Sonrisas en el camino

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de María Coca, periodista y empresaria.

Sonrisas en el camino - Foto: Rosa Blanco

María Coco Hernando (Segovia, 1980) es periodista y socia fundadora de Sushicatessen y The Burger World y  directora de la agencia Audacia Comunicación. Estudió  Periodismo y un Master en Comunicación Institucional y Política en la Universidad Carlos III. Trabajó en El Adelantado de Segovia y también formó parte de la plantilla de Canal4 Castilla y León. Durante dos años, fue profesora asociada de la UVa. Sus dos hijos, Manuel y Tomás, estudian en el Colegio Claret, como lo hizo ella de pequeña. Afirma que es segoviana, «me siento segoviana y quiero vivir en Segovia», y que desde aquí se pueden hacer muchas cosas.

1. El barrio de la Estación. En «mi cuesta de  Víctor Sanz Gómez», el gran cartel señalando la tienda de su familia: Muebles Hernando «Me siento de allí» por crecer en sus comercios y bares. Por haber vivido de pequeña y mantener el vínculo porque siguen viviendo sus padres y su hermana. Lugar de encuentro familiar, al que ir cuando «estoy mal» y en el que celebrar «todo cuando estoy bien» Brindar en El Gallego, El Caballo Blanco, no hay tomates como los de la Rosi, ni párroco como fue D. Domiciano. Los relojeros de siempre, los supermercados de toda la vida y los vecinos que, casi son familia. Es hogar.

2. El mirador del Cementerio. No hay puesta de sol más bonita, ni más tranquila. Le gusta pasear por el parque con sus hijos y sola. Divisa toda la ciudad y a los turistas del Postigo. Tardes y mediodías, de silencio. Si nieva, parece un cuadro, y si el día es soleado, una panorámica de postal. Está justo al lado del Quiosco de los Bomberos, donde tienen sus establecimientos. El lugar perfecto para hacer una pausa del trabajo.

3. La cafetería del Parador de Segovia. Para perder muchas horas cualquier día de invierno contemplando unas vistas preciosas de la ciudad. Escenario de momentos preciosos, charlas con grandes amigos, con personas importantes, confesiones, risas, de sueños, trabajado en eventos .Desayunar cualquier sábado o disfrutar de un vinito cualquier domingo por la tarde. A diario, paz,. Tiene algo, es calma.

4. Julio, reparación de calzado y llaves. El zapatero de la calle Encuadernadores. Le ve entrar y salir, en su pequeño espacio. No falla nunca. Viene desde el Real Sitio, unos minutos antes de las nueve, ya está abriendo las puertas. Siempre tiene un consejo, una mirada y un gesto de cariño. Los zapatos de hoy no son como los de antes y el oficio vive un momento distinto pero él siempre tiene la solución para dejarlos como nuevos. Le gusta enseñar a sus hijos que hay que cuidar las cosas, que los zapatos tienen arreglo o un pantalón se cose. No todo es de «usar y tirar» .

5. Una oficina de Caja Segovia. El logotipo de la Caja está muy presente en los recuerdos de su infancia: la mochila, las pintura, el estuche de la Caja, ahorrar los Chachipuntos y muchas personas cercanas trabajaron allí. Sus abuelos le llevaban a la Oficina Principal y recuerda el nombre de varios empleados. Las papeleras del cole o los bancos del parque. Vivencias que rememoró hace poco hablando con un antiguo trabajador y le hizo reflexionar sobre «nuestra Caja, tristemente desaparecida», que tan importaste fue para todos y para nuestra economía.

6. La barra de José María. Confiesa que siendo de chatear le cuesta quedarse con un sitio. Es tan de bares y restaurantes que decidió crear sus propios establecimientos para ofrecer más alternativas a los que quieren vivir en Segovia. Se queda con José María porque representa una barra de todos, por la que pasamos siempre, punto de encuentro, mesas de celebración y fiel reflejo de los valores con los que le han educado. No oculta su admiración por la familia Ruiz Aragoneses porque ella también es nieta e hija de empresarios y empresaria. Cuando se ha mamado una empresa familiar y las bondades de una familia numerosa se feliz al ver el esfuerzo y éxito de otros iguales.

7. El Alcázar. Se rinde ante el Acueducto pero El Alcázar le enamora. Su vista desde la cuesta de los Hoyos, desde el Pinarillo o desde la explanada de San Marcos. Una fortificación imponente sobre tierra caliza, sobre terrenos arenosos. Es perfecta. A veces le da miedo pensar que algún día deje de estar, que haya desprendimientos, como hace unos años vivimos en La Fuencisla. Es de cuento, sencillamente sublime. 

8. La Cárcel. Por lo que es, y por lo que representa. Recuperar un espacio y hacer de él un complejo cultural.Además disfruta en La Cárcel, con familia y amigos. Le parece una ‘reinserción’ perfecta para la ciudad. 

9. Valsaín. Donde acudir a respirar cuando el ritmo del día a día es demasiado intenso. Naturaleza, silencio, vistas espectaculares, pradera radiante. Siempre ha soñado con tener una casita entre sus montañas. Es precioso nevado, en invierno; increíble en primavera, romántico en otoño y espléndido en verano. Su magia, tenerlo tan cerca.

10. La Casa de Antonio Machado. Es posible que muchas personas no la conozcan pero recorrer sus salas, permite casi casi sentir al poeta. Un lugar especial, un poco escondido, pero cargado de historia.