"Hubo 75 invitados y sé que ni dos tercios se ha contagiado"

Nacho Sáez
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El novio del enlace que ha originado un brote en Nava y Coca asegura que cumplieron las medidas de seguridad y cuestiona las cifras de positivos que ha dado la Junta, casi un centenar entre asistentes y contactos estrechos.

Ayuntamiento de Nava de la Asunción, donde se ofició el enlace. - Foto: Lorenzo Aragoneses La 8 Segovia

Cuando El Día de Segovia consigue contactar con el novio de la boda en la que se ha originado un brote de coronavirus con casi un centenar de contagiados –según los datos proporcionados por la Junta de Castilla y León– es martes por la mañana y Diego García, que así se llama, continúa en cuarentena en casa por orden de su médico después de que el viernes anterior aún hubiera tenido fiebre. Su mujer sí que se había reincorporado ya al trabajo, seguramente una de las mejores válvulas de escape en este momento para la tormenta que se ha desatado a su alrededor, todavía activa a pesar de haber transcurrido tres semanas desde el enlace.

Una celebración que no se movió de fecha aunque las circunstancias sanitarias lo desaconsejasen, pero que no querían aplazar por razones familiares de peso que prefieren no desvelar. Aun así, conscientes del aumento de los contagios que se había registrado en agosto, recordaron a todos los invitados las nuevas medidas de prevención que había dictado la Junta de Castilla y León unos días antes –como el adelanto del horario de cierre de los bares y restaurantes– y tomaron la temperatura a la entrada. «Todo el mundo iba con mascarillas, los que se salían fuera a fumar intentaban guardar la distancia y, al final, cada invitado estaba con un círculo cerrado de personas, con las que estaba sentado en su mesa. Pero ha pasado esto, qué le vamos a hacer», argumenta Diego, que solo cambia su tono pausado y tranquilo de voz cuando se refiere a la información que ha proporcionado la Junta sobre el brote.

«Los números que están dando son irreales. Hubo 75 invitados y sé que no se han contagiado ni las dos terceras partes. Y de padres, hermanos o amigos de los que fueron no habrá más de diez. ¿Cómo pueden decir que hay tantos contagiados?», se pregunta. Sea como fuere, los acontecimientos se desencadenaron muy rápido afortunadamente. El día siguiente a la boda una familiar manifestó síntomas y enseguida dieron la voz de alerta al resto de asistentes, según cuenta el propio Diego, que cree que esa mujer y una pareja, los tres asintomáticos durante la celebración, fueron los casos índice del brote.

Diego García.Diego García. - Foto: D. S.

Un foco que se ha repartido entre Nava de la Asunción y Coca –porque él es de un municipio y ella del otro– y que se ha manifestado con sintomatología leve en la mayoría de quienes han dado positivo. Diego y su mujer entregaron la lista de invitados a los servicios de epidemiología y por supuesto también se hicieron la PCR. «Nosotros fuimos, digamos, de la segunda ola de contagiados. Hemos tenido fiebre los dos, aunque a mí me ha durado un poco más», apunta. 

De todas formas, ellos se autoconfinaron desde el primer momento, una ayuda para el centro de salud de Nava de la Asunción, que ha acumulado una elevada carga de trabajo en estas semanas. «El viernes pasado todavía estaban llamando a invitados de la boda para ver si tenían síntomas y si se debían hacer la prueba. Otra gente, como no se ponían en contacto con ella, llamó directamente al centro de salud», revela Diego, quien también ha echado en falta una mayor uniformidad en los protocolos: «Ha habido más que contagiados. A un amigo que se hizo la prueba con síntomas le dijeron que tenía que estar diez días en cuarentena, a mí el mismo médico me dijo que tenía que estar 14, y a otro, que este lunes (por este pasado 14 de septiembre) ya podía trabajar. No hay ninguna lógica posible».

El colmo de la situación surrealista que les ha tocado vivir ha sido enterarse de que vecinos que no habían asistido a la boda y no habían sido identificados como contactos estrechos de los contagiados telefonearan al centro de salud «haciéndose pasar por invitados para que les hiciesen la prueba gratis», según remarca Diego. 

No parece que en este momento haya motivos para la alarma en Nava y Coca, más allá de los que ya existen en el resto del país, después de que la prevalencia de la Covid-19 en esa zona básica de salud se haya estabilizado en los últimos días. El número de personas compatibles con la enfermedad llegó a ser de 175 el pasado 10 de septiembre, pero al cierre de esta edición había descendido a 156, tal y como figura en el portal de datos abiertos de la Junta. «Si hubiéramos sabido que iba pasar esto, habríamos sido menos, pero ya no se puede hacer nada», concluye Diego.