Dicen que los planes improvisados son los que más se disfrutan. El Cross de Cantimpalos, que este próximo jueves celebra su cincuenta edición, surgió casi por accidente. Los integrantes del equipo de balonmano que tenía el municipio a principios de los años setenta, la mayoría industriales chacineros, buscaban financiación para poder jugar la liga de Madrid o la de Valladolid y les dijeron que acudieran a la Delegación Provincial de Atletismo. «Debía ser la única que tenía dinero y Juan José Fuentes, que en paz descanse, les propuso que organizaran una carrera y que la mitad de lo que les dieran lo podían utilizar para el equipo de balonmano. Y así nació el Cross de Cantimpalos», cuenta Íñigo Jimeno, presidente del Club Deportivo La Vega, encargado en la actualidad de la organización de una prueba que en esta ocasión será retransmitida en directo por Teledeporte. 

Otro hito de este medio siglo de barro y pasión por el deporte en Cantimpalos, que se vuelca con su cross. Este año tiene alrededor de 45.000 euros de presupuesto, una de las cifras más altas de su historia aunque insuficiente para asegurarse la presencia de los números uno mundiales de esta modalidad... en la actualidad. Porque el ganador de la edición del año pasado, el burundés Thierry Ndikumwenayo se ha impuesto esta temporada en Atapuerca e Itálica, dos de los mejores croses del mundo. Y el segundo clasificado, el también burundés Rodrigue Kwizera, se apuntó el circuito mundial de cross el curso pasado.

«Otras veces apostar por atletas menos conocidos en ese momento nos ha ido mal», reconoce Jimeno, que al hacerse cargo de la prueba en 2007 no entendía que tuvieran que contratar atletas. «Pero es una de las cosas que  se valoran a la hora de establecer el ranking de croses. Ahora soy yo el que va a los mánagerse y los contrata». Cualquier cross que aspire a gozar de un prestigio necesita a los corredores africanos. Un paso que el Cross de Cantimpalos dio en los años ochenta y noventa al adquirir la categoría de internacional, tal y como recuerdan el encargado de la biblioteca de Cantimpalos, Álvaro Díaz, y su predecesora en ese puesto, Cristina Vega.

Cartel de la primera edición del Cross de Cantimpalos. - Foto: Foto cedida por la Biblioteca de Cantimpalos.

Ellos han escrito un libro sobre la historia del deporte de Cantimpalos que arranca a principios del siglo XX. «En la pared de la parte trasera del Ayuntamiento se jugaba al frontón desde tiempos inmemoriales, y en 1933 había tanta afición que salieron en los periódicos varios pelotaris de Cantimpalos. Les ponían apodos en función de su profesión. Al carpintero le llmaban 'Viruta', al panadero, 'Hogaza'...», destacan Díaz y Vega. Esa tradición deportiva explica el surgimiento del cross. También el compromiso con la prueba de sus diferentes alcaldes. «Juanjo Fuentes también recordaba que un año, cuando ya se había terminado la carrera, fueron a comer a casa de Félix Postigo, que era el alcalde de Cantimpalos y dueño de La Choricera y que, al ver que el telediario de Televisión Española no había informado de los ganadores del Cross de Cantimpalos, se levantó a hacer una llamada. Cuando volvió, hicieron un inciso en el telediario para decir los ganadores», relata el presidente del Club Deportivo La Vega.

Jimeno tampoco se olvida de la contribución de Pedro Matarranz, el primer alcalde de la democracia en Cantimpalos, en unos años en los que se batió uno de los récords que hoy todavía perduran. Paco Guerra ganó cuatro años seguidos el cross. «La última vez, en el 80, yo salía en el póster anunciador de la carrera. Era la primera vez que era internacional.  Era especial. Siempre estábamos pensando en correr el Cross de Cantimpalos», apunta el propio Guerra, vinculado también después a esta cita por sus hijos. Javi lo ganó en categoría absoluta en 2014 pero también lo corrió en categorías inferiores. «Se crea un ambiente muy festivo y está muy bien también porque da mucho protagonismo a los escolares», remarca Guerra padre, que a punto de jubilarse en su trabajo tiene previsto tomar la salida el jueves en la carrera popular.

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«El cross está viviendo un momento de duda a nivel nacional e internacional. Estamos viviendo un pequeño retroceso de practicantes. Hay un auge de las maratones y de las carreras por montaña, y nosotros tenemos alguna inscripción menos pero desde la sencillez estamos siendo referencia para carreras mucho más gordas», indica el presidente del Club La Vega. «Es duro por la época en la que se celebra, pero quienes han participado destacan el calor del público. Solo aquí te puedes comer un torto al acabar la carrera y hay premios vinculados a la industria chacinera», remachan los autores del libro de la historia del deporte de Cantimpalos.