Después de que los efectivos hayan logrado estabilizar en la Sierra de la Culebra (Zamora) el mayor incendio forestal que se recuerda en España tras calcinar más de 30.000 hectáreas, los trabajos de extinción se concentran ahora en los incendios declarados en Navarra y Aragón, mientras las llamas dieron ayer una tregua en Cataluña.

El fuego mantiene la alarma especialmente en la Comunidad Foral, con 13 municipios amenazados, donde casi un millar de vecinos continúan desalojados, a la espera de que se controlen los focos que comenzaron a desatarse el sábado pasado y que ya han movilizado a unos 650 Bomberos y guardas forestales para luchar contra varios frentes «muy intensamente activos».

La situación «más crítica» está en Gallipienzo, si bien las autoridades de la zona pidieron a la población calma, autoprotección y no exponerse a riesgos innecesarios.

Por suerte, ninguna persona ha sufrido hasta ahora daños graves, y ese sigue siendo el dato más valorado por el Gobierno foral, cuyo vicepresidente, Javier Remírez, reiteró que todas las actuaciones tienen como «prioridad» evitar tales consecuencias. Asimismo, en vista de la gravedad, la presidenta de Navarra, María Chivite, instó a iniciar los trámites para pedir la declaración de zona de emergencia.

La situación preocupa también en Aragón, donde el Gobierno regional ordenó desalojar una residencia de ancianos de Burbáguena (Zaragoza) dada su proximidad al fuego que se declaró en las últimas horas en la localidad turolense de Castejón de Tornos y cuya evolución, según reconocieron, presenta un grave riesgo para la población y para los bienes personales.

Al cierre de esta edición, los efectivos centraban sus esfuerzos en evitar que el frente afectara también al municipio zaragozano de Anento, cuya evacuación en un principio se descartó.

También en Sigüés se inició un nuevo incendio forestal, para cuya extinción se desplegaron tres cuadrillas helitransportadas, otras tres terrestres y dos autobombas.

Mientras, la bajada de temperaturas con el fin de la ola de calor dio un respiro a Cataluña, facilitando las labores de extinción. A lo largo de la tarde, los Bomberos de la Generalitat dieron por estabilizado el incendio de Artesa de Segre (Lérida), el más importante en la campaña forestal de este año en la comunidad, después de seis días activo en los que ha afectado alrededor de 2.702 hectáreas.

De esta forma, las autoridades dieron por finalizado el período de simultaneidad que ha sufrido la región en la última semana, en la que se han registrado casi 240 focos.

Una pequeña tregua

En Zamora, los servicios de extinción continuaron trabajando para intentar sofocar del todo el mayor incendio de la Historia de España, que evoluciona positivamente, por lo que se bajó su nivel de peligrosidad, aunque no descartan que pueda llegar a reactivarse.

También en Guipúzcoa se extinguió ayer un incendio declarado en el monte Arastortz, mientras que Galicia informó de que apenas han ardido 250 hectáreas en tres fuegos en Orense, 100 veces menos que la superficie calcinada en Zamora.