituales, hasta cientos de pelotas de tenis y de pádel; o incluso vertidos de sangre animal que no es que causaran el atasco, pero se han detectado este lunes, al verla pasar durante la reparación. Un trabajo que todavía continuará más días, tanto para limpiar como para reparar el colector y el camino de la Alameda, debido a los daños causados por la enorme cantidad de aguas fecales derramadas. Pero al menos el saneamiento ya se ha restablecido.

Empleados municipales y empresas auxiliares empezaron a trabajar el sábado para restablecer su funcionamiento, y este lunes seguían en ello seis operarios con el apoyo de una excavadora para realizar catas. "A ver si es posible que hoy detengamos los vertidos porque la situación es preocupante", reconocía a El Día esta mañana el concejal de Obras, Miguel Merino, también desplazado a la zona. "Estamos preocupados porque no conseguimos encontrar el último punto donde está atascada la tubería. Ya llevamos cuatro catas hechas, una de ellas de más de diez metros, y bueno pues claro, al final son horas que van pasando y estamos echando el vertido al río", continuaba Merino, pasadas las doce del mediodía. "Y frustrado también por la poca concienciación ambiental que vemos en esto. No sólo ya por las compresas o toallitas, que lamentablemente vienen a ser habituales, pero es que ya el tema de los blister de medicamentos y las pelotas de tenis y pádel... La frustración ya va más allá del papel político, a uno le afecta ya en lo personal, por cómo podemos llegar a hacer semejantes tonterías". Blister es el nombre que reciben los envases típicos de las pastillas, por ejemplo, que suelen venir con plástico transparente formando una cavidad en forma de ampolla donde se aloja el producto.

Merino descartaba de inicio apuntar a posibles responsables: "Ahora mismo lo importante es que contemos lo que está pasando para ver si la gente se empieza a concienciar de una vez por todas sobre lo que tira y lo que no, y ahora estamos totalmente concentrados en tratar de repararlo porque, al final, cada momento que pasa es un momento de vertido a mayores, y a veces, lamentablemente, hay determinadas industrias que vierten determinados materiales al colector que tampoco deberían, así que si viene ahora un vertido de ese… No es lo habitual, pero es que basta que tengamos un problema como el que tenemos ahora como para que ocurra, y si viniera algún vertido industrial que no estuviera permitido, queremos evitar cualquier posibilidad de que vaya al río".

Dicho y hecho, el temor se convertía en realidad apenas una hora después, al localizarse sangre procedente de El Sotillo y, previsiblemente, de un matadero: "Los peores augurios se han cumplido", lamentaba Merino, en una segunda conversación con El Día. "Tras ver la sangre hemos ido pozo a pozo subiendo hasta el término municipal de La Lastrilla", y lo hicieron ya acompañados por la Policía Local y también por la alcaldesa del municipio vecino, Elisabeth Lázaro. ¿Hay por tanto mala praxis del matadero ubicado allí? "Bueno, dependerá de las analíticas y del daño finalmente causado al medio ambiente", respondió Merino. "Desde luego los residuos orgánicos de este tipo de industrias se tienen que gestionar a través de procedimientos adecuados, no vertiendo a la red de saneamiento, pero yo no puedo decir si el vertido que nos ha llegado a la Alameda es de ese matadero, de varios, o incluso de mataderos irregulares", matizó. "Lo que sí que hemos visto es de dónde nos viene, de El Sotillo", y la Policía Local, en cualquier caso, ya visitaba esta mañana el matadero ubicado allí para levantar atestado de la intervención.

Cierto también que la sangre no sería el origen del incidente del sábado, dado que estaría motivado por la obstrucción causada por residuos sólidos, pero es el atasco lo que ha permitido que estuvieran los ojos sobre el colector al pasar el vertido orgánico. 

Ya en las labores iniciales del sábado y el domingo se identificó "un volumen extraordinario de toallitas, pañales, compresas, plásticos, blister de medicamentos, y llama especialmente la atención los centenares de pelotas de tenis y pádel encontrados", advertía el Ayuntamiento a través de un mensaje publicado el domingo en sus cuentas de redes sociales. "Investigaremos el origen de todos estos vertidos y ya se están planteando medidas de control y de pre-tratamientos de debastes sólidos, que se tratarán oportunamente con los núcleos urbanos de San Cristóbal de Segovia y La Lastrilla", añadía. Merino, por su parte, matizaba este lunes que no pretenden culpar a los ayuntamientos de estos municipios, "sino simplemente aclarar que a este colector vierten ellos también, y que conviene que los tres ayuntamientos que estamos afectados trabajemos de manera conjunta". Por ejemplo, con idea de revisar los convenios que tienen firmados para exista un mecanismo de control para articular los ya citados tratamientos previos antes de llegar al punto del Eresma.

No en vano, el concejal de Obras advierte que este tipo de vertidos, a veces, tienen consecuencias por riesgo de sanción por parte de la Junta de Castilla y León hacia la Administración competente para la depuración; sobre todo, si los responsables directos no son identificados, ya sean industrias, otro tipo de empresas, particulares o de todo, tal y como parece en este caso. "Pero la sangre ha quedado claro que proviene de El Sotillo", incidía Merino.

El propio Ayuntamiento recordaba en su mensaje de redes que "hace no muchos meses" llevó a cabo la limpieza de este tramo, "y podemos afirmar que la población del barrio de San Lorenzo no alcanza para justificar este incidente", subrayaba. Aquella limpieza se emprendió el 21 de junio del año pasado, concretamente, unas obras de emergencia en unos cien metros líneales del colector que se prolongaron dos semanas, que costaron más de 20.000 euros y que entonces se atribuyeron a residuos acumulados, fundamentalmente, por un exceso de raíces y escombros de arrastre en varios puntos del colector que pudieron deberse a las tormentas que cayeron en días previos. 

Ahora la situación fue parecida, aunque con origen diferente: "Lamentamos las molestias. Trabajaremos intensamente para minimizar los daños ocasionados al río. Este es un asunto que nos preocupa y del que todos tenemos que tomar conciencia", concluía la comunicación del Ayuntamiento de Segovia.