La Leyenda Continúa cierra su edición más multitudinaria

Nacho Sáez
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La concentración de Cantalejo recibió a 10.320 moteros.

La Leyenda Continúa cierra su edición más multitudinaria

Ocurrió el sábado por la tarde en la propia zona de acampada. Un motorista madrileño de unos 60 años sufrió un infarto y, a pesar de que seguía con vida cuando llegó la ambulancia, no consiguió completar el traslado hasta el Hospital General de Segovia. "Formaba parte de un grupo de amigos de varias poblaciones y se juntaban siempre en la misma zona", ha explicado Mariano Parellada, máxima responsable de La Leyenda Continúa en Cantalejo, que solo ha tenido que lamentar este incidente en la edición más multitudinaria de esta concentración motera.

10.320 personas se inscribieron finalmente, 1.200 más que hace un año, que hasta ahora ostentaba el récord. "No solo estamos encantados por el número de participantes sino por el comportamiento de todos. Nos han felicitado todos los motoclubes y las instituciones: el Ayuntamiento de Cantalejo, la Diputación Provincial de Segovia, la Subdelegación del Gobierno...", apunta Parellada, que no pone límites a La Leyenda Continúa: "De momento no. En la campa hay capacidad para muchísimos más motoristas y solo cojea la capacidad hotelera. En treinta kilómetros a la redonda, incluida Segovia, no hay una sola cama libre y eso hace que muchos no vengan porque no quieren acampar".

Carlos había llegado de Lugo y el sábado a mediodía compartió unos calçots con cinco amigos catalanes. "Esto es como Pingüinos hace veinte años", subrayaba. La Leyenda Continúa es un momento para el reencuentro con amigos o para disfrutar con la familia. Miguel había llegado con su hijo desde Madrid. "Tenemos un grupo en el que incluso hay un francés y un argentino", contaba.

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Los hombres son mayoría en La Leyenda Continúa pero cada vez hay más mujeres, como Pili. "La mayoría vienen de paquetillo. Para mí es mi primera vez y me siento muy bien acogida", remarcaba. Nadie está excluido en Cantalejo. "Aquí los moteros no hacen barbaridades. Lo único importante es charlar y pasar un buen rato", concluía Rafa.