Poner todos los sentidos

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Néstor Fernández, director de Tracket Eventos.

Poner todos los sentidos - Foto: Rosa Blanco

Néstor Fernández García (Segovia, 1974) es segoviano de nacimiento pero con raíces en La Granja. Se licenció en Ciencias de la Actividad Física y se formó en  aspectos relacionados con el deporte, el turismo activo o administración de empresas. Trabajó como monitor deportivo y en el mundo del ocio, así como en la gestión de instalaciones deportivas antes de montar, en el año 1999, su propia empresa de producción de eventos, Trackter. Son líderes en su  sector, con más de 1.000 eventos al año. Trackter cuenta con varios premios y reconocimientos y su impulsor, obtuvo el Premio Joven Empresario de Castilla y León, en 2001.

1. Restaurante José María, Cronista Lecea. Para él uno de los mejores sitios para comer, tapear y alternar. No solo por alta calidad de la comida, por la experiencia gastronómica, sino por el trato y por la admiración que le despierta toda la familia Ruiz-Aragoneses. Personas emprendedoras y valientes en todos sus negocios, y además son «muy buenas personas». En el restaurante José María, se siente como en casa.

2. Los Ultramarinos. Confiesa que le gustan las tiendas de alimentación de las «de antes», como el comercio de ultramarinos Hijo de Maximino Gómez, situado en el número 1 de la calle Puente de Muerte y Vida. Mantienen la estética y la calidad de antaño conjugándolas con una preciosa decoración y una cuidadísima colocación de los productos, que además son de mucha calidad. Sin olvidar una atención al cliente muy familiar.

3. El Monasterio de Santa María del Parral. De los más grandes monumentos siempre le ha impresionado el Alcázar y su silueta, pero los hay menos mediáticos que son únicos, como el Monasterio del Parral, donde se encerró para estudiar y preparar la selectividad, hace años, y descubrió un lugar increíble en el que el agua está presente en todos sus rincones. Confiesa que le costaba mucho concentrarse en casa para estudiar, así que solía ir a las bibliotecas de institutos y universidades y salas de lectura para lograr estudiar. Cuando supo que en El Parral se podía un retiro espiritual de una semana, decidió probar la experiencia. Aunque por la noche no le dejaban estudiar mucho, por los tambores que sonaban en la alameda, finalmente consiguió aprobar la selectividad. 

4. Los callejones del barrio de la Judería. Le apasionan los callejones de la Judería, que descubrió cuando ya era adulto. Entre sus hobbies está andar por la montaña y correr por la ciudad. Así es como se adentró en esta parte del recinto amurallado de la ciudad. Los segovianos nunca acaban de conocer del todo los secretos que guarda su ciudad. Él sigue recorriendo la Judería, donde descubre nuevos rincones, detalles, edificios y puertas que le hacen detenerse.

5. El Pinarillo. Estudió toda la EGB y primero de BUP en el colegio de Los Maristas, así que el Pinarillo lo recorrió miles de veces. Como vivía en la calle Domingo de Soto, entre la plaza del Seminario y la plaza Reina Doña Juana, en el casco antiguo, tras las clases de la mañana volvía a casa comer, luego vuelta al cole al turno de la tarde, y de nuevo a casa. A día de hoy le sigue encantando perderse por sus senderos, sus tumbas y ver los animales que viven allí. La última vez, un zorro curioso estuvo interactuando con él durante media hora.

6. El Paseo del Salón. Fue el espacio de juego de niño y joven, donde aprendí a montar en bicicleta, a patinar … y posteriormente fue el espacio de ocio y de trabajo de su juventud. Asegura que es un espacio fantástico y que se podría ría usar todavía mucho más para eventos culturales, conciertos y otras actividades para la ciudad.

7. El Teatro Cervantes. Éste antiguo teatro y también sala de cine tiene connotaciones muy especiales, por eso, no duda en afirmar que está deseando que se termine algún día para volver a disfrutar de este espacio, del Teatro Cervantes. 

8. Viajar a Cuba. Un lugar para perderse en el extranjero es, sin lugar a dudas, Cuba. Cuando llega allí sabe que está como en casa. Tuvo la ocasión de recorrer este país en bicicleta y se quedó enamorado de su gente y de la alegría que desprenden los cubanos con lo poco que tienen.

9. La Granja de San Ildefonso. Su familia materna es de La Granja y recuerda pasar allí, junto al Campo de Polo, los veraneos de toda su infancia, con lo que este lugar se convirtió en zona de juegos al aire libre. Para él, toda la zona de la sierra que rodea La Granja es su refugio, casi como su propia Calle Real para pasear y todo un lujo, recomienda, que «tenemos al alcance de la mano». Parajes como: El chorro, el Chozo Arangüez, Peñalara, Las Calderas son sitios que le provocan una gran paz y que recorre siempre que puede. 

10. Caminar por un paraje muy pintoresco. En Segovia tras cada esquina hay un monumento, una sorpresa o un sitio pintoresco. De hecho, hace poco ha descubierto el camino bajo la muralla, entre el Alcázar y el Arco del Socorro, y le ha impresionado mucho poder recorrerlo e ir examinando los enormes muros que protegían la ciudad. Ahora cada vez que sale a caminar intento pasar por allí. Una recomendación fácil de seguir.