Mientras miles de ciudadanos cerraban 2021 con algo ya tradicional como correr la San Silvestre, aunque en muchos sitios se suspendió por el coronavirus, y otros cientos aprovecharon el buen tiempo para hacer una TardeVieja, adelantando el brindis con los amigos debido a las restricciones horarias impuestas por las autonomías, en numerosos puntos del País Vasco y Navarra el último día del año sirvió para homenajear a los presos de ETA, con concentraciones más o menos numerosas en lugares como Bilbao, Pamplona o Mondragón. Fueron los últimos actos de este tipo en 2021, pero no los únicos. Más bien al contrario, ya que según datos del Observatorio de Radicalización que realiza el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), los eventos para apoyar a la banda terrorista se han disparado en el año que acaba de finalizar. En estos 12 meses, la institución contabiliza 282 actos para respaldar a ETA, lo que supone un aumento del 46 por ciento respecto a 2020, cuando se celebraron 193. Ante este auge de la vergüenza, solo una buena notica, los ongi etorris -el recibimiento público y festivo a los presos etarras que salen de prisión- se han reducido a su nivel más bajo de los últimos cuatro años.
Estos 282 actos de apoyo a la banda criminal se concentraron en el País Vasco -97 en Guipúzcoa, 94 en Vizcaya y 20 en Álava- y Navarra (53), aunque también tuvieron lugar en otros puntos de la geografía española, con cinco en Cataluña y uno en Madrid, a los que se suman otros 12 en el País Vasco francés.
Asimismo, COVITE detalla que en el año saliente se detectaron 158 pintadas y pancartas de ensalzamiento explícito a ETA y a sus presos; 59 manifestaciones en las que se reclamó la amnistía de los presos de la banda, «que no el acercamiento a cárceles vascas»; 25 homenajes públicos a etarras muertos; cinco fiestas populares «celebradas específicamente para enaltecer a ETA u hostigar a la Guardia Civil, como el Ospa eguna en Alsasua o el tiro al facha en Echarri-Aranaz. También denuncia otros 30 actos de apoyo a ETA no subsumibles en las categorías anteriores, como «las cenas navideñas en la vía pública con fotos de etarras presos, para simbolizar que no pueden cenar con sus familiares en Nochebuena».
Una pequeña victoria
Pese a todo, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo celebra que los ongi etorris se hayan reducido y lo atribuye a su «labor constante de documentación y denuncia pública de este tipo de actos humillantes e indignos», que ha dado como resultado «el rechazo de la mayoría de la sociedad vasca, navarra y española» a este tipo de bienvenidas. También achaca esta reducción a la condena expresada por «la mayoría de las instituciones y fuerzas políticas, exceptuando a EH Bildu».
«Aunque no hayamos conseguido ganar la batalla judicial, hemos ganado la batalla social, que es incluso más importante. Hemos logrado que la izquierda abertzale esté totalmente sola en la defensa de los ongi etorris, sin la comprensión ni la defensa de ningún otro sector social y político», subraya la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez. En este sentido, recalca que la izquierda abertzale «ha recibido tanta presión que no le ha quedado otro remedio que renunciar a hacerlos en público», aunque advierte de que «todavía» hay sectores en su seno «que se resisten a dejar de honrar públicamente a los asesinos».