El antiguo Hotel Victoria avanza hacia su venta forzosa

D. A.
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El Ayuntamiento de Segovia, avalado por una sentencia judicial que ya es firme, prevé aprobar este viernes el levantamiento de la suspensión del proceso para la puesta a la venta del viejo inmueble con un precio de salida de 1,2 millones de euros

El antiguo Hotel Victoria avanza hacia su venta forzosa

El Ayuntamiento de Segovia cuenta con aprobar en el pleno ordinario del próximo viernes el levantamiento de la suspensión del proceso de venta forzada del edificio del antiguo Hotel Victoria, tasado en 1,2 millones de euros. La tramitación del concurso ya se inició en 2017, pero la judicialización del asunto dejó todo en el aire hasta ahora, una vez se cuenta con sentencia firme que avala la iniciativa municipal.

"Una vez que la sentencia ha adquirido firmeza, el Ayuntamiento pondrá a la venta forzosa este edificio de manera definitiva", confirmaba este miércoles el portavoz del equipo de Gobierno, Jesús García Zamora. "El juzgado entendió que no eran conforme a derecho las pretensiones de los propietarios del edificio y que por lo tanto se podía continuar con el procedimiento que se había iniciado".

García Zamora recordó que el inmueble saldrá a la venta por 1.225.000 euros y que de ahí se tendrán que descontar los gastos ocasionados al Ayuntamiento por la situación de venta forzosa, mientras que "el resto se entregaría a los propietarios, salvo que el precio final fuera superior, en cuyo caso se iría al 50% entre la propiedad y el Ayuntamiento". "Una vez que pase el pleno se tramitará para acelerar al máximo los plazos". añadió.

Con tres salones para 154, 110 y 70 comensales, el Hotel Victoria, en plena Plaza Mayor, llegó a ser referencia para banquetes de boda en una época aún escasa de oferta hostelera local; sobre todo en los años 70 del siglo pasado, pero hoy la historia es bien distinta. Del bar que ocupaba el hall apenas queda en pie la columna de piedra berroqueña que en su momento lució como adorno en medio del local. Y del hotel en su conjunto, nada más que la fachada y algo de su estructura interior, después de tres décadas inhabitado en los que cambió de manos varias veces, pero sólo fue objeto de actuaciones puntuales de conservación, consolidación y demoliciones controladas para prevenir desprendimientos. De ahí que el Ayuntamiento, con semejante problema adosado en todos los sentidos desde hace tanto tiempo, decidiera abordar el proceso para la venta forzosa. Lo hace contra la voluntad de los herederos actuales, quienes, tras ver cómo la falta de financiación obligaba a sus antecesores a desistir de ubicar allí la residencia de ancianos que proyectaron en 2009, han ido dilatando los plazos desde que la licencia caducó en 2015. En este tiempo deslizaron la posibilidad de reabrir como hotel, o si no como apartamentos turísticos, residencia de estudiantes... Pero a la espera de un socio o comprador que no ha terminado de llegar.