La covid-19 dejará un agujero de más de 400 M€ en Segovia

David Aso
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La caída del Producto Interior Bruto puede superar el 10%. Pesa la dependencia del turismo, aunque su actividad agraria, esencial desde el inicio de la nueva crisis, permite moderar el impacto

La covid-19 dejará un agujero de más de 400 M€ en Segovia

Pueden sonar lejanas, incluso ajenas al bolsillo de cada cual, las consecuencias económicas de la crisis sanitaria expuestas en clave de Producto Interior Bruto (PIB). Pero esa magnitud, equivalente al valor de lo que produce un territorio en bienes y servicios, marca en cuestión de décimas el destino de miles de personas. El PIB de Segovia superaba en 2019 los 4.000 millones de euros y este año se puede contraer más de un 10%. Es decir, que la provincia dejaría de facturar o mover más de 400 millones. ¿Sigue siendo difícil hacerse una idea de lo que representa semejante cantidad? Quizá ayude saber que es más del triple de la suma de los presupuestos anuales del Ayuntamiento (67,3 millones) y la Diputación de Segovia (59,5).

El dato sale del informe del segundo trimestre ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Castilla y León’, elaborado por Unicaja Banco con todas las reservas que conlleva realizar este tipo de predicciones cuando la crisis del coronavirus sigue abierta en canal. Con la variable sanitaria envuelta en incertidumbre, la ecuación no es sencilla pero los resultados iniciales ya perfilan escenarios catastróficos. El «más favorable» apunta una caída del 7,4% del PIB y el «menos favorable» se va al 10,8%, una horquilla que, traducida al euro, oscila de 296 a 432 millones. Un desplome que se quedaría más o menos en la media de Castilla y León (7,6% y 10.8%), o incluso sería ligeramente menos negativo en el escenario más favorable.

De hecho, puede sorprender que Unicaja Banco sitúe a esta provincia con perspectivas menos malas que otras de la región a pesar de su falta de tejido industrial y su dependencia de la parte del sector servicios ligada al turismo. Salamanca (6,4-9,7%), Ávila (6,6-10,1%), Zamora (7,1-9,8%) y León (7,2-10,4%) sí saldrían menos mal paradas que Segovia (7,4-10,8%), pero quedaría por delante de Valladolid (8-11,1%), Soria (8,1%-11,2%), Palencia (8,7-11,5%) y Burgos (8,8-11,8%). La clave estaría, según este informe, en el sector agrario, que «podría registrar un menor impacto, aunque no dejaría de ser significativo». Y lo mismo, pero al revés, puede pasar con aquellos territorios que tienen mucha industria no agroalimentaria, para el que se manejan peores perspectivas que las actividades ligadas al campo.

Felisa Becerra, coordinadora del informe, explica a El Día que el sector agrario puede estar en el entorno del 4,5% del PIB de Segovia, frente a un 3,3% a nivel autonómico. «Son porcentajes pequeños, pero ahí ya hay una diferencia de más de un punto sin contar la industria agroalimentaria, que también es importante en Segovia», valora. Claro que la hostelería representa alrededor del 13% del PIB autonómico y en esta provincia «es algo más», al tiempo que la industria siempre ha sido muy apreciada por la calidad de su empleo y su estabilidad, «pero quizá esta crisis también ha puesto de manifiesto que el sector agrario es esencial y fundamental para la actividad productiva», incide. 

«De todas formas, estamos en un momento muy complejo para realizar estimaciones», matiza, y aun se desconocen las dimensiones del agujero económico que va a dejar la pandemia. Tamaño, profundidad… ¿Cuánto puede llevar salir de él? ¿Cuándo podría volver la economía a los niveles previos a marzo, en los cuales la economía mundial ya daba signos de desaceleración hacia una nueva crisis sin necesidad de que existiera la sanitaria, pero Segovia todavía marcaba cifras turísticas de récord? «Todos los organismos empezaron diciendo que sería una crisis en V, con caída brusca pero recuperación rápida, y ahora ya se prevé que se alargue más», prosigue Becerra. «Aventurarse es complicado, nos movemos entre escenarios más y menos favorables porque señalar uno solo es muy complicado, y tampoco podemos saber si a la vuelta del verano tendremos una nueva oleada del virus, aparte de que, estando como estamos en una economía global, nos afecta lo que tengamos aquí y también en el resto del mundo», subraya.

Quiebras «escalonadas». El economista segoviano Francisco Piñeiro advierte además que las verdaderas consecuencias de la crisis sanitaria, con o sin rebrote, tardarán todavía en conocerse, dado que el Gobierno ha ampliado hasta el 31 de diciembre el plazo límite para que una empresa insolvente se declare en concurso de acreedores (la antigua quiebra). «Las cuentas del ejercicio se suelen presentar en torno a julio y este año no va a ser así, de modo que las empresas que ya estuvieran bastante mal y se hayan visto rematadas ahora sí que  presentarán ya concurso, pero seguramente tengamos otra oleada a medida que se vaya cerrando este año, y en meses posteriores, por todas aquellas que ahora se estén reactivando pero les cueste volver a levantar el vuelo».

«El caso es que yo suelo ser optimista por naturaleza pero la verdad es que ahora mismo no lo soy en nada, teniendo en cuenta además a qué nos dedicamos en Segovia», resume Piñeiro. «No nos ayuda nada que se genere incertidumbre con comentarios por parte de ministros y personas importantes como los relativos a la cuarentena de los  turistas extranjeros, por ejemplo. Son cosas que luego se harán o no, pero de primeras sólo con decirlas ya perjudican cuando pueden estar planificando ya las vacaciones y te pueden dejar fuera para prevenir problemas. Y después las medidas que se tomen serán mejores o peores, que por ahora además yo creo que son insuficientes, pero es que sean como sean lo tenemos muy difícil para levantar los sectores que más nos afectan y nos va a costar bastante salir de esto». 

La cuestión es cuánto puede prolongarse la nueva crisis y cómo: «Yo creo que lo vamos a pasar peor que con la crisis que empezó entre 2007 y 2008, aunque puede durar menos y en cualquier caso es que son diferentes», opina Piñeiro. «Tenemos la experiencia de la crisis pasada, parece que ahora tuviéramos más energía para salir que entonces, y hay otra cosa muy importante, que los sectores que han tenido que parar lo han hecho perjudicando prácticamente por igual a todas las empresas, así que prácticamente ninguna se ha podido adelantar a otra en ese sentido, un detalle importante que puede ayudar en la reactivación y recuperación». ¿Pero cuánto puede durar, dos años, como se viene diciendo desde distintos órganos a nivel internacional? «Para volver a los niveles de antes de la crisis, seguramente sí que tenga que pasar ese tiempo», concluye. 

«Espejismos verdes». Araceli de Frutos, segoviana y miembro del Consejo General de Economistas de España, reseña que «las estimaciones de crecimiento del país se están revisando a la baja según avanzan los meses», con el agravante de que a esta provincia le afectará especialmente «la repercusión sobre el sector servicios y sobre todo el turismo». «En las previsiones del Observatorio Financiero del Consejo de Economistas publicado hace dos semanas se estima una caída del PIB para España del 10,8% y una tasa de paro superior al 20%», reseña; mientras, el Banco de España «dice que el PIB puede llegar a caer un 15% con una tasa de paro del 24%», lo cual llevaría a Segovia a duplicar su cifra actual de parados o incluso más.

«En el informe del Observatorio se señala que los sectores relacionados con consumo, construcción  y automóviles son los que más se han visto perjudicados, y se hace una mención especial al turismo, que centra buena parte de la economía de Segovia», continúa De Frutos. «Pero será dentro de unos meses cuando se vea el efecto», en su opinión, mucho mejor de lo que puede intuirse ahora. «A corto plazo, por las ganas de salir de la gente, por el buen tiempo, puede que el ocio, que es lo de lo que vive Segovia, sea positivo y puedan verse ciertos ‘espejismos verdes’, incluso una especie de V en la recuperación, pero a medio y largo plazo se va a sufrir por la dependencia del sector servicios».

«Yo creo que todo el mundo está muy escéptico y es normal, porque igual levantas la persiana y aguantas un par de meses», resume De Frutos. «Todo está muy condicionado a la evolución de la pandemia, si hay rebrote o no en octubre, los rebotes que pueda haber por ello en el mercado, y Segovia además lo tiene complicado porque, la verdad, siempre la he visto un poco dejada en materia de inversiones», lamenta. «Hacen falta bonificaciones fiscales, incentivos para el mantenimiento y creación de empresas… Toda ayuda será poca para reactivar al empresariado segoviano y que la cercanía a Madrid no deje de ser una ventaja más que un inconveniente por la competitividad».

¿Y recuperación para cuándo? «Este año va a ser un poco hecatombe y el Observatorio recalca sobre todo la caída del turismo», insiste. «Ya en 2021 se prevé recuperar algo y lo que es recuperación a niveles precovid, creo que es posible para 2022». Pero todo a expensas, como siempre, de que un rebrote, o quién sabe si una vacuna, cambie de la noche a la mañana cualquier previsión.