Al menos de momento el verano del 2022 está siendo el de la inflación y el de las olas de calor para el sector turístico. Ambos factores están marcando una campaña que aún aguarda el tirón del mes de agosto pero que no apunta a alcanzar las cifras de 2021, en el que 62.322 viajeros pernoctaron en Segovia, 1.936 más que el año inmediatamente anterior a la pandemia. Las reservas de última hora es el clavo ardiendo al que se agarra el turismo para triunfar en medio de un escenario en el que, además, el visitante internacional no acaba de regresar como se desea.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia, Jesús Castellano, se mueve entre la esperanza y el pesimismo. «Esperamos que sea un buen mes para todo lo referente al turismo, para alojamientos y restaurantes que estamos en zonas turísticas y también para los pueblos, que están funcionando muy bien con las fiestas, pero estamos a la expectativa porque venimos de un mes de julio raro. Las previsiones de ocupaciones en alojamientos no son buenas del todo, pero creemos que se va a reservar muchísimo a última hora, que es lo que vimos también el año pasado. Por eso esperamos que al final sea un muy buen mes de agosto para los alojamientos, también rurales, y también para la restauración. A día de hoy somos optimistas y esperamos que se cumplan las expectativas», señala.

A la espera de datos oficiales, la ocupación en julio se situó en torno al 70 por ciento. «Históricamente no es bueno y tanta ola de calor ha influido en la decisión del turista a la hora de elegir destino y muchos han optado por irse a la playa. En agosto los hoteles nos dicen que tienen reservas y nosotros tenemos nuestra actividad prácticamente vendida», apunta la gerente de la Empresa Municipal de Turismo, Patricia Otones, que con el objetivo de impulsar las pernoctaciones programa los ciclos musicales Los Martes en la Muralla y Música en el Jardín del Rey, visitas teatralizadas o la nueva propuesta para descubrir jardines públicos y privados poco conocidos en pleno centro de Segovia.

El sector turismo espera una ocupación en agosto cerca del 90%

Uno de los aspectos que ha llamado la atención en el Centro de Recepción de Visitantes de la plaza del Azoguejo es la presencia de grupos. «En julio y agosto no había  antes. Suelen verse en primavera y otoño, pero aún no sabemos por qué está siendo así», explica Otones. Sí que tiene claro el sector que la inflación se acusa. «Hoy en día la gente tiene un 10-15% menos de poder adquisitivo y eso redunda que lo fundamental, lo básico, no se deja de consumir pero lo accesorio, que somos nosotros, pues sí. Nosotros vendemos alegría y felicidad pero no somos imprescindibles y lo vamos a notar», asevera Castellanos, quien aun así espera una ocupación cercana al 90 por ciento en agosto. «Es lo que veníamos trabajando hasta el 2017 y 2018. 2019 fue exageradamente bueno, y el año pasado, también. Como la gente vio que la cosa estaba tranquila con la pandemia en agosto, decidió moverse. Posiblemente fue el mejor agosto de la historia. No esperamos llegar a tanto pero ojalá.  Hostelería España nos dice que las previsiones para agosto son muy buenas en toda España pero que va a haber muchas reservas a última hora».

Eso no quiere decir, sin embargo, que todo sea vino y rosas para hoteles, bares y restaurantes. «Tenemos el problema de que no podemos repercutir a los clientes en la subida de precios lo que a nosotros nos está costando mantener los negocios. Ha subido un 22-25 por ciento y la repercusión que estamos haciendo en los precios no llega al 15 por ciento. Estamos ganando un 15 por ciento menos que el año pasado poniéndonos en el caso de que vayamos a trabajar lo mismo. Si trabajamos menos, es la tormenta perfecta», subraya el presidente de Hotuse.

Su homólogo de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia (Aturacse), Gerardo Otero, destaca que ellos resisten de momento el incremento de los costes energéticos. «Todavía no se están repercutiendo en los precios en el turismo rural. Dado que la demanda no está muy boyante, se están intentando aguantar los precios para generar más demanda. Las casas rurales no tienen aire acondicionado generalmente. El problema va a ser cuando llegue el otoño. Los precios no van a poder ser los del año pasado. Sí que vamos a tener demanda por la cercanía con Madrid, pero el tema va a ser que podamos dar unos precios competitivos para que esa demanda realmente venga», reflexiona pensando un poco más allá. En agosto tienen incertidumbre pero por las reservas. «Es verdad que el verano en Segovia no es la temporada más fuerte para el turismo rural, porque hay la competencia de los destinos de playa y los viajes al extranjero, pero julio, aunque a última hora, se ha ido sorteando. La previsión para agosto es muy mala porque no hay demanda, no hay solicitudes. Va a ser más flojo que antes de la pandemia. Los hoteles rurales y las casas rurales con piscina tienen más demanda pero siempre ha sido así, pero el resto muy flojo a falta de tener datos oficiales», asegura el propio Otero.

La inflación también pesa en este caso. Se nota la inflación. En esto influyen mucho las sensaciones. Además de que la gente lo note en sus bolsillos, que es así, como escucha malas noticias en la televisión lo interioriza e influye en la decisión de viajar. Además, está habiendo una afluencia muy importante a la costa porque como se ha reducido el turismo internacional, los destinos de costa están haciendo unas ofertas muy potentes para captar al turismo español. Y nosotros contra eso no podemos competir porque no tenemos playa», argumenta el presidente de Aturacse.

La diputada provincial de Turismo, Magdalena Rodríguez, confía en las reservas de última hora. «Como en los pueblos llevaban dos años sin hacer las fiestas, también mucha gente se está quedando en los pueblos», comenta sin olvidarse de mencionar las actividades para promocionar el Camino de Santiago a su paso por Segovia que está organizando el departamento que dirige, donde también animan al visitante a participar en el concurso de fotografías que han convocado o en las nuevas rutas que están previstas del programa 'Viajero, yo te enseñaré Segovia'. 

El presidente de Aturacse no arroja la toalla. «Junio ha sido mejor que el del año pasado, que estábamos saliendo de los cierres perimetrales y las limitaciones de aforo, pero no hemos llegado al nivel de 2019. Y los datos de julio, cuando salgan, yo creo que van a ser peores que el año pasado y peor que 2019. La ocupación ha sido buena los fines de semana, pero floja entre semana. Es decir, como un mes de una época no vacacional. Y en agosto estamos viendo que no vamos a llegar ni a los fines de semana», concluye. Sin embargo, el mes ha comenzado con una nueva ola de calor.