Aparcados en zona 'prohibida' por el Cervantes, pero sin multa

D. A.
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La fase más intensa de trasiego de camiones se ha demorado al menos hasta la próxima semana y la Policía aún les ha dado paso alternativo estos días sin sancionar, a pesar de que ya hay dos señales de prohibición en las calles afectadas

Las señales de prohibición no disuaden a los que aparcan en las calles afectadas. - Foto: Rosa Blanco

«La fase más dura» de los trabajos de rehabilitación del Teatro Cervantes, que en principio se anunció que empezaba esta semana, lo hará la siguiente. En estos días, la constructora ha introducido algo de material en la huerta del seminario (colindante con la parcela del teatro), ha colocado una caseta de obra y ha llevado a cabo ciertas labores preparatorias del terreno en el que van a estar trabajando durante tres años como mínimo, pero poco más. 

Tanto el Gobierno municipal como la Policía Local, por las últimas conversaciones mantenidas con la constructora, preveían que el trasiego de camiones fuera intenso desde el principio, de ahí que anticiparan que se prohibiría aparcar a partir del lunes 23 en las calles Ildefonso Rodríguez y Domingo de Soto, para facilitar el acceso de la plaza de los Huertos a la huerta del Seminario. En la práctica, sin embargo, por allí no se han visto más de dos o tres camiones por jornada, y para que estos pasaran, aunque al entrar fueran en contra del sentido habitual de estas calles, que sólo tienen un carril, ha bastado con que la Policía cortara por un extremo para prevenir que se cruzara algún coche de frente.

En las dos calles afectadas, mientras tanto, se han instalado en estos días, pegadas a la fachada, unas señales de prohibido aparcar (de lunes a viernes de 7 a 19.00 horas) a las que prácticamente nadie hace caso.Sigue habiendo coches aparcados y la Policía no multa, aunque ningún operario municipal ha tapado las señales para evitar confusión.

No obstante, el Ayuntamiento cuenta con colocar señales sobre las propias plazas de aparcamiento cuando la constructora avise de que el tráfico de camiones va  a ser tan intenso como para requerir más anchura que ahora. Y será entonces cuando empiece de verdad «la fase más dura», tal y como la denominaba días atrás el jefe de Policía Local, con camiones de 26 toneladas yendo y viniendo por unos trabajos de desescombro y vaciado de miles de metros cúbicos de tierra que se esperan en los primeros meses.