Ayuda de cuatro patas

S.S.
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La Asociación Dogpoint ha puesto en marcha un crowdfunding para conseguir un perro de asistencia para Abel, un niño segoviano de tres años con un Trastorno del Espectro Autista

Ayuda de cuatro patas

Beatriz López es la madre de Abel, un pequeño segoviano con un Trastorno del Espectro Autista (TEA) para el que buscan la compañía de un perro de asistencia. 

La historia de Abel comienza en marzo de 2020 y, a pesar de nacer en plena pandemia, su madre asegura que «todo iba dentro de lo normal». La cosa cambia durante el verano siguiente, cuando sus padres empezaron a notar «actitudes diferentes como, por ejemplo, que el pequeño no señalaba». «Nos llamaba la atención y pensábamos que era raro que no señalara ya que esto en los niños es muy intuitivo, sobre todo cuando quieren pedir algo. Estábamos con la mosca detrás de la oreja pero, por otro lado, nos decíamos a nosotros mismos que era pronto, que era pequeño y que a lo mejor lo empezaba a hacer más tarde».

En septiembre de 2021 Abel comenzó a ir a la guardería, donde al poco tiempo les dijeron a sus padres que deberían llevar al pequeño al pediatra para que le dieran cita en el otorrino porque «creían que no oía bien». «Nosotros nos quedamos un poco sorprendidos porque Abel sí que oye bien ya que en casa tiene que haber un silencio importante para que él pueda dormir», explica Beatriz López. «Aún así, hicimos lo que nos dijeron y le llevamos al otorrino donde le hicieron una serie de pruebas neurológicas: un TAC, una audiometría, pruebas genéticas.. Si las pruebas daban bien, probablemente es que el pequeño tuviera autismo, porque ya nos lo venían anticipando». «Con esos dos rasgos -que el pequeño no señalara y que no respondiera a su nombre- a una determinada edad ya hay que preocuparse». Las pruebas salieron bien, por lo que derivaron a la familia a Atención Temprana. «Desde el mes de octubre de 2021 comenzamos la terapia en atención temprana y a día de hoy seguimos una vez por semana. Además, cuando ya tuvimos confirmado el diagnóstico empezamos también en la Asociación de Autismo de Segovia para seguir con otros tipos de terapias». 

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Otro miembro. La familia, que  había tenido otro perro hasta diciembre de 2020, ya se había planteado la opción de incluir un nuevo miembro de cuatro patas en el núcleo, pero cuando les dieron el diagnóstico de Abel descartaron la idea porque les preocupaba no conseguir que «congeniara» bien con Abel. 

Por ello, a través de una persona conocida la hablaron de Dogpoint, una Asociación sin ánimo de lucro especializada en el adiestramiento, acoplamiento y seguimiento de Perros de Servicio para Niños con TEA.
En ella, seleccionan, educan e introducen al nuevo miembro de cuatro patas como mascota en el núcleo familiar con varios objetivos: garantizar la seguridad del niño, incrementar su desarrollo psicosocial y mejorar los tiempos de ocio y la calidad de vida del conjunto de la familia. Así, Beatriz y José Antonio, los papás de Abel, recuperaron la ilusión y se pusieron en contacto con la Asociación, donde les abrieron las puertas para ver cuál era la reacción de Abel al estar con una mascota. «Ahí ellos ven si a tu hijo le va bien o no un perro de asistencia», revela López. «Vieron que a Abel le podía ayudar, porque estos perros de asistencia aparte de que acompañen al niño y de que sea un apoyo muy importante, lo que te permite es hacer muchas cosas que a lo mejor tú normalmente con el niño no puedes hacer como, por ejemplo, ir a un centro comercial o a un supermercado», explica. 

Pero para conseguir un perro de asistencia para Abel necesitan ayuda. Concretamente, 25.297 euros que tienen como fin cooperar económicamente con el coste del trabajo que supone el entrenamiento y acompañamiento a la familia durante diez año, hasta la jubilación de la mascota. Por ello, desde Dogpoint han creado un crowdfunding a través de la página www.migranodearena.org con el que buscan poder recaudar esa cantidad. Este proyecto  se puede encontrar también a través de las redes sociales bajo el nombre de Abelysuhuella (https://www.migranodearena.org/reto/abel-y-su-huella).

La suma de este nuevo miembro a la familia tendrá muchas ventajas tanto para Abel como para sus padres, según revela la fundadora de Dogpoint, Olivia De Matteis. La aportación de un perro de asistencia beneficia al pequeño en tres áreas, siendo la primera de ellas la seguridad vial. «Según un estudio, más del 53 por ciento de las personas con TEA entre cuatro y once años tienen conductas recurrentes de fuga. Esto se traduce en que se escapan, cruzan carreteras o se pierden, además esto afecta a las oportunidades de socialización porque las familias tienen miedo de salir a la calle», explica. En este caso, la mascota ayudará al pequeño con el objetivo de evitar estas conductas a través de un sistema de anclajes al arnés del perro. «En caso de que intenten escapar, el perro se tumba y bloquea la conducta de fuga», señala. «Además, trabajamos para que los peques vayan agarrados a un asa de modo que aprendan a ir voluntariamente cerca del núcleo familiar».

El segundo área se centra en las crisis sensoriales, bloqueos o rabietas. «Hay estudios que confirman que se reducen los niveles de estrés en general en los seres humanos cuando hay una buena vinculación con un perro», indica De Matteis. En caso de que haya una crisis los perros pueden, según las necesidades del peque, dar un chupetón o empujones con el morro; o en caso de niños más mayores incluso saltar encima para cortar el bucle de enfado». Por último, el tercer área en el que ayuda un perro de asistencia es a la hora de conciliar el sueño. Para Abel es difícil relajarse, por lo que la mascota le acompañaría por las noches y  la presión que el perro ejercerá sobre el pequeño le ayudará con su sentido de la propiocepción proporcionándole un estado tranquilo que le facilitará el poder dormir con tranquilidad; además, esta técnica también se utilizará en los momentos de más nerviosismo del pequeño, creando un vínculo de tranquilidad con el perro. Otro de los objetivos es facilitar la socialización de Abel, ya que tiende a ser un niño solitario y los perros de asistencia pueden ayudar a crear la seguridad necesaria en los peques para que estos puedan relacionarse con su entorno y con las personas que le rodean de manera mucho más tranquila y relajada.