Junta y Gobierno volvieron a enzarzarse ayer sobre la gestión de los servicios de prevención de los incendios forestales. Durante un acto en Salamanca, la ministra de Defensa, Margarita Robles, pidió al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que «se vaya preparando» para los incendios del verano, habida cuenta de que ya hay llamas en otro lugares del país. Unas palabras contra las que cargó el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, por los «ataques concertados» del Gobierno a Castilla y León en materia de incendios.

Robles, que participó en la presentación del candidato socialista a la Alcaldía de Salamanca, José Luis Mateos, pidió a Mañueco que no deje «sin prevención» de incendios la Comunidad «como hizo el año pasado». «Aquí (en Castilla y León) se vivió el verano pasado lo terrible de los incendios y vimos cómo ese señor, Mañueco, dejó abandonadas a las localidades afectadas», dijo en declaraciones recogidas por Efe.

Por su parte, Suárez-Quiñones, visiblemente molesto, arremetió contra el «uso partidista» de un tema que el propio Pedro Sánchez reclamó que se sacara del debate político, y ahora «lo están haciendo permanentemente», en un momento en el que «lo que procede es solidarizarse» con los afectados por las llamas en el incendio de Villanueva de Viver en Castellón. 

«Es inadmisible, es una desvergüenza, mienten», dijo a Ical, para mostrar, como ya indicó el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, la «solidaridad y la disposición» de la Junta para ayudar a los afectados por los incendios forestales.